Los suicidios de Florencia Elgueta y Vanessa Araya, dos jóvenes enfermeras que laboraban en el Hospital de Viña del Mar, movilizaron a trabajadores y trabajadoras del recinto hospitalario y ex funcionarios a denunciar cómo el acoso y el maltrato se convirtió en algo sistemático y habitual en el mismo, según recogió un reportaje de El Desconcierto.

Por estos hechos, la diputada Marcela Sandoval (RD), como integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara Baja, envió un oficio para que la Dirección del Trabajo informe si ha recibido denuncias de acoso laboral y sexual por parte de otras funcionarias del centro asistencial.

Al respecto, la legisladora manifestó que “en menos de un año dos trabajadoras del Hospital Clínico de Viña del Mar se suicidaron. Ambos casos tenían en común un contexto de maltrato y acoso en su lugar de trabajo, realizados por compañeros y directivos, sin que quienes debían evitar y prevenir dichas prácticas adoptaran medidas”.

Asimismo, la parlamentaria señaló que “es pertinente que la Dirección del Trabajo informe si ha recibido denuncias de acoso laboral y sexual por parte del Hospital Clínico Viña del Mar y de concretarse, deben remitir los respectivos informes de fiscalización”.

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Marcela Sandoval subrayó que “el acoso laboral tiene consecuencias devastadoras para las víctimas, que suelen ser muy profundas y con diagnósticos bastante perjudiciales, insomnio, depresión, trastornos físicos y lo que tampoco es menor, la decisión de quitarse la vida”.

“Como integrante de la Comisión de Trabajo, es mi deber repudiar estos hechos y dar una señal de que trabajamos de forma constante para aportar y tratar de erradicar estas manifestaciones de sometimiento e inadecuadas condiciones laborales que violentan y perjudican al desarrollo personal de las personas”, añadió.

“El relato y los antecedentes aportados por las familias de las víctimas, reflejan que al interior del Hospital Clínico de Viña del Mar se vive un escenario de abuso sistemático y continuo”, enfatizó la legisladora.