Tras la visita de este martes a Iquique del ministro de Interior, Rodrigo Delgado, luego del paro de diversos gremios que se manifestaron producto de la crisis migratoria y el alza de la delincuencia en la ciudad de la Región de Tarapacá, el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, se pronunció acerca del tema, llamando a la atención respecto de la ciudad que administra.

La autoridad local transparentó que ayer viajó a Iquique para participar de un encuentro con el secretario de Estado en el que le comentó su inquietud sobre el complejo problema que también afecta a la ciudad fronteriza.

“Arica no tiene tanto nivel de delincuencia en comparación a lo que está ocurriendo en Iquique. Sin embargo, fui hasta allá porque no quiero que nos pase exactamente lo que está ocurriendo en Iquique”, dijo en diálogo con CNN.

Y detalló la situación que enfrenta su comuna. “Tenemos un alza sostenida de los delitos, pero no solamente en números, sino que en nivel de violencia, que realmente es preocupante”, aseguró.

Paralelamente, confirmó que en Arica también existe una paralización de algunas actividades comerciales, situación por la que están demandando la presencia de Delgado. “Temo que se tomen medidas directamente para Iquique que no tengan una mirada mucho más integral de ver el norte completo", comentó.

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"Existe una movilización permanente"

Espíndola cuestionó lo que pueda suceder "con los delincuentes que están hoy día acechando la vecina ciudad de Iquique. Van a arrancar a las ciudades más cercanas, que pueden ser de la Segunda Región o a Arica y Parinacota”, dijo.

“Los vecinos están cansados y por eso que se están manifestando, por eso existe esta movilización permanente", agregó aclarando que lo evidenciado esta semana no es un hecho aislado, sino que previo al fin de semana ya hubo marchas especialmente contra de la delincuencia. "Por esta suerte de abandono que sentimos acá en Arica, de estas fronteras que son muy vulnerables y este aumento además de delitos en la ciudad”, pormenorizó.

Adicionalmente, insistió en que “Iquique no es una ciudad fronteriza, ellos reciben otro problema que tiene que ver directamente con esta situación. Nosotros sí estamos en la frontera y tenemos este otro problema, que es una frontera demasiado permeable, muy vulnerable de personas que ingresan, entran y salen, pero sobre todo de delincuentes que están lucrando”.

Por último, el alcalde dijo que en las zonas fronterizas existe tráfico de personas y que las medidas implementadas por Cancillería y el Ministerio del Interior “son totalmente poco efectivas”.