Max Feito es ilustrador y diseñador gráfico. Si bien dibuja desde niño y recuerda que "desde primero básico ya hacía dibujos en el colegio de mis compañeros y se los vendía", solo hace unos nueve años se dedica de lleno al dibujo.

Como diseñador ha hecho el arte para eventos, festival y proyectos de música, como los discos de Manuel García y las reediciones de CDs y vinilos de Los Prisioneros ya que trabaja con Carlos Fonseca histórico manager de la banda, de quienes aún conserva los derechos. Feito trabajó también con él en las reediciones de los discos de Aparato raro, y actualmente está haciendo el arte del nuevo disco de Gonzalo Yáñez.

"Hay veces que han faltado fotos para el libro interior de un disco y yo voy y meto dibujo. He estado dedicado, como diría Aylwin (risas) a meter mis ilustraciones en la medida de lo posible", bromea.

También ha colaborado en el portal Prensafútbol. Con Felipe Molina hacían los mosaicos que armaba la gente cuando jugaba la selección chilena. "Cada vez que entraba la selección a la cancha, la gente armaba un mosaico que decía: "vamos Chile", "vamos a Rusia", "vamos campeones". Era un proyecto de Felipe y mío que cagó con la pandemia".

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En el último tiempo sus viñetas han aparecido en El Desconcierto, La Voz de los que Sobran y el diario La Hora. También ha publicado dos libros. Absurdo mundo es su segunda incursión en las publicaciones y salió hace un par de meses. Allí habla de contingencia, temas sociales y política desde una mirada sarcástica y con critica social.

-Recientemente fuiste premiado como artista del año por Citylab 2021. ¿Cómo ha sido el paso por tu carrera para llegar hasta este reconocimiento?

Ha sido bonito el camino en general. Si bien llevo más tiempo trabajando como diseñador gráfico que como ilustrador, siempre he tratado de unir estas dos carreras en mis proyectos.

Y ahora, hace unos años que cambié el switch y comencé a enfocarme más como un producto, o sea tengo que vender mi arte y no trabajar para los proyectos de otros. Desde que me concentré en ese objetivo, ha sido un camino super bonito, con altos y bajos. Ha sido vital el super apoyo de mi esposa Camila y este reconocimiento de Citylab también fue muy bonito. Llevo un poco más de un año en esta comunidad de artistas donde hemos generado muy buena onda entre gran parte del grupo y que haya salido el más votado por mis pares es un lindo gesto.

-En medio de la crisis de legitimidad que presentan los medios de comunicación convencionales, ¿cuál es el rol que le das a tu ilustración?

El rol que cumplen mis ilustraciones es el de generar crítica social desde el sarcasmo o a veces, según el tema que necesite tocar lo puedo hacer desde un lado más emotivo. Trato de generar conciencia en las personas a través de mis ilustraciones, que se cuestionen cosas, que se generen debates entre la gente que sigue mis publicaciones y también tratar de incomodar a esas personas que abusan de su condición social. Ya sea políticos, empresarios o simplemente los clásicos “winners” que tanto daño le hacen a la sociedad.

"Quién soy yo para andar juzgando a mis colegas"

-Háblanos de los temas en los que te inspiraste para este libro

En mi nuevo libro Absurdo mundo me inspiré en temas más transversales y atemporales, mientras que en el primer libro tocaba temas principalmente relacionados al estallido social y la contingencia local. En Absurdo mundo hablo también de crítica social, de situaciones absurdas que nos ocurren como sociedad; de la muerte, de astronautas, conflictos internacionales, etc., pero siempre desde la mirada absurda y sarcástica.

-¿Por qué decides recurrir al absurdo?

Porque siento que vivimos en un constante absurdo y que la gente no se da cuenta de eso hasta que se los muestras. Ya sea en una película, en una obra de teatro o en un libro de ilustraciones. Al retratar este absurdo quiero y trato de generar cierta conciencia en la gente y que ellos mismos se cuestionen las cosas y puedan generar un cambio en cómo mirar las cosas.

-¿Qué tiene que tener una buena ilustración para lograr hacer sentido?

Con el tiempo han ido cambiando ciertos parámetros en una “buena” ilustración. Para mí, ojalá que tenga un buen trazo, quizás es muy vieja escuela lo que digo, pero como ilustrador, me gusta mucho que tenga un buen trazo.

Hoy en día veo en redes sociales a ilustradores que no manejan un buen trazo ni una buena composición ni tampoco una buena narrativa y resulta que les va bien igual. Al principio me costó entender eso, pero más que obligarme a que me gustara, terminé aceptándolo como tal. Aparte que quién soy yo para andar juzgando a mis colegas. Cada uno hace lo que le nace y cada uno tiene su público. Mientras existan las ilustraciones y sean capaces de generar algo en las personas, ¡está todo bien!

Absurdo mundo se encuentra disponible en Bros Librería y Centro GAM. Además, se puede encargar a través de las redes sociales de Max Feito:
Instagram/Twitter: @maxfeito
Facebook: @maxfeitoilustrador