“Durante el año pasado aparecieron varios casos de pumas que estaban bajando a las caletas y a los pueblos aquí en la costa. A la fecha, no ha parado de haber movimiento de máquinas, camiones y retroexcavadoras en la cordillera” cuenta Belén Rojas, habitante de Punta Brava (región de Los Ríos) e integrante del dúo Chola y Gitano”.

El relato de Rojas hace referencia a la intensa deforestación que ha sufrido la parte alta de la costa de Valdivia a raíz del boom de proyectos inmobiliarios que pretenden instarse en la zona, situación que estaría afectando la disponibilidad de agua de las comunidades locales, aumentando el riesgo de remociones de tierras y afectando la conservación de estos ecosistemas únicos en el mundo.

Ante ello, vecinas y vecinos del sector se han organizado para frenar este tipo de proyectos. “Hemos tenido que lidiar con la nefasta burocracia institucional que solo ha permitido que los proyectos sigan adelante y teniendo que presionar de diversos modos, desde denuncias, caravanas, diálogos e instancias que intentan promover la fiscalización para la protección de nuestro Santuario de la naturaleza” señala Rojas.

“Así se gestó la idea de docuclip de “Bajó el puma del monte”, intentando documentar las acciones de resistencia de la comunidad costera que se levanta a favor del buen vivir y en contra de la depredación y los intereses lucrativos de personas sin conciencia ni amor por la tierra. Esto nos afecta no solo en lo práctico. Nos afecta de manera emocional profunda porque mantenemos un vínculo afectivo con el lugar…verlo destruirse ha sido un duelo y se convierte en algo por lo cual vale la pena batallar, porque el bosque y sus esteros son pura vida y salud” explica Rojas.

Al respecto, la integrante del dúo Chiola Gitano señala que; “durante el año pasado aparecieron varios casos de pumas que estaban bajando a las caletas y a los pueblos aquí en la costa. A la fecha, no ha parado de haber movimiento de máquinas, camiones y retroexcavadoras en la cordillera”

“Esta selva es única en el mundo, pero al parecer las autoridades y las mismas instituciones que “protegen el medioambiente”, lo desconocen. La selva fría está en peligro. Nuestra reflexión apunta a que habitemos con respeto, teniendo en consideración las infinitas y abundantes formas de vida que son parte de este territorio y que si no las valoramos ni les damos el lugar que necesitan, entonces estamos aportando en su extinción” indica Rojas.

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En este sentido, Magdalena Contreras, habitante de Loncoyen y artesana de fibras vegetales endémicas asevera que; “ha sido una tremenda invasión inmobiliaria que se ha estado llevando a cabo aquí en la costa de valdivia, en territorio mapuche lafkenche, sin tener los habitantes de territorio incidencia alguna en lo que pase o no aquí. Se está llenando de condominios abc1 en las cabeceras de las microcuencas, que son las que nos abastecen de agua a todos los habitantes de la costa, ha habido un tremendo daño a lo que va quedando de bosque nativo”.

“Llegan estas empresas a meter retroexcavadoras modificando absolutamente la geografía del lugar, a hacer no solo tala rasa, sino que además remover la capa vegetal fértil del suelo, que quizás cuantos cientos de miles de años demoró para formarse… La botan, la hacen a un lado, la hacen terraplenes, para que el día de mañana y hoy ya, de hecho, llegue gente a construir sus segundas viviendas con sus piscinas, a construir sus pozos profundo” señala Contreras.

La artesana también expresa su preocupación por los impactos que estos proyectos puedan provocar respecto a la disponibilidad de agua para los habitantes de la zona “todos estos condominios se van a abastecer de agua de pozos profundos, dejándonos en un estado de total vulnerabilidad en el acceso al agua… Las afectaciones que se ven en el presente inmediato han sido por las fuertes lluvias que han arrastrado todo este sedimento, y que al estar descubiertos los cerros, se contaminan nuestras aguas. El invierno pasado tomamos agua con barro durante meses, no nos quedaba otra que comprar agua envasada porque desde nuestras llaves salía puro barro”.

Por su parte, Fernanda Ñanco, Machi de Curiñanco, explica que; “las forestales están instaladas hace ya bastante tiempo, y ahora tenemos grandes problemas con las inmobiliarias, pero dentro de todos los conflictos que hay en el territorio pasa también por el lado espiritual: hace más de 150 años que no se hace guillatún, y el problema parte ahí. Esa es la base. La base del Kume Mongen en ese sentido…en enero recién se hizo un Pichiguillatun, lo que es sumamente importante para todos, para que los Gnen de cada espacio no se sientan solitos…porque se ha trasgredido constantemente…al Gnen Ko sobretodo…hay una falencia muy grande de agua por lo menos arriba o acá igual incluso en Curiñanco nunca hubo problemas de agua, pero ahora sí”.

En este sentido Ñanco indicó que “las inmobiliarias lo primero que vienen a intervenir son los espacios relevantes para nosotros: los menoko donde está el lawen perimontu (lawen de machi y lawen de lawentuchefe) y siempre ha pasado eso, ocurre una invasión en ambos sentidos, tanto en lo tangible como lo intangible, ellos no ven lo intangible…no ven lo importante que es relevar lo espiritual. Hoy en día están haciendo una carretera enorme, y pucha, la gente contenta porque va a llegar más rápido a Valdivia, pero, ¿qué es lo que está detrás de eso? Para que las forestales saquen su monocultivo, para que haya accesos para urbanizar”

“Hoy en día nosotros tenemos la responsabilidad de no ser mansos. Si nuestros antiguos se callaron tanto tiempo, nosotros no lo podemos hacer, aquí nosotros estamos por algo, tenemos que levantarnos y también educar a todos los pichikeches que están, para que también vengan con ese conocimiento, con ese kimün, porque a nuestros antiguos los basurearon mucho. A mi abuela le prohibían hablar mapuzungun en la escuela, son cosas que van reprimiendo el püllu para que no florezca el kume mongen” puntualiza Ñanco.

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