Chile es el primer país latinoamericano en llevar el debate constituyente a las cárceles
Chile llevará el debate sobre la nueva Constitución a varias prisiones del país durante el mes de febrero, lo que lo convertirá en el primer país de Latinoamérica en realizar cabildos constituyentes con privados de la libertad, informaron este miércoles las autoridades.
"Queremos agradecer el interés de la Convención por escuchar a toda la sociedad", dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín.
Y a renglón seguido relevó la importancia de considerar la opinión que quienes no tienen la oportunidad de sumarse a procesos de esta envergadura, básicamente porque la sociedad no los escucha, dijo apuntando a "las personas privadas de libertad".
Respecto de los cabildos, se desarrollarán en 38 recintos penitenciarios de todo el país, que fueron elegidos atendiendo a "criterios de justicia territorial, paridad y plurinacionalidad", explicó la cartera.
"El ser oído en este proceso tan trascendental para el país los dignifica (a los privados de la libertad) y ayuda además a su reinserción", apuntó el ministro.
Sus ideas, agregó, "van a ser muy valiosas para el nuevo orden constitucional" que está en en elaboración.
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Una Carta Magna para reemplazar a la impuesta en dictadura
El nuevo texto, que debe estar redactado a mediados de este año, luego de lo cual enfrentará un plebiscito de salida, sustituirá al actual, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet y considerado por muchos como el origen de las grandes desigualdades de nuestro país.
Aunque se reformó más de 50 veces en democracia, la actual Carta Magna la inspiraron los llamados "Chicago Boys", un grupo de economistas ultraliberales discípulos de Milton Friedman, quienes fomentaron la privatización de servicios como el agua, las pensiones y la salud.
Gran parte de los 154 miembros de la convención -la primera paritaria del mundo- ven en el proceso constituyente una oportunidad para cambiar el actual rol subsidiario del Estado y garantizar más derechos sociales, una visión que también comparte el presidente electo, Gabriel Boric.