El presidente del directorio de Clínica Las Condes (CLC), Alejandro Gil Gómez, abordó este jueves las críticas en su contra, tras hacerse público que se inoculó con una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19.

El empresario, quien además es esposo de la controladora de CLC, Cecilia Karlezi, aseguró que incurrió en esta práctica irregular por orden de su médico de cabecera, el cardiólogo Héctor Ducci.

Según recoge La Tercera, Gil desmintió los rumores que señalaban que su inoculación se habría debido a un presunto viaje hacia Miami, Estados Unidos. “No es cierto el viaje al extranjero. El examen se tomó en la Clínica Las Condes”, explicó.

Así, indicó que su médico le solicitó que se hiciera exámenes de anticuerpos, y cuando se percató de que sus resultados no eran “óptimos”, ordenó que se inoculara con una tercera dosis “para mayor protección”.

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Cuestionado sobre si hace alguna autocrítica tras la polémica, considerando la vulneración de los protocolos, el empresario respondió que “la clínica se encuentra trabajando en los respectivos descargos al sumario en curso”.

Cabe recordar que la Seremi de Salud de la Región Metropolitana abrió una investigación en contra de CLC por la decisión del presidente de su directorio.

De acuerdo a lo relatado por trabajadores del recinto, Gil Gómez obligó a funcionarios del vacunatorio de Clínica Las Condes a aplicarle una tercera dosis de Pfizer, saltándose todos los protocolos del Ministerio de Salud.

Los trabajadores subieron la información de la vacunación de Gil a los sistemas del Ministerio de Salud, tal como los de cualquier paciente, lo que encendió las alarmas en la Seremi, dirigiéndose a las dependencias para iniciar la investigación.

Despidos y renuncias

Debido a las presiones del director de CLC, la enfermera jefa de los servicios ambulatorios del recinto, Leticia Ortiz, renunció a su cargo tras 15 años en el mismo, porque luego de identificarse a la enfermera que subió la información a la plataforma del Minsal, se procedió a su despido sin derecho a indemnización.

Y este jueves, la presidenta de los médicos de Clínica Las Condes, Viviana Herskovic, también presentó su renuncia al recinto médico y a la presidencia de la Asociación Médica.

“Hoy nuestra querida institución ha cambiado drásticamente: lamentablemente siento que se ha instalado y normalizado un clima hostil, de inseguridad y amedrentamiento. No quiero trabajar en este ambiente, ya que lo que siempre más valoré de CLC fue el trabajo en equipo, los vínculos de amistad y respeto profesional”, fueron parte de sus palabras en su carta de resignación.

Añadió que “nunca pensé que iba a escribir esta carta, mi carta de despedida de Clínica Las Condes. Cuando ingresé a CLC hace muchos años, agradecida de la oportunidad de participar de este gran proyecto, pensé que había encontrado el lugar donde quería trabajar toda mi vida profesional”.

“Estoy consternada y avergonzada con la noticia que se conoció el día de ayer. Parece que los límites éticos no son suficientes y el miedo ha hecho que la línea de lo tolerable se desplace con los días”, señaló la profesional.