CRÍTICA| Dormir con fantasmas:

CRÍTICA| Dormir con fantasmas: "Insomnio" de Marina Benjamin

Por: Elisa Montesinos | 07.01.2022
La escritora inglesa Marina Benjamin pasó varias décadas intentando dormir bien. Fueron años sin poder conciliar el sueño, hasta que una noche, cansada de tanto desvelo, empezó a escribir. De ahí surgió Insomnio (Chai Editora, 2020).

Insomnio es un breve ensayo que reflexiona en torno a la experiencia —a veces angustiosa, a veces simplemente aburrida— de sobrellevar la vigilia. Entre medio nos habla de literatura, de filosofía, de psiquiatría, y en ese viaje expone incluso su propia relación de pareja. Cómo no hacerlo si para algunos solo se duerme bien acompañado. Consenso que no parece convencer a la autora, para quien dormir con otro cuerpo al lado a ratos sería como dormir solo. "El insomnio hace de ti una isla", dice con cierta resignación. "En el fondo es una condición de profunda soledad. Y ni siquiera una soledad digna, porque en el insomnio tus propios pensamientos rumiantes te canibalizan".

Famosos insomnes

Pero Benjamin no solo habla de su insomnio. También profundiza en el enigmático poder que tienen los sueños. Poder no solo de producir sensaciones e imágenes, sino de ordenarse bajo un misterioso esquema narrativo, hasta hoy, objeto de múltiples lecturas e interpretaciones. Y aunque la autora no ahonde en el tema, sí parece confiada en que la escritura, lejos de resolver su problema, al menos, la mantendrá ocupada en esas horas de vigilia. De hecho, la misma estructura del ensayo parece compuesta de apuntes recogidos durante la madrugada. Anotaciones e ideas sueltas que carecen de cualquier pretensión de conjunto o totalidad. Por el contrario, su condición de abierta incompletitud nos sugiere que estos fragmentos fueron escritos ante la amenaza inminente de que el cuerpo que escribe, en cualquier momento pudiese caer rendido ante morfeo. "El sueño es perverso. Invítalo y te rechazará, niégalo y te tenderá una emboscada".

De igual forma, la autora se pasea citando autores como Proust, Lacan, o Virginia Woolf. Y así, cuenta cómo Vladimir Nabokov, otro famoso insomne, un día se propuso que al despertar debía escribir sus sueños. O lo que recordara de ellos. Su afán, por cierto, iba más allá de lo literario. Lo que el escritor ruso quería era probar una hipótesis. Los sueños serían una mezcla, más o menos desordenada e impredecible de los archivos que acumulamos en nuestra memoria. Combinación ilimitada de imaginaciones y posibilidades, que también gozaría de un componente profético. Dicho de otro modo, soñar sería entonces mirar al futuro. Un futuro que no solo podríamos hallar dentro de nosotros mismos, sino que también, cual destino trágico, estaría escrito de antemano.

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Cierto o no, hoy parece razonable pensar que detrás de todo trastorno del sueño hay algo más que un problema de salud mental. La angustia, el vacío y el malestar derivados de las distintas formas de precarización material de la vida, parece tener su correlato cuando intentamos cerrar los ojos. Lo sabemos, nos llevamos a la noche los problemas que no pudimos resolver durante el día. Arrastramos a nuestra vida privada los dilemas y obstáculos de la vida pública. De hecho, en este caso, la autora no se arruga en admitir que escribe como consecuencia de su propia neurosis. Y por ende, también teme pensar que sanarse implique dejar de escribir. "Sentirse acosada por los sonidos de la noche es una experiencia rara para alguien como yo, a quien de día le cuesta oír bien y cuyo destino genético es la sordera".

Como sea, Insomnio es un ensayo que a pesar de su brevedad, destella lucidez y franqueza. Detrás de su tono sobrio y sereno, atesora un par de buenas reflexiones que dialogan astutamente con la época que vivimos. Porque no todo el mundo puede ir a terapia. Algunos nos refugiamos en las drogas. Como dijo un amigue, quizás sea momento ya no de sufrirla ni esconderla, sino de volver cool tu patología psiquiátrica. Asumirla, abrazarla, trabajarla. Y si no puedes contra ella, hazla arte.

"El insomnio es tanto el ladrón de mi reposo como mi amante diabólico", dice la autora. Y luego insiste, "en mi experiencia, es generoso pero habitual ver refinamiento donde solo hay neurosis". Sutil e incontestable: caras bonitas y sanas vemos, trastornos psiquiátricos por resolver no sabemos. Marina Benjamin nos recuerda que ya no basta con contar ovejas. Tampoco con sobremedicar cada una de nuestras carencias. Sino quizás, solo partir reconociendo que nunca dormimos solos. A pesar de la angustia, de la depresión, de la esclavitud, del cansancio, siempre dormimos con nuestros fantasmas.

Insomnio de Marina Benjamin

Insomnio 

Marina Benjamin

Traducción de Florencia Parodi

Chai Editora, 2020

136 Páginas

Precio Referencial: $14.000