Descubren un mecanismo que causa la metástasis del melanoma y cómo frenarla
Un equipo de investigadores españoles descubrió un mecanismo involucrado en la metástasis del melanoma, uno de los tumores cancerígenos de piel más agresivos, y un tratamiento que podría ser eficaz para bloquearlo en sus etapas más iniciales, cuando más posibilidades hay de detener esa progresión.
Esto fue demostrado en modelos animales científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que comprobaron cómo ocurre ese proceso crítico en el avance de la enfermedad y cómo bloqueándolo se reduce la metástasis.
Los investigadores del CNIO Héctor Peinado, jefe del grupo de Microambiente y Metástasis, y Susana García Silva describieron cómo ocurre ese proceso. Los llamados exosomas, nanovesículas expulsadas por los propios tumores, viajan y se hospedan en el ganglio centinela, un ganglio linfático donde se produce inicialmente la metástasis, y desde ahí preparan a distancia el entorno propicio para favorecer la metástasis.
Una molécula (llamada NGFR) dirige todo ese proceso, pero el bloqueo de la misma reduce notablemente las metástasis en los modelos animales, según comprobaron los investigadores, que han señalado que ese bloqueo se consigue mediante otra molécula (la THX-B) que se está ya testando para tratar otras patologías, lo que podría agilizar su posible uso también para el tratamiento de tumores.
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Molécula se prueba en ratones
Héctor Peinado detalló a EFE que la molécula con la que lograron frenar la metástasis en los ratones ya se está probando en modelos preclínicos, también con animales, para el tratamiento de las retinopatías diabéticas, una complicación que afecta a la vista, e informó que su equipo patentó ya su utilización en oncología.
"Estamos desarrollando su uso en el melanoma valorando su eficiencia y la farmacodinámica en modelos preclínicos de ratón", explicó el investigador apuntando a que el objetivo con el que trabajan es que se autorice su utilización en oncología para que se pueda combinar con otras terapias actuales.
Pero, ¿podría esa molécula ser igualmente eficaz para tratar de detener la metástasis en otros tipos de cáncer? El investigador dijo que sí, porque hay varios tipos tumorales en los que se sobreexpresan esas moléculas (las NGFR), por lo que la utilización de este inhibidor podría ser también aplicable a ellos.
Conocer cómo son capaces los tumores de manipular su exterior para poder avanzar es una de las grandes cuestiones a las que el equipo de Peinado trata de dar respuesta, subrayó el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, que recordó que durante décadas los científicos se han centrado en estudiar el comportamiento intrínseco de los tumores para combatirlos, pero no en todo lo que los rodea.
La metástasis es responsable del 90% de los fallecimientos por cáncer
A diferencia de otros tipos de cánceres de piel, el melanoma es uno de los tumores más agresivos, y puede derivar en metástasis desde los primeros momentos, cuando la lesión es todavía muy pequeña, y al no existir marcadores tempranos ni predicción de la enfermedad son especialmente relevantes los nuevos tratamientos y el diagnóstico temprano y preciso para mejorar el pronóstico de los pacientes, destacó el CNIO.
Este centro de investigación precisó que la metástasis es responsable del 90% de los fallecimientos por cáncer y que en la mayoría de los casos se detecta demasiado tarde.
Los exosomas se hallaron hace más de 30 años, pero se estudiaron en profundidad hasta hace poco años. El propio Héctor Peinado descubrió en un laboratorio de Estados Unidos en 2012 como las células tumorales los liberan y transfieren información biológica al microambiente que les rodea para educarlo y favorecer así la metástasis, incluso antes de que las propias células tumorales viajen por el organismo.
¿Una nueva vía para combatir la metástasis?
Como en otros tipos de tumores, las células del melanoma viajan y se expanden por el organismo principalmente a través de la circulación sanguínea y del sistema linfático.
Una vez comprobado en los modelos animales el papel que desempeñaba la molécula NGFR en ese proceso y cómo el inhibidor THX-B detiene la metástasis, los investigadores consideran que se abre la vía para un posible nuevo tratamiento para combatirla, que se convertiría en uno de los primeros para hacer frente a ella en sus etapas más iniciales.
La investigación la financió, entre otros organismos, el Ministerio de Ciencia, el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Ramón Areces, la Fundación “la Caixa”, la Comunidad de Madrid, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el Consorcio estadounidense Starr Cancer, la Melanoma Research Alliance (Estados Unidos) y la Fundación Feldstein.