Controversias e interrogantes ha provocado el anuncio de Irina Karamanos, antropóloga feminista y pareja del Presidente electo Gabriel Boric, respecto a asumir el cargo de Primera Dama de cara al próximo gobierno.

Este puesto fue cuestionado en su momento por el frenteamplista durante su campaña presidencial, sin embargo, finalmente será ocupado por la activista feminista, quien anunció cambios profundos dentro de las funciones que se han realizado en el puesto.

“Hay que darle un giro contemporáneo al cargo, es por eso que, tras varias semanas de diseño, he decidido asumir el rol tradicionalmente llamado Primera Dama con el compromiso de reformularlo. Estamos trabajando de manera muy responsable, así que ahora inician varias conversaciones y reuniones con todas las personas implicadas en el trabajo muy valioso que se ha ejecutado desde la Dirección Sociocultural de La Moneda en materia social", declaró la también militante de Convergencia Social.

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No obstante, estas "varias semanas de diseño" no llegaron al punto de definir los cambios que Karamanos haría al cargo, según lo que manifestaron dirigentas feministas de diversas colectividades de Apruebo Dignidad a El Desconcierto. Además, otras militantes sostienen que estos diálogos se dieron de manera hermética y que la decisión de seguir con el cargo de Primera Dama habría sido tomada a puertas cerradas y a nivel cupular, es decir, resuelta en el círculo político cercano del futuro presidente.

Por otro lado, desde organizaciones sociales feministas, como la Coordinadora Feminista 8M, Karamanos ha recibido fuertes críticas: "Era un buen momento para terminar con el rol de primera dama. Rol informal, no regulado e históricamente asignado a mujeres en virtud de relaciones familiares. Rol que ha sido asignado a otras personas en los dos gobiernos de Michelle Bachelet. Se puede", sostuvo este martes la líder de la agrupación Karina Nohales en sus redes sociales.

Irina Karamanos durante la campaña de Gabriel Boric

Incertidumbre en Apruebo Dignidad

Tras el anuncio, existe un desconocimiento de ese “giro” que promete Karamanos por parte de un grupo importante del Frente Amplio que ha liderado internamente la coordinación feminista.

Una militante del Frente Feminista de Convergencia Social, que prefiere resguardar su identidad admite en conversación con este medio que la “planificación ha sido colectiva”, pero que ella, al igual que otras adherentes del partido liderado por Gabriel Boric, no tiene conocimiento alguno de los cambios que realizará la futura Primera Dama.

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Por su parte, Natalia Cuevas, concejala de Recoleta y encargada nacional de género del Partido Comunista, también reconoce que hay conversaciones pendientes con otras organizaciones y con la futura Primera Dama, junto con detallar que dentro del partido están de acuerdo con la decisión.

"Nosotras apoyamos la decisión ya que es desafiante, responsable hacerse cargo de este proceso de tránsito cultural y político, y que dado que estamos en proceso de instalación, estamos precisamente delineando y aportando en lo que será ese rol.

Hay que abordar diversas definiciones de lo que se anunció. Tenemos coordinación como Partido Comunista con Irina y estamos trabajando en torno al futuro rol de Primera Dama, el cual representa un cargo conservador y obsoleto. Con respecto a los futuros cambios, hemos estado hablando muy en pañales, por lo que seguiremos teniendo más reuniones al respecto”, declara Cuevas.

Por otro lado, Valeria Cárcamo, dirigenta feminista y militante del partido liderado por Gabriel Boric, criticó en sus redes sociales la decisión de seguir con el cargo sin antes haberlo debatido en conjunto dentro de Apruebo Dignidad. "Me hubiese gustado profundamente opinar sobre la decisión de Irina y el cargo de Primera Dama, pero no en un tweet después de que tomara la decisión. Lo hubiese preferido en los espacios basales de los frentes feministas de mi partido y la coalición de Apruebo Dignidad", lamentó Cárcamo.

Complementando esto, Alejandra Toledo, feminista y Presidenta de Revolución Democrática en Valparaíso, comentó que la información que se le entregó era muy escasa con respecto a lo que anunció Irina Karamanos. "Lo que nos dijeron es que se planeaba reformular el cargo de Primera Dama y que se le iba a entregar una perspectiva feminista, pero por mi parte nadie me consultó ni conversó conmigo acerca de mi postura ante esta situación y los cambios concretos", declaró la ex candidata a constituyente.

Dentro de Revolución Democrática, una voz anónima militante y que es parte del Frente Feminista del partido, aclaró que hubo mucha disconformidad por parte de muchas de sus compañeras. "Es verdad que se nos comentó que el cargo iba a seguir con ciertos cambios, pero creemos que se nos debió consultar porque el rol de Primera Dama simboliza un problema para varias de nosotras. Hubiera querido que Boric cumpliera con su palabra y lo eliminara completamente", aclaró.

"Una decisión muy cerrada"

"En ningún momento tuve conocimiento de si existió o no alguna discusión al interior de las feministas del Frente Amplio. De los grupos que yo comparto, nunca discutimos en que se diera la posibilidad de reflexionar si debiera o no asumir este cargo", sostiene la activista feminista de Comunes, Constanza Valdés.

La también socia de Abofem agrega que probablemente fue "una decisión muy cerrada o que quizás se dio en estos grupos, pero entre personas pertenecientes a un grupo mucho más reducido. Pero la verdad es que lo desconozco completamente".

"Recibimos el anuncio con un poco de decepción porque hubiéramos esperado que justamente se le diera otro enfoque o fuera un cargo que se pudiera abolir (...) Yo no comparto la decisión, pero evidentemente las diferencias tampoco marcan una escisión, ni tampoco lo que vaya a hacer", concluyó Valdés.

Los “giros” que se desconocen

El anuncio de la futura Primera Dama no solamente ha traído consigo disconformidades por parte de un sector femenino de Apruebo Dignidad, sino también muchas interrogantes por esa “reformulación” que promete la pareja del próximo Presidente de la República con respecto a su rol.
Irina Karamanos deberá enfrentarse a un cargo que históricamente ha sido cuestionado. Los conflictos de interés en los que estuvo involucrado por ejemplo Sebastián Dávalos,hijo de la ex Presidenta, Michelle Bachelet, en el denominado Caso Caval, generaron que el cargo de director o directora del Área Sociocultural de la Presidencia, el cual ostenta en este momento Cecilia Morel, haya estado asociado dentro del escrutinio público a una práctica nepotista.

Agencia UNO
Sin embargo, la pareja de Gabriel Boric promete expandir el cargo a nuevas funciones más inclusivas, con un enfoque de género más potente y más conectado con las comunidades. “Hay que darle un giro diferente y más contemporáneo a este rol, despersonalizar, y esto va a significar cambiar también la relación con el poder y también cambiar la forma en que vemos la relación entre el poder y las mujeres que hacemos política”, anunció.
En ese sentido, Javiera Reyes, socióloga de la Universidad Católica, analista y especialista en la división sexual del trabajo entre mujeres y hombres, comprende los cuestionamientos que han venido por parte de la comunidad, pero cree que los cambios que liderará Karamanos pueden ser muy beneficiosos para las mujeres dentro de la sociedad.
“El cargo representa un modelo de familia muy propio del modelo del Siglo XX, no permitiendo que las mujeres fueran protagonistas en la vía pública, además de ser un rol de acompañamiento que es criticado por parte del feminismo. Sin embargo, hoy en día han cambiado las circunstancias culturales y sociales, y siento que esa reformulación que plantea la futura Primera Dama, va a tener que ver con darle un giro a esa costumbre de nombrar a familiares o parejas para que asuman áreas socioculturales, lo cual no está bien visto dentro de la esfera pública. Hay que actualizar las necesidades que deben cumplir las mujeres dentro del cargo"

Además, la académica aclara que si el cargo no se llegara a eliminar en este gobierno, las funciones de la Primera Dama deberían acercarse mucho más a las mujeres. "A diferencia de lo que sucede en Estados Unidos o en países anglosajones, Chile debe adaptar las funciones de la Primera Dama a temas más contingentes, particularmente relacionados a la inclusión de las mujeres, lo cual sigue siendo una deuda importante por parte del Estado. Esta puede ser una oportunidad para eliminar esos estereotipos de rol secundario que tanto han pasado a llevar a la población femenina", argumentó.

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