La descarbonización es un proceso vital para el mundo. Así quedó claro en la COP26, jornada realizada a finales del año pasado, en donde más de 190 países y organizaciones acordaron poner fin gradualmente al uso del carbón con fines energéticos. El objetivo principal de esto es reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y así combatir duramente el cambio climático.

¿Qué resultados tuvieron las grandes potencias respecto a este tema? Según el último informe Índice Net Zero de KPMG, los países más comprometidos en cumplir los compromisos medioambientales de cara a 2050, fueron Noruega, Reino Unido y Suecia.

En Latinoamérica, los países que lideraron el proceso de descarbonización fueron Chile, Brasil y Argentina. ¿Cómo se explica esto? Por lo menos en nuestro país, desde hace varios años se vienen realizando acciones tales como la inversión en nuevas fuentes de energía renovable y el cierre de plantas a carbón.

El lugar que nuestro país se ha ganado en cuanto al compromiso por la reducción de gases contaminantes ha sido fruto de una potente política energética que se ha gestado desde 2015 aproximadamente.

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En ella, se plantean varios objetivos que van en línea con la meta de convertirnos en un país completamente descarbonizado de cara a 2050. Dentro de los principales, se encuentran el cierre de las centrales a carbón que continúan operando y el desarrollo de nuevas fuentes de energías renovables.

Respecto a este último punto, Chile ha activado fuertemente la inversión relacionada con el desarrollo de energías limpias, permitiendo la llegada de importantes proyectos como Cerro Dominador, la primera planta termosolar de Latinoamérica.

No obstante, el proyecto que tendrá una relevancia mayúscula este año será la nueva megalínea de transmisión Kimal-Lo Aguirre, cuya construcción estará a cargo del Consorcio Yallique (Transelec, ISA Inversiones Chile y China Southern Power Grid International) con el objetivo de trasladar grandes cantidades de energía renovable generada en el norte, hacia las zonas centro y sur del país.

Para avanzar en el proceso de descarbonización, KPMG entrega distintos consejos que pueden ser aplicados tanto a los países que no aparecen en el ranking como a las naciones que sí aparecen, pero que deben mejorar.

Estos son:

• Establecer un objetivo claro en torno a la reducción de emisiones
• Aprovechar las alianzas con empresas que desarrollan productos ligados al cambio climático
• Alinear los objetivos energéticos con los de los demás países vecinos
• Concientizar a los habitantes sobre los peligros del cambio climático
• Impedir que las tensiones geopolíticas eviten la cooperación en torno al objetivo central de la disminución en el uso de carbón.