Fuego técnico: Los cuestionamientos y alternativas a la práctica para prevenir incendios
¿Existe un fuego capaz de combatir incendios forestales? Con esta pregunta inicia un video publicado recientemente por Conaf donde se da cuenta de una capacitación impartida por técnicos de una fundación española para el uso de fuego técnico o quemas prescritas. Se trata de quemar de forma controlada la materia vegetal que está en el suelo de una plantación, para disminuir la propagación de incendios.
Desde Conaf se presenta el fuego técnico como una herramienta importante que será utilizada en la prevención de incendios. Pero es una práctica que ha despertado cuestionamientos dentro del rubro forestal. “Es importante entender que en Chile el fuego no es parte de la dinámica de la regeneración de la vegetación, como sí lo es en otros ecosistemas mediterráneos de Europa o Norteamérica”, explica la Doctora en ecología y profesora de la Universidad de Chile, Fernanda Salinas.
Para Fernanda, no es casual que la capacitación la haya impartido una fundación española. “Ellos recomiendan según las condiciones de ecosistemas de Europa, pero no conocen la biología de Chile. En el video una de las técnicas menciona que el fuego puede estimular la semillación de especies. Eso es correcto para otros ecosistemas, pero no en los que hay en Chile. Se ve una brecha entre los conocimientos que están entregando a personal de Conaf, y el conocimiento sobre flora nativa”, explica.
La académica recuerda las advertencias que se han hecho en varias ocasiones desde distintos centros de investigación, donde se alerta que la principal forma de prevenir la propagación de un incendio es a través del paisaje, para lo cual es necesario repensar el modelo forestal de Chile que se basa en extensas plantaciones homogéneas que favorecen grandes incendios y que han crecido sin respetar la vegetación nativa, las fuentes de agua y los corredores biológicos.
Impactos y alternativas
“Es problemático que se conciba la materia orgánica del suelo como combustible y no como una parte clave del suelo. Al sacarlo a través de fuego técnico estás eliminando parte del ciclo biogeoquímico que sustenta los nutrientes del suelo y su salud. Con la quema de esta materia se disminuye el contenido de humedad del suelo, que es más susceptible de ser erosionado por las lluvias. Todo esto dificulta que las plantas puedan recolonizar ese suelo y sostener la fauna sobre la superficie de este. Es problemático en varios niveles”, acota Fernanda.
Las quemas prescritas también generan contaminación atmosférica y emisión de gases de efecto invernadero. Poco a poco, surgen algunas propuestas para gestionar esa materia vegetal de otras formas. Una de las opciones es retirarla y procesarla para hacer biomasa en formato de chips que se utilizan en algunos procesos industriales. Para el gerente de la Asociación Chilena de Biomasa, Antonio Minte, esta es una línea de trabajo que les gustaría impulsar, “aunque se necesitan incentivos porque económicamente no es muy viable hasta el momento”.
Estos mismos chips de biomasa son utilizados por distintas experiencias que promueven la agricultura sintrópica y regenerativa. Se trata de una forma de trabajar la tierra que ha adquirido cada vez más experiencias. La materia orgánica producida por los árboles se chipea y se cubre con ella un suelo reforestado, como forma de alimentar el suelo. Esta técnica va cambiando gradualmente la condición del suelo y se logra una agricultura que no requiere de abonos y que cada vez exige menos agua, según explica Francisco Fuenzalida del centro de estudios Aguatierra.
“Es una actividad que ha crecido mucho en los últimos años y tiene cada vez más gente interesada. También estamos trabajando en proyectos con la Comisión Nacional de Riego y con Parquemet. Pero todavía no somos los suficientes para generar una demanda de este material. Incluso Conaf podría utilizar esa biomasa en sus procesos. Pero es necesario crear redes y que más personas hagan esto para que haya una demanda y sea más viable”, resume el agroecólogo.