En 2018 un informe de la rectora de la Universidad de Las Américas, ex subsecretaria de Educación y doctora en Economía de la Universidad de Boston, Pilar Romaguera, era citado por La Tercera señalando que solo un 16% de la población del país era gobernado localmente por una alcaldesa. Esto era, según datos del Censo de 2017, equivalente a 2 millones 885 mil 647 personas.

En cantidad de municipios, las conclusiones eran aún más crudas: solo 41 de 345 comunas. Respecto de esta cifra, Romaguera señalaba que el número de alcaldesas llegaba apenas al 11,9% del total nacional, lejos del 50% que las mujeres representan de la población total del país. “En términos de brecha de representación, esta alcanza a un -75% y se ha mantenido estable desde el año 2000", señalaba la investigadora.

En elecciones municipales la brecha de género no es nada nuevo, sino que es parte de una constante desde el retorno de la democracia, hace ya tres décadas.  Luego de una dictadura que designaba alcaldes y alcaldesas a dedo, en 1992 solo tres mujeres llegaron a ser jefas municipales de las 47 que se eligieron ese año (6,4%). En ningún comicio desde la fecha las mujeres superaron el 13% de dichos cargos.

Si bien en los últimos años Michelle Bachelet nombró el primer gabinete paritario en la historia del país en 2006, se decretó una ley de cuotas de mujeres en el parlamento (2015) y el acuerdo de los partidos políticos (2019) permitirá que Chile sea el primer país del mundo en redactar una Constitución con una Convención Constitucional paritaria, falta mucho por avanzar para que las mujeres ocupen ese 50% de los cargos de poder que la lógica feminista demanda dado los datos del Censo de 2017.  

Más de 120 años sin elegir a una mujer 

Existen algunas comunas que no han elegido nunca a una alcaldesa y esta podría ser su oportunidad. Por ejemplo, en la Región Metropolitana, de un total de 52 comunas, 10 no tienen candidatura femenina, 15 llevan más de 2 candidatas y 11 llevan solo una mujer a la papeleta. Este último caso es el de las comunas de San Miguel, Pudahuel, Estación Central, Curacaví, donde mujeres de todo el espectro político buscan hacer historia. 

En detalle, Pudahuel, Estación Central y El Bosque son comunas fundadas durante los años 80’s y 90’s, por lo que podrían cumplir en mayo hasta 41 años sin una alcaldesa. El caso de San Miguel y Curacaví, sin embargo, resulta más dramático: ambas comunas nacieron de manera oficial a fines de 1890, por lo que no han elegido a una mujer en más de 120 años, cuando -según el Censo de 1895- la población chilena no superaba los 2,8 millones de habitantes.

Consultada sobre el motivo por el cual no se ha elegido una mujer en más de un siglo para estar a la cabeza de una municipalidad, la actual concejala y candidata a alcaldesa de San Miguel, Erika Martínez (Ind-FA), señaló que su comuna es “un reflejo de una realidad nacional. En Chile menos del 12% de los gobiernos comunales son encabezados por mujeres. Es un tema histórico donde también hay que destacar que las mujeres empezamos a votar en Chile en el año 1934 en las elecciones municipales y en las presidenciales recién en el año 1949”.

Mónica Sánchez, candidata por Pudahuel (Ind-Unidos por la Dignidad) destaca que han sido los partidos políticos quienes históricamente han designado más a hombres que mujeres para competir, “invisibilizando completamente a las mujeres que deseaban participar en estas contiendas electorales”. 

Ariadne Conte (PC-Chile Digno), postulante por Curacaví, agrega que nunca han existido "políticas públicas para nivelar la cancha entre hombres y mujeres". "Recién en el segundo gobierno de Bachelet, bajo la entonces ministra de la Mujer Claudia Pascual, se implementaron cuotas de género en elecciones, lo que sin duda fue un avance, pero se requieren más políticas públicas para garantizar una real equidad de género.

Patricia Arriagada (UDI-Chile Vamos), candidata a la alcaldía de El Bosque, sostiene que en términos de participación política más que barreras, existen dificultades. “Porque nosotras las mujeres no abandonamos nuestro rol de mamá, de dueña de casa, pero los espacios de participación existen. (...) Lo que hay que hacer es invitar a la mayor cantidad de mujeres a que se hagan parte de estos procesos, porque liderazgos femeninos a nivel comunal hay”, comenta señalando que la mayoría de las juntas de vecinos y otras organizaciones locales tienen a una mujer a la cabeza.

Angélica Cid (PS-Unidad por el Apruebo), candidata en Estación Central, está convencida que a la política le hace falta los valores sociales que las mujeres aportan. "Muchas veces desde el anonimato, en la familia, en las organizaciones, representamos mejor. La solidaridad, el trabajo en equipo, la austeridad, el respeto al prójimo, la protección de los más débiles y a los más carenciados”. 

Propuestas “solo para ellas” 

Si bien en términos de programa, todas tienen un foco de género dentro de sus pilares programáticos, Erika Martínez destaca que el partido Convergencia Social solicitó al Servel que las labores de cuidado que mujeres candidatas ejercieran con menores, adultos mayores o personas no autónomas durante el periodo de campaña pudieran ser consideradas como gastos de campaña, lo que les permitió a cientos de mujeres, de todo el espectro político, por primera vez contratar algún servicio de cuidado para poder hacer campaña sin tener que elegir entre ser candidata o cuidadora. Lo anterior permitirá que las mujeres hagan campaña en condiciones más igualitarias que los hombres.

En esa línea, la candidata por San Miguel agregó que dentro de sus propuestas enfocadas para la mujer, se encuentra la creación de una red de apoyo especial de cuidadoras dentro de la comuna que contemple la formación, autocuidado y atenciones de salud mental. Asimismo, la creación de un centro de la mujer que apoye y acoja a mujeres víctimas de violencia doméstica, “un lugar donde se implementen intervenciones psicoeducativas y jurídicas con las mujeres agredidas y se les pueda apoyar para lograr la independencia económica y articular una red y generar acciones que permitan prevenir todo tipo de violencia de género”, concluyó. 

Una idea similar tiene Ariadne Conte. “Avanzaremos en generar una red de casas de sororidad en coordinación con las mismas vecinas y vecinos; donde mujeres que sean víctimas de violencia en el hogar en cualquier momento puedan tener a disposición un lugar para poder refugiarse. Llevaremos adelante una ordenanza municipal contra el acoso callejero”, dijo.

Tanto esta última, como Cid y Sánchez, proponen llevar la paridad a los equipos municipales de Estación Central y Pudahuel y desarrollar una gestión participativa con perspectiva de género en toda la gestión y la creación de organismos de protección y desarrollo.

Arriagada hace hincapié en la necesidad de apoyar a las mujeres de El Bosque en la terminación de estudios “para que puedan asumir desafíos de emprendimiento que le permitan no solo desarrollarse en lo personal sino que además convertirse en el sustento y lograr la autonomía económica”, además de buscar que diversas áreas de la municipalidad estén lideradas por mujeres. 

¿Tendrán finalmente las mujeres una oportunidad de gestionar política en Chile a nivel local con mayor representación, superando el 11.9% del total de alcaldes y alcaldesas a nivel nacional? Para responder estas preguntas no queda más que esperar el conteo de los votos del 16 de mayo. Una marca con un lápiz, en este caso, bien podría cambiar la historia.  Estación V