Carmen Gloria Valladares y el cargo de primera dama: “Las mujeres no estamos para decorar a nadie”
Este miércoles Carmen Gloria Valladares, secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), conversó con ADN, emisora en la que comentó diversos temas de actualidad, ámbito en el que ha alcanzado una relevante notoriedad como consecuencia de su destacada participación en la ceremonia inaugural de la Convención, en julio último.
Y entre las materias que abordó, está el comentado rol de la primera dama, instalado en el debate público debido a que Irina Karamanos, pareja del Presidente electo, Gabriel Boric, admitió que asumirá el cargo y que intentará reformularlo. “La compañera, en este caso, del Presidente de la República, tiene que tener un rol afín a lo que está el Presidente. No puede ejercer como periodista o abogado o lo que hacía hace cinco o 10 años antes, porque la Presidencia le cambia la vida al ciudadano, no solo a él, sino a su compañera. Es bueno dedicarse a tareas sensibles a la ciudadanía, como la infancia, la mujer. Lo cambiaría en esa parte, no ser un elemento decorativo. Las mujeres ya no estamos para decorar a nadie”, aseguró.
En este sentido, Valladares apunta a que “se dignifique el rol, no que se eliminara. Una autoridad como el Presidente de la República, debe tener una compañera o un compañero y que por su tarea, no debe dejarlo solo. Y ella cumplir un rol a la tarea competente, como la infancia, la migración, las mujeres. Tantas tareas puede hacer”.
De hecho, este desafío de repensar el rol de la primera dama está directamente vinculado al feminismo, lo que para ella es “justo y legítimo”.
“Hay que reconocer el rol que le ha correspondido al hombre, porque si no hubiese comprendido que la mujer puede entregarle sensibilidad al sistema, no habría podido. Soy de la convicción de que la mujer no deba ocupar los puestos que debe ocupar por ser mujer. No me gusta la discriminación positiva”, dijo luego.
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El “chileno es esencialmente democrático”
Paralelamente, Valladares aludió al recambio generacional de la nueva administración del país. “Tengo esperanza (en) esta nueva generación que yo, con 65 años, y muchas autoridades, ministros, colegas, le estamos entregando este poder a gente joven. Es entregarle la institucionalidad a este país, que no tiene que ser como el nuestro, pero que tiene una institucionalidad que tiene que respetarse”, dijo.
Sin embargo, agregó, los resultados no dependerán solo de las autoridades. “Lo van a hacer bien, pero no depende solo del gobierno, depende de todos”, aclaró.
Y en este contexto de buenos deseos para la administración entrante, destaca su entrega de la papeleta con un voto al Presidente electo Gabriel Boric en la proclamación del Tricel. “Un colega tuvo la gentileza de mandar a colocar un cuadrito (de) la cédula electoral, lo que hace la diferencia”, detalló.
Respecto de la seguidilla de procesos electorales que enfrentó el país en los últimos dos años, Carmen Gloria Valladares argumentó que tiene que ver con el carácter del “chileno, que es esencialmente democrático. El pueblo cuenta sus votos. Nosotros tenemos un sistema bueno y que funciona. Es tan importante esa papeleta para el ciudadano, que entra como ciudadano y sale como Presidente electo. Y para el país es el cómo puede cambiar el destino una cédula electoral”.
Y agregó que, en este sentido, “el Servicio Electoral hace una estupenda tarea y el prestigio que tiene la justicia electoral en Chile, no solo nacional sino que también internacional, porque somos veedores internacionales, nunca ha estado en duda. Hace un trabajo profesional, profundo. Nosotros estamos en la parte dura del problema. Ese trabajo la gente lo rescata y lo reconoce”.
Por último, en relación al proceso constituyente, Valladares apeló a que la próxima Carta Fundamental “tenga la capacidad de aunar los extremos. Que tenga lenguaje sencillo y claro y que pueda congregar el centro, donde quepamos todos”.
“La gran mayoría queremos un país en paz. No sé si eliminando la desigualdad, de ser posible, sino proporcionar. A lo mejor, a uno hay que darle tres y a otro dos. Eso no es igual, pero el caso puede ser proporcional. Falta el plebiscito de salida, que no deja de ser. Y ahí tendremos que resolver si estamos o no de acuerdo con el trabajo que ha hecho la Convención, que lo ha hecho bien”, concluyó.