¡Yo también te amo, Boris!: Regalos, dibujos y petitorios en La Moneda chica

¡Yo también te amo, Boris!: Regalos, dibujos y petitorios en La Moneda chica

Por: Elisa Montesinos | 17.01.2022
CRÓNICA| Niñas, niños, paseadores de perros, vecinas del barrio Condell, visitantes de regiones y familiares de detenidos durante el estallido social, son algunas de las personas que se acercan a la casona que le prestó la U. de Chile al presidente electo, Gabriel Boric Font, para organizar su futuro gobierno en calle Condell. Hasta la comuna de Providencia, en la denominada "Moneda chica", llegan regalos, bocinazos, gritos y múltiples peticiones de justicia.

—¡Yo también te amo, Boris! —grita un trabajador que pasa en un camión recolector de basura por calle Condell, en la comuna de Providencia, y que causa la risa de las personas ahí presentes que esperan al que será el presidente más joven de la historia de Chile.

Son pasadas las 9:00 de la mañana y un grupo de unas 40 personas –entre periodistas, camarógrafos, policías de civil, niñas y niños con dibujos y regalos, simpatizantes del presidente electo, paseadores de perros y familiares de las y los detenidos durante el estallido social– esperan que aparezca Gabriel Boric Font (35) en la casona que la Universidad de Chile le prestó para organizar su equipo de trabajo presidencial y comenzar a programar el futuro gobierno.

[caption id="attachment_714342" align="alignnone" width="650"]La Moneda Chica. Foto: @elpatogajardo @elpatogajardo[/caption]

Entre los despachos en vivo para distintos canales de televisión y radios, decenas de niñas y niños corren a lo largo de la reja de esta casona. En sus vacaciones escolares, en vez de estar realizando los clásicos panoramas de la época estival, hacen dibujos, escriben carteles y cartas con mensajes para la próxima administración del país y las van a entregar con las caras llenas de sueño por levantarse tan temprano. 

Cuchillo parrillero para el "presidente joven"

Emilia Ramos, de Talca, se dibujó a sí misma y a su padre Mauricio con el próximo jefe de Estado, afuera de una casa gigante con un árbol grande parecido al que se subió Boric en la franja presidencial, con mucho color verde y corazones rojos alrededor. También llegó Amanda, con un libro sobre perritos de regalo y un  dibujo de ella con el presidente electo y el árbol de la campaña.

Otro niño es José Tomás Contreras (13), que junto a su padre Jaime estuvieron desde antes de las 9 de la mañana hasta pasadas las 18:30 horas esperando para entregarle un set parrillero al "presidente joven", como lo llama. Su regalo incluía un gran cuchillo, el que fue revisado rápidamente por los policías, pero que Jaime pudo explicar sin mayores problemas. Más que de seguridad, el trabajo de la policía en el ingreso de la casona es revisar y organizar las cosas que llegan de regalo.

[caption id="attachment_714353" align="alignnone" width="650"]José Tomás Contreras y su regalo parrillero José Tomás Contreras y su regalo parrillero[/caption]

—No teníamos idea que iba a llegar aquí. Si este es un lugar bien tranquilo y no andaba nadie hasta hace unos días —explica Eduardo López (71). Este hombre, vecino de La Pintana, jubilado y tecladista de música tropical, trabaja como chofer, junior y está a cargo de la mantención de la casa de acogida para enfermos, ubicada a un costado de "La Moneda chica", por lo que conoce de memoria lo que ocurre en el barrio. Sabe de las ambulancias buscando a las personas en tratamiento médico, el tránsito de agentes de la PDI por Condell, el paso de las y los estudiantes de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano un par de casonas más allá, y de las personas que asisten a una escuela de conducción que doblan en Obispo Salas con Condell cada cierto rato. Pero esta esquina ahora está bajo dos carpas azules, llena de gente, cámaras, trípodes, micrófonos, una mesa, cables, complicando el viraje a los autos amarillos con el letrero en el techo que dice: A. En Práctica. 

—Me he sacado fotos con él, es bien corriente el joven. Me gusta, porque para uno es como inalcanzable estar cerca de una persona así de importante en el país. Así que altiro le dije que pensara en los jubilados y que nos pasen la plata de la AFP —cuenta Eduardo mientras alimenta a unas palomas, rutina que realiza desde hace nueve años en este sector cercano al "Vaticano chico".

[caption id="attachment_714345" align="alignnone" width="650"]Eduardo López. Foto: @elpatogajardo Eduardo López. Foto: @elpatogajardo[/caption]

Una foto con Camila 

Yasna (50), profesora y vecina del sector, aprovecha sus mañanas libres durante las vacaciones del colegio en que trabaja para acercarse a la casa del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile, con la intención de darle ánimos al futuro mandatario y su equipo. Al lugar llegan Izkia Siches (ex presidenta del Colegio Médico), Camila Vallejo (Partido Comunista), Giorgio Jackson (Revolución Democrática), Gonzalo Winter (Convergencia social, diputado), y profesionales de menos de 40 años que se acercan en bicicletas o caminando tranquilamente. Sin necesidad de escoltas, pese a sus altos cargos.

"Estoy contenta porque mi hijo también es joven y sé que la juventud se la puede. Ellos la llevan, como dicen los jóvenes", relata Yasna, emocionada, minutos después de tomarse una foto con Camila Vallejo a través de la reja, que envía de inmediato por WhatsApp a un grupo de amigas. Dice que también tiene fotos con Jackson, y agrega: "Es que son un amor. Hay un clima cercano y más humano que con otros presidentes. Ojalá seamos así como país y para eso hay que creer en los jóvenes y en la justicia social que proponen".

El paparazzi

Tomás Aguirre (64), feriante de Tierras Blancas (región de Coquimbo), se encuentra en una casa de acogida en Santiago realizándose un tratamiento oncológico porque en su localidad no hay un lugar con la tecnología para tratar su enfermedad. "Estoy acá desde el 29 de diciembre y he venido todos los días. Los otros enfermos me dicen el paparazzi porque tengo selfies con el futuro presidente, con la compañera Camila (Vallejo) y espero sacar más", dice entusiasmado mientras muestra las fotos que ha hecho.

[caption id="attachment_714350" align="alignnone" width="650"]Tomás Aguirre y Camila Vallejo Tomás Aguirre y Camila Vallejo[/caption]

Frente a la pregunta de qué lo motiva a estar horas en la calle, con temperaturas sobre los 30 °C en medio de su intenso tratamiento, responde: "Vengo a apoyar al hombre, que sienta el apoyo de la gente común y corriente que votamos por él, para que no nos olvide como todos los demás presidentes, especialmente con el tema de la salud para los que somos más viejos".

Otra de las personas que está en la reja es Víctor Medina (58), de Lampa, vendedor de carteles de goma eva. Aprovechó unos trámites que debía hacer en Providencia para dejar un cuadro con el escudo de la UC. "Yo soy de la U, pero él es de la Cato. Así que le traje este regalo, junto con un cuadro de Víctor Jara, una carta y una dedicatoria", detalla. En esta última, se lee: "El tetracampeonato significa cuatro veces campeón (y seguidas). Ud, amigo Boric, fue elegido para cuatro años como presidente de Chile y confiamos que lo hará bien y será diferente".

Víctor cuenta que estuvo todos los días desde el 18 octubre de 2019 en las protestas del estallido social, que aparece en muchos videos en YouTube, y que debía estar aquí ya que, según explica: "Es parte del mismo proceso de cambios que estuvimos exigiendo en la calle".

Desayuno con el presidente

Pero no todos son saludos a la nueva autoridad y su grupo cercano de colaboradores, también hay una serie de gremios y organizaciones que se acercan a entregar cartas, petitorios y hojas con cientos de firmas que persiguen distintas causas, como salud, medioambiente, educación, y también están las y los familiares de personas detenidas durante el estallido social.

—Lo único que esperamos es que la Ley de indulto general sea votada pronto. Van más de dos años del estallido y seguimos esperando. Por eso venimos a buscar a Gabriel, para poder explicarle esto —dice en un punto de prensa Paula Denis, cuya pareja está en la cárcel tras el proceso de revuelta popular de octubre de 2019.

Son unas 15 personas que despliegan pacíficamente lienzos en el piso –frente a la atenta mirada de policías de civil que visten poleras marca Converse, O'Neill y Vans– y que instalan una mesa plástica, sobre la que sirven galletas y jugos. "Ya que el presidente (electo) se ha juntado con todos los grupos de poder, esperamos que salga a tomar este desayuno con nosotras", solicitan.

Niñas y niños en La Moneda chica

Ese día hubo una manifestación pacífica afuera, visitas de diputados y senadores de la República, del presidente del Banco Central, entre otras autoridades, mientras entraban y salían profesionales expertos en distintas áreas, chilenos y extranjeros, hombres y mujeres. Esto significó que Gabriel Boric no hizo su clásica aparición para saludar a quienes llegan hasta "La Moneda chica", pero sí se dio el tiempo para recibir todos los regalos que llegaron y a una de las personas: esa fue la oportunidad que tuvo José Tomás para conocerlo.

—Era muy amistoso y me parece como súper genial que el presidente reciba a los niños —relata entusiasmado. Indica que valió la pena levantarse a las 7:00 am en vacaciones para estar cinco minutos conversando con él y poder entregarle un mensaje, además del regalo. "Cuando me preguntó mi parte favorita de Chile, le dije que era toda la naturaleza y la gente del país. Que tenía que cuidarnos a todos", dice.

Niños y niñas en La Moneda chica. Foto: @elpatogajardo

Al que será el presidente más joven de Chile lo visitan las niñas y niños, y también las personas de tercera edad. Los que se acercan ven, desde distintos lados, con esperanza el gobierno que comenzará el 11 de marzo. Gabriel Boric y su equipo se dan el tiempo para recibirles y escucharles, y eso, luego de un gobierno de tecnócratas de derecha y responsables políticos de las violaciones a los derechos humanos durante el estallido social, es un tremendo gesto de humildad hacía quienes vienen desde el norte y sur del país a dejar un regalo, un dibujo, gritar algo a la pasada o simplemente mirar unos minutos desde la vereda y luego caminar hacia sus rutinas diarias.

NIños y niñas en La Moneda Chica. Foto: Matías C. Chandía

 

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