Un campeón de tomo y lomo: La historia contra el tiempo de Alberto Abarza, oro paralímpico en Tokio

Un campeón de tomo y lomo: La historia contra el tiempo de Alberto Abarza, oro paralímpico en Tokio

Por: Cristian Neira | 25.08.2021
Este miércoles, Alberto Abarza entró con letras doradas a la historia del deporte chileno al colgarse la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Su historia es dramática, pero a la vez muy hermosa. Sufre el mal de Charcot–Marie–Tooth, el cual lo dejará postrado en poco tiempo más, lo que hace cubrir de heroísmo aún más el logro que emocionó a todo Chile.

Alberto Abarza emocionó a todo Chile, es verdad. Las lágrimas brotaron en muchos de los que siguieron atentamente la carrera donde se instaló, con letras doradas, en la historia del deporte nacional, al conseguir la medalla de oro en natación, en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

El deportista corre contra el tiempo no sólo en su competición, sino en su vida, debido a la extraña enfermedad que, en muy poco tiempo más, lo dejará postrado para siempre.

Abarza sufre de Charcot–Marie–Tooth, de carácter hereditario y que le causa un daño degenerativo tan grave a sus nervios, que poco a poco le va quitando fuerzas a sus extremidades, hasta el punto que quienes la sufren quedan postrados en cama, totalmente dependientes.

Es por eso que el chileno tiene una carrera contra el tiempo por su vida, y por lograr un sueño que el año pasado, con la suspensión de los Juegos Paralímpicos por el COVID-19, parecía romperse en mil pedazos.

“Yo podría desear que se hicieran ahora, porque quizás después no podría estar. Pero creo que por algo son las cosas. Si se tienen que suspender y hacerse en un año más y yo no estar, votaría por eso. La medalla no es lo importante, no basta con colgársela. El deporte se hizo para disfrutarlo, para sonreír”, declaró el 2020 a La Tercera.

https://www.youtube.com/watch?v=OpO2tffjQjg

Teletón, un bastión en su vida deportiva

Alberto Abarza fue diagnosticado con su enfermedad en su adolescencia, y sintió que ya nada tenía sentido. Según él mismo contó, entró al Instituto Teletón, y recién ahí, supo que tenía dotes para el deporte paralímpico.

Desde el 2017, los logros comenzaron a llegar a su vida, pero hubo uno que lo deja orgulloso y que ninguna medalla olímpica superará.

Prefiero ser feliz que ser exitoso. Hay mucha gente que es exitosa y no es feliz. Tengo la fortuna de poder decir que soy feliz. Tengo una hija sanita y la disfruto mucho. Tengo mi novia, mis perros, no me hace falta nada. En el último tiempo he sentido el desgaste en mi cuerpo. Se nota en la respiración, que es lo más importante en el deporte que hago, y en las manos, ya no puedo escribir, por ejemplo. Pero no tengo quejas, siento que le he ganado mucho tiempo a la vida”, le reconoció hace poco a Emol.

[Te puede interesar]: Alberto Abarza tras ganar la segunda medalla de oro en la historia de Chile: “¡Nada es imposible!”

Mi hija me puede llamar a las diez de la noche y decirme: 'papá, quiero ir al cine'. Y vamos. Es porque yo tengo que aprovechar el tiempo de ella, yo no sé cómo voy a estar mañana. El tiempo hay que disfrutarlo todos los días, no porque te vaya a pasar algo. Yo tengo la fortuna de que sé lo que me va a pasar, entonces trato de aprovecharlo ahora”, añadió.

Él es Alberto Abarza, el chileno que le ganó a la vida y se instaló para siempre en la historia del deporte nacional, con una gesta que difícilmente se olvidará.