Kreutzberger, Boric y Kast: La misma cara de la moneda, hombres y poder
En los dos capítulos de entrevistas emitidos esta semana, Canal 13 cautivó al público y marcó tendencia en redes sociales alcanzando más de doscientas mil interacciones y catorce puntos de audiencia. La fórmula: preguntas políticamente correctas, el melodioso piano del maestro Valentín Trujillo, dos candidatos en cierre frenético de campaña, un entrevistador experto, testimonios lacrimógenos, el canal repleto de recursos a disposición del show y una audiencia atenta a cualquier indicio de lo que ocurrirá este 19 de diciembre en las urnas.
Aunque reniega de su influencia en el quehacer político del país, es indudable el peso de Mario Kreutzberger, don Francisco, tanto en Chile como en el extranjero. Tiene su propia estrella en el Boulevard de Hollywood, un Emmy y múltiples premios y reconocimiento. Logró la internacionalización y todos los candidatos y presidentes de los últimos treinta años han respondido sus preguntas. Representa una era de la televisión chilena.
Como ya es tradición desde el 2009, regresó a la pantalla con este formato de entrevistas de perfil humano de los candidatos a la segunda vuelta presidencial, con la idea de repetir la experiencia de elecciones anteriores y en marzo regresar para entrevistar al presidente electo, tal como sucedió con Sebastián Piñera. Asumió este desafío con 81 años en el cuerpo y el pelo totalmente cano, pues ya no está dispuesto a teñírselo, según afirma.
Ayer fue el turno de José Antonio Kast como entrevistado de don Francisco. Lo que se dijo y dejó de decirse transparenta un acuerdo tácito para maquillar en la conciencia del electorado los efectos adversos producidos por el material candente que generó el candidato presidencial del Partido Republicano con la divulgación prematura de su primera propuesta programática de gobierno que reveló sus ambiciones por: eliminar el Ministerio de la Mujer; cerrar el centro de estudios Flacso y el Instituto de Derechos Humanos, profundizar la coordinación internacional antiradicales de izquierda y dotar a la Presidencia de la República con la facultad para registrar y detener a personas en lugares no declarados, ocultos. Ambiciones que podrían costarle el sillón presidencial, aunadas con impopulares posturas negacionistas frente a la dictadura de Pinochet, el cambio climático y la autonomía de los pueblos originarios, así como sus múltiples y desafortunadas declaraciones homo y transfóbicas.
Don Francisco y Kast, defensores del modelo
Don Francisco mantuvo su perfil de facilitador bromista y no entró ni en polémicas ni en profundidades. Las preguntas más comprometidas fueron seleccionadas desde las redes sociales y Kast apenas si reconoció el fuerte rechazo que provocaron sus declaraciones, obligándolo a desdecirse y retirar de los dientes para afuera las propuestas más extremas. Situación agravada por los dichos, igualmente desafortunados, de aliados como Johannes Kaiser. Si bien estas ideas permitieron a Kast liderar las votaciones en primera vuelta, a la hora de las alianzas y conformación de equipos, sin duda que le cobran factura por el repudio general y el rechazo transversal, incluso de diversos sectores de su propia coalición.
Entre preguntas familiares, se trasluce una importante raíz ideológica que une al entrevistador y al entrevistado: ambos defienden el modelo económico instaurado en los 80. El primero, puso su rostro para las primeras campañas de AFP, aunque ha declarado que aceptó a regañadientes, y ha sido protagonista de la historia contemporánea chilena desde los lejanos 70. El segundo, es un acérrimo admirador de José Piñera y de Jaime Guzmán, ideólogos y exportadores de este sistema al mundo.
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De ahí su autoproclamación como hombre de familia, demócrata y respetuoso de la ley durante todo el programa. Y es que a pesar de la prestancia no se puede obviar el hecho que detrás de las sonrisas y desmentidos del político hay un equipo de asesores para las encuestas. La carrera por el puesto está en su último tramo y los errores y negociaciones adquieren peso en votos. El paradigma del progreso impulsado por Kast implica una defensa a ultranza del sistema económico neoliberal, depredador e indolente, que la mayor parte de la sociedad chilena está luchando por transformar.
Nos queda la imborrable postal del clan Kast: un coro católico que le canta alegremente sus glorias al patriarca. ¡Cómo pasar por alto la declaración de María Pía Adriasola, madre de los nueve hijos del candidato, quien estuvo ochenta y un meses embarazada! Es innegable el aguante y el feroz presupuesto para mantener esa cantidad de hijos y ese nivel de vida por décadas.
Un presidente joven, agnóstico y sin hijos
Gabriel Boric fue el primer candidato en ser entrevistado. El programa lideró el horario estelar alcanzando en varias ocasiones catorce puntos de audiencia y decenas de miles de interacciones en redes sociales, lo que muestra el gran interés del público por conocer en un plano más íntimo y familiar a quienes disputan el sillón presidencial.
Con Boric, don Francisco se enfocó en sus orígenes en Punta Arenas, sus relaciones familiares y sus primeras incursiones políticas. La poesía ocupó un lugar inesperadamente protagónico en la entrevista, recordando el poema Estar enamorado del argentino Francisco Luis Bermúdez y al chileno Oscar Hahnn, entre otros.
A diferencia de Kast, Boric es soltero, agnóstico y no tiene hijos aún. Su pareja, Irina Karamanos, ante la pregunta de si aceptaría ser Primera Dama, contestó que los tiempos están para replantear este rol de acompañamiento al cargo.
Boric hizo lo que pudo por dar la imagen de un hombre cálido y presente. Ante preguntas sobre si admira a Ricardo Lagos, o sobre su juventud, que podrían restarle votantes, respondió diciendo que toma lo bueno de todas las fuentes, y que su trayectoria lo avala, agregando al más puro estilo clase política, vaguedades generales orientadas a tranquilizar a los inversionistas en cuanto a que su apoyo a la Convención Constituyente, a las minorías y a los pueblos originarios no implicará de ninguna manera cambios que deterioren el desarrollo económico del país.
Como era de esperar, el programa de don Francisco nos mostró que ambas posibles caras de la moneda son seres humanos, amantes de sus familias y solidarios con los suyos. De Kast ya sabemos que esperar. Solo el tiempo y la trayectoria futura nos dirán si Boric logra pasar de simple político de izquierda, para convertirse en el verdadero estadista que Chile tanto necesita.