En estos momentos leo cuando puedo. Entre tantas cosas, estoy aprovechando de leer dos libros: uno es la Trilogía de la fundación de Isaac Asimov, considerado uno de los mejores libros de ciencia ficción de la historia; y el otro es Por una constitución ecológica de Ezio Costa. Trato de leer mucho cada vez que tengo tiempo. Actualidad, historia y filosofía, siempre mi idea es leer. 

Tenemos muchos escritores chilenos muy buenos e invito a la gente leer poesía, sobre todo en un tiempo en que nos han hecho cuestionar si es importante o no. Creo que podemos afianzar desde la poesía los errores del pasado para no cometerlos en el futuro. Acá, en la Constituyente, tenemos un muy buen escritor: Jorge Baradit, cuyos libros como La historia secreta de Chile, me han encantado y se los recomiendo a la gente, incluso le voy a pedir que me firme el libro (risas). 

Es triste tener no a uno, sino que a varios negacionistas en la Constituyente. Es sumamente triste. Cuando planteo el tema del negacionismo, sobre todo desde el Estado, históricamente, hacia los grupos sociales por temas de dogma y no objetivos, tenemos división. Tener a personas que hacen apología del negacionismo, que hablan de “Gobierno militar” o “del salvador de la patria” respecto a un genocida es triste, pero también es un desafío para nosotros. Los derechos humanos se deben defender y en eso hay que ser implacables. 

Acá, defendemos todas las tendencias que creen en la dignidad de las personas y excluimos a las ideologías que creen que hay grupos superiores a otros. Perpetuarse en el poder y no proponer cambios o transformaciones es contrario a la dignidad de las personas. En Chile, a pesar que existe mucha riqueza, hay mucha miseria y eso nos hace cuestionarnos el estado de derecho, porque todos, por derecho, merecemos vivir bien. 

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El constituyente Jorge Arancibia debe haber sido un muy grande profesional en su área, por algo llegó a un puesto tan alto en la marina. Creo que también es muy buen padre de familia y quiero creer que es una persona que está en paz consigo mismo y sus errores porque detrás del cargo que tuvo hay muchos muertos y desaparecidos. Sus dichos de otros momentos derivaron en dolor y revictimización de muchas personas y sobre todo de personas que no sabemos dónde están. Personas como Jorge Arancibia nos obligan a poner el debate en las personas. Yo no tengo nada contra él pero sí contra las ideas que defiende, porque creo que sus creencias no se ajustan a la realidad del Chile que tenemos y queremos. 

El trabajo de constituyente trasciende en la historia y prefiero abstenerme de opinar sobre los candidatos presidenciales en estos momentos. Lo que sí puedo mencionar es que son contrarias a los derechos humanos las ideas totalitarias y el fascismo. Cualquier candidata o candidato que se crea en superioridad por sus ideas o que hay una raza, etnia o color superior a otras, no está simplemente equivocado sino que atenta contra la dignidad de la persona en general. 

Ha habido hartos intentos de boicotear la Constituyente. No solo de la derecha extrema, sino que también de muchas personas que todavía no entienden la importancia y la trascendencia que tiene convocar a una asamblea de personas que se propongan entregarle al país un acuerdo. Es tan importante la Constitución que va más allá de lo que diga un sector político determinado. La intención es avanzar en todos los aspectos e incluye a los sectores que han desinformado o entregado noticias falsas. 

Sebastián Piñera es el ejemplo vivo de Al Capone. El gánster no fue apresado por los delitos que cometió sino que por evasión de impuestos y en eso no hay mucha diferencia entre un mafioso y este presidente. Sebastián Piñera no solo ha violado la Constitución y la ley, sino que lo ha hecho con una intención de hacerle daño a la gente y eso lo hace responsable de crímenes de lesa humanidad. Yo seré uno de los querellantes en juicios en los cuales buscaré que Sebastián Piñera termine en la cárcel, porque es un delincuente y los familiares de las víctimas merecen justicia. 

La situación de los presos de la revuelta la veo con mucho dolor. No hay día en que no me levante y piense en que hay muchas mujeres y hombres privados de libertad y me tiene muy preocupado todo lo que les pasa. Trato de estar atento a las actividades que realizan y de honrar su lucha en cada ocasión en la que me es posible. Los presos y presas de la revuelta son parte de la solución a pesar de que el gobierno los ha estado indicando como parte del problema. Desde mi lugar de constituyente estoy honrando día a día a los presos de la revuelta como los héroes que son. La Convención Constituyente debe seguir presionando para que salgan en libertad y yo propongo que de aquí a que termine nuestro trabajo haya una voluntad real de terminar con los juicios contra ellas y ellos.