“Los programas de gobierno de candidaturas de izquierda poseen en general mayor sensibilidad sobre la temática ambiental. Desde la derecha se reconoce una desconexión con la materia, lo que es preocupante debido a la crisis climática y ecológica que estamos viviendo como humanidad y nación”, resume la politóloga Pamela Poo, en su análisis comparado sobre los programas de gobierno en materia medioambiental.

Similar diagnóstico hacen el abogado de la ONG Fima, Ezio Costa, y el ex ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, señalando a Sebastián Sichel o Ignacio Briones como los que más medidas aportan a las materias desde Chile Vamos, y a Joaquín Lavín como quien menos se refiere a la temática.

Programas de gobierno frente al cambio climático

En este aspecto destacan los programas de Gabriel Boric y Paula Narváez, quienes explicitan el reconocimiento de una crisis climática y ecológica; tema que es reconocido por el programa de Boric como uno de los tres ejes principales de acción para su gobierno. Ambos proponen establecer impuestos verdes así como planes nacionales de adaptación al cambio climático y fondos soberanos para destinar a este propósito. También plantean la carbono neutralidad al 2050 en caso de Boric y al 2040 en caso de Narváez, así como la creación de empleos verdes, vinculados a las energías renovables.

“En el programa de Gabriel Boric, el enfoque de adaptación a la crisis climática es clave y contiene propuestas muy importantes como el desarrollo de infraestructura resiliente, la gestión de desastres, programas de ciencia y tecnología enfocados a lo ambiental y la creación de un fondo soberano de adaptación. Además es el único que habla explícitamente de transición económica y ecológica justa, lo que es muy importante si vemos que se podrían afectar los empleos y para recuperar zonas dañadas”, reflexiona Ezio Costa.

“Daniel Jadue menciona el cambio climático en forma transversal en su propuesta, pero no plantea la carbono-neutralidad del país, como tampoco el establecimiento de un impuesto verde en torno a la mitigación de gases de efecto invernadero”, explica Pamela en su análisis. En el caso de la derecha, Ignacio Briones plantea la carbono-neutralidad sin especificar fecha, y Sebastián Sichel propone impuestos verdes.

Institucionalidad ambiental y biodiversidad

Ezio Costa y Pamela Poo destacan el programa de Daniel Jadue por valorar las semillas como patrimonio y promover el derecho a la biodiversidad y la prohibición de los transgénicos. Los tres candidatos de izquierda promueven la necesidad de legislar por un Servicio de Bodiversidad y Áreas Protegidas; punto mencionado solo por Sebastián Sichel entre los candidatos de derecha.

Paula Narváez propone además la restauración de suelos con bosque nativo y la protección de las turberas por ley, mientras que Gabriel Boric aporta medidas para la protección de corredores biológicos de flora y fauna.

En cuanto a institucionalidad ambiental, los tres candidatos de izquierda plantean medidas como el aumento de personal para la Superintendencia de Medio Ambiente, la eliminación del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, y fortalecimiento a la participación ciudadana en la evaluación ambiental de proyectos, con apoyo técnico a las comunidades y mejores mecanismos de participación.

Entre los candidatos de Chile Vamos, Sichel propone traspasar la agencia de sustentabilidad desde el Ministerio de Economía al de Medio Ambiente, y Briones incorpora competencias municipales en materia de cambio climático y restauración del medio ambiente, según el análisis de Pamela Poo.

Agua y zonas de sacrificio en los programas de gobierno

Quitando a Lavín y Desbordes, todas y todos los candidatos mencionan la creación de una institucionalidad del agua, una mayor fiscalización, e integrar en el diálogo y toma de decisiones sobre el agua a todos los actores relevantes de cada cuenca. Las candidaturas de izquierda mencionan además el fortalecimiento a los sistemas de Agua Potable Rural.

Aunque tanto los candidatos de izquierda como Sichel plantean la necesidad de proteger los glaciares, Pamela Poo observa que “no indican a través de qué acciones se lograría tal protección. Por otro lado, de forma general se plantea en algunos programas la desalinización como una forma de solución, pero no problematizan medidas que se hagan cargo de mitigar los efectos negativos de dicha tecnología en torno a lo ambiental”, agrega.

Todas las candidaturas de izquierda, así como la de Sebastián Sichel, plantean el fin de las zonas de sacrificio. Jadue, Boric y Narváez plantean además la firma del Acuerdo de Escazú; medida que queda afuera de todos los programas de Chile Vamos.

Los avances y lo que falta

“El tema de la contaminación atmosférica no se menciona con la suficiente fuerza y gravedad considerando la urgencia de la problemática. También el tema del agua y de las zonas de sacrificio, que se mencionan de forma muy general, pero dejando fuera temas complejos que abordar”, analiza Marcelo Mena sobre los programas.

Pamela Poo coincide en este punto, agregando que “se reconoce la falta de medidas en torno a la priorización de los usos del agua, la extinción y caducidad de los derechos de aprovechamiento de aguas, el retorno de los derechos al estado y qué se realiza con ellos”.

Para Marcelo Mena, un punto clave a desarrollar mejor en los programas es “el vínculo entre energía y cambio climático y las políticas necesarias para lograr metas ambiciosas de energía”. “Se extrañan medidas en torno a la modificación de la distribución de la energía, la implementación de un pilar ciudadano de energía, y medidas sobre el almacenamiento de esta. La mayoría menciona el hidrógeno verde como un pilar, pero no problematizan cómo se va a exportar y producir, y si va a contribuir a alguna industria local, etc.”, acota Pamela sobre este punto.

Según Pamela, para abordar la crisis climática también se debe enfocar el protagonismo en las comunidades y en las soluciones a nivel local, preparando a la ciudadanía para “adquirir conocimientos necesarios para implementar autonomías en diversas áreas de la vida, como el fomento del comercio local, la autogeneración de energía, la recolección de aguas grises o la soberanía alimentaria entre otras”, concluye.

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