Ecuador enfrenta balotaje sin contratiempos en una jornada catalogada como "pacífica"
Las elecciones presidenciales de segunda vuelta en Ecuador se desarrollaban este domingo sin mayores contratiempos, con gran agilidad y en medio de estrictas medidas de bioseguridad ante el incremento de casos de COVID-19.
La actitud de los electores ha sido "cívica y pacífica", valoró la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) en un informe siete horas después de inaugurada la jornada.
Y anotó que hasta las 13:20 horas habían sufragado el 45,34 % de los algo más de 12,6 millones de electores habilitados para votar en el territorio nacional. El resto, hasta casi 13,1 millones, lo hacen en el extranjero.
Con unos pocos retrasos en la apertura de las mesas, en la jornada de este domingo no hubo las largas filas, ni las aglomeraciones que caracterizaron las primeras horas de los comicios del 7 de febrero.
Los pocos casos de aglomeraciones en distintos sectores del país se despejaron pronto gracias a la agilidad en el voto durante el balotaje en el que los ecuatorianos escogerán al sucesor de Lenín Moreno entre el correísta Andrés Arauz y el centroderechista, Guillermo Lasso.
"Unidad" y Ecuador "libre"
Apoyado por la plataforma Unión por la Esperanza, Arauz, de 36 años, exhortó este domingo a la "unidad" para dejar atrás el pasado de "sufrimiento" y "exclusión" de este último tiempo, dijo al acompañar a una pequeña empresaria a votar.
Ecuador vive desde 2019 una dura crisis financiera, en parte causada por la deuda que dejaron anteriores administraciones y que se ha agravado a raíz de la pandemia con consecuencias sociales que tardarán años en ser reparadas, entre ellas los niveles de pobreza y desempleo.
"Solo queremos que haya un gobierno de unidad, de todos y no sólo de unos pocos, que atienda a la mayoría, que dé soluciones a los problemas", afirmó Arauz, que no puede votar por estar empadronado en México, donde estudiaba antes de ser elegido candidato.
Tras sufragar en Guayaquil, Lasso, líder del movimiento Creando Oportunidades (CREO), calificó de "fiesta democrática" la jornada electoral, en la que espera lograr la victoria para cumplir su promesa de hacer de Ecuador un país de oportunidades y "libre".
"Todos aspiramos a un Ecuador de oportunidades, a un Ecuador libre, donde todas las familias ecuatorianas puedan alcanzar la prosperidad", agregó quien llegó a las elecciones en alianza con el Partido Socialcristiano (PSC).
De 65 años, Lasso aspira por tercera vez a la Presidencia tras haber perdido ante Rafael Correa (2007-2017) y Lenín Moreno, quien se postuló en 2017 con el apoyo de Correa aunque poco después se enemistaron.
Voto nulo
Yaku Pérez, quien quedó tercero en la primera vuelta, en la que asegura haber sido víctima de un fraude, anuló hoy su voto, en concordancia con la decisión adoptada por el movimiento indígena.
"Yaku, Presidente resistencia", escribió el excandidato en su papeleta, lo cual la invalida automáticamente.
Pérez, quien critica que los organismos competentes hayan desestimado su petición de un recuento de votos en varias provincias del país, aseguró hoy sentir "indignación e impotencia".
Y en su perfil de Twitter presentó fotografías de papeletas que dijo pertenecían a votantes en el exterior con mensajes de rechazo: "Este voto no lo podrán robar. Yo voté por Yaku. Yaku presidente"; "Yo voté por Yaku, mi voto se respeta".
El movimiento Pachakutik, que impulsa el "voto nulo ideológico", se resquebrajó en las últimas semanas a causa de las elecciones.
El líder indígena Jaime Vargas, quien encabezó las violentas protestas sociales de octubre de 2019, rompió filas con Pachakutik y manifestó abiertamente su apoyo a Arauz, lo que sembró aún mayor incertidumbre sobre cómo se comportará el sufragio indígena, que representa hasta el 7% de la población.
En medio de esa incertidumbre, Pérez vaticina que el voto nulo superará el 20%, cuando en la primera vuelta llegó al 9,55 %.
Bioseguridad por coronavirus al alza
Las elecciones se celebran bajo la insistencia de las autoridades de respetar las medidas de bioseguridad para evitar el avance del COVID-19, que ha contagiado a más de 346.000 personas, según el último reporte oficial.
Los votantes estaban obligados a acudir con mascarilla, portar desinfectante para las manos y su propio bolígrafo.
En la mayoría de los casos se respetó el distanciamiento social y, mientras en el interior de los recintos electorales militares y representantes del CNE evitaban aglomeraciones, lo propio hacía la Policía en los exteriores.
Ello mientras en las casas de salud de varias ciudades, especialmente de Quito y Guayaquil, hay largas listas de espera para camas de hospitalización y el ingreso a las unidades de cuidados intensivos a causa del COVID-19.