Nuevo sistema de pensiones: desafío y voluntades
A la espera de la aprobación o rechazo del cuarto retiro del 10% de nuestros ahorros previsionales la pregunta es: ¿qué debemos hacer para reemplazar este sistema de pensiones que fracasó? La respuesta es algo más compleja que las legítimas demandas desde el plano ideológico o desde el profundo interés de los grupos económicos que hasta hoy, lucran con nuestros ahorros previsionales: el futuro sistema de pensiones y seguridad social debe dar garantías para todas y todos de una vejez digna.
Este Sistema de Pensiones y Seguridad Social debe ser un órgano autónomo del Estado como el Banco Central o la Contraloría General de la República, por lo que es necesario subir a esta condición al Instituto Nacional Pensiones (INP), de esta forma estaremos protegiendo nuestros ahorros previsionales, que no deben perder la condición de cuenta individual de ahorro, hasta la jubilación o fallecimiento del cotizante y en ese caso los ahorros deben ser entregados a sus herederos.
Debe ser voluntario, ya que no estamos en tiempos de obligar a nadie por muy justo o necesario que nos parezca este fin. Debe ser universal, es decir, podrá ser parte todas y todos los nacidos en el país o residentes que cumplan los requisitos que, para este efecto, se establezcan, sin importar que no tengan ahorros previsionales. De esta forma dignificaremos, por ejemplo, el invaluable trabajo de miles de mujeres cuidadoras o dueñas de casa y a miles de trabajadores independientes que contribuyen con sus impuestos al desarrollo de nuestro país. También debe recoger todas las pensiones ya entregadas por el Estado, así como las pensiones entregadas por las AFP. No podemos construir futuro sin hacernos cargo del pasado y para ello es necesario que el nuevo Sistema de Pensiones y Seguridad Social garantice una pensión no inferior a un sueldo mínimo.
Este nuevo Sistema de Pensiones y Seguridad Social funcionará como hoy lo hacen las AFP, pero con algunas diferencias: las cuentas individuales de ahorro formarán un fondo de inversión, que sólo podrá ser invertido en el país, a través de bancos nacionales con anclaje en el Banco Central o en inversión directa en empresas que tengan garantizadas las utilidades por ley como: las sanitarias, empresas distribuidoras de electricidad o empresas concesionarias de carreteras. Por otra parte, es relevante señalar que las utilidades que genere este fondo de inversiones serán repartidas entre los cotizantes dueños del capital y el fondo solidario de pensiones. Como este sistema no tendrá fines de lucro, todas las utilidades generadas serán parte de este fondo de inversión.
Nada de esto es gratis. Sin duda será necesario subir los descuentos previsionales, y también será necesario que los trabajadores que emiten boletas de honorarios se incorporen al sistema creando una cuenta individual de ahorro previsional con la retención de sus boletas. Para fortalecer este fondo de inversión será necesario modificar el sistema de impuestos (no más devoluciones de impuestos o perdonazos) y, a lo menos, un punto del IVA deberá integrarse a este fondo de inversión, además de un porcentaje de las utilidades de Codelco y parte del royalty pagado por las empresas que exploten nuestros bienes naturales.
Todos estos cambios son necesarios y posibles, pero ha faltado la voluntad política de los gobiernos de la post dictadura. El compromiso de la bancada humanista es con la gente común y yo me haré cargo de levantar esta propuesta y de conseguir lo que sea necesario para lograr esta meta, tan necesaria, justa y digna para todos.