El plan de descontaminación para Calama que se ha postergado por 12 años
Los Planes de Descontaminación Atmosférica (PDA) son instrumentos de gestión ambiental aplicados a distintos territorios del país, con el objetivo de disminuir la carga de contaminantes específicos que están presentes en una zona, desde que esta es declarada como “saturada” por uno o más contaminantes.
La idea es que estos planes limiten las emisiones de las fuentes emisoras, para recuperar los niveles indicados en las normas de calidad ambiental. Si bien su aplicación es necesaria con urgencia en comunas saturadas, a veces estos tardan meses o incluso años en ser aprobados, lo cual posterga la protección de la salud de los habitantes de dicha área.
Esta es la situación de Calama actualmente, la cual fue declarada saturada por material particulado grueso (MP10) en 2009 por el Ministerio Secretaría General de Gobierno, y hasta el día de hoy no se ha publicado un plan que permita disminuir la carga ambiental por MP10.
Sin bien el anteproyecto fue aprobado en agosto de 2020 por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, en una sesión virtual que contó con la participación del que entonces era ministro de Minería, Baldo Prokurica; al día de hoy ni él ni el actual ministro de la cartera, Juan Carlos Jobet, han firmado el Plan, lo que mantiene estancado el proceso.
“Sin la firma de todos los ministros de dicho Consejo, la del Presidente Sebastián Piñera, así como la toma de razón por parte de la Contraloría General de la República y su publicación en el Diario Oficial, para su posterior entrada en vigencia, el plan no puede operar”, explica Gary González, investigador de Fundación Terram.
La situación ambiental de Calama
El PDA aprobado el año pasado, considera una serie de medidas para corregir las condiciones atmosféricas de la comuna, entre las que destacan congelar las emisiones de las faenas mineras, establecer metas de reducción de emisiones de MP10 con un plazo de 4 años y la compensación de emisiones del 120% para proyectos nuevos que ingresen al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Todas ellas necesarias si se considera que en Calama existen tres divisiones de Codelco: Chuquicamata, Ministro Hales y Radomiro Tomic, “operaciones cupríferas que están generando impactos ambientales y en la calidad de vida de los habitantes, los que han tenido que asumir las externalidades negativas de la producción de cobre. Por eso es urgente que entre en vigencia el citado plan, el cual al menos servirá para disminuir parcialmente la carga de contaminantes en la zona”, señala Telye Yurisch, investigador de Fundación Terram.
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En efecto, según el Censo 2017, la comuna tiene una tasa de mortalidad infantil del 9,1%, muy por sobre el promedio regional (7,3%) y nacional (6,9%); asimismo, la pobreza multidimensional es mayor que en el resto del país, ya que alcanza al 21,8% de sus habitantes, mientras que a nivel nacional el promedio es 16,6%. Por otra parte, el 19,8% de su población carece de servicios básicos y un 23,3% de hogares está en situación de hacinamiento.
“En 2016 se estimó que el pasivo ambiental de las tres divisiones de Codelco (tranque de relaves mineros de Talabre) fue el principal protagonista de las emisiones totales de material particulado de la comuna. Con la aplicación de este plan, Codelco debería invertir unos 30 millones de dólares para reducir sus emisiones, lo que permitiría evitar unas 45 muertes al 2030 y más de mil visitas a salas de emergencias hospitalarias”, aclara Yurisch. “Con este antecedente, podemos comprender por qué es precisamente el Ministerio de Minería el que ha retardado el proceso. Pareciera que está protegiendo el patrimonio de la minera a cambio de la salud de las personas”, opina.
Presión ciudadana por descontaminar la comuna
Por su parte, el anteproyecto contó con una participación ciudadana que fue calificada como histórica según el ex seremi de Medio Ambiente de Antofagasta, Rafael Castro, ya que cerca de 13 mil personas participaron en él entre mayo y agosto de 2019, reflejando la urgencia que tienen para que se dicte un plan que logre disminuir la contaminación de material particulado en su territorio.
“Nuestra comuna presenta la más alta tasa de enfermedades respiratorias y la principal causa de muerte es el cáncer. Nos cansamos de día a día masticar y comernos la tierra de la gran minería, porque el Estado nos abandonó desde el 2009 al no dictar un instrumento que le permita rayar la cancha a las empresas emisoras, por justicia ambiental es que necesitamos este plan de descontaminación que movilizó a más de 12 mil ciudadanos y ciudadanas en una participación ciudadana extraordinaria, exigiendo como medida urgente dicho plan para descontaminar, por calidad de vida y por el buen vivir en nuestra comuna”, relata Sergio Chamorro, vocero de la Corporación Yareta de la comuna de Calama y de la Federación Nacional de Pobladores y Pobladoras de Chile.
Así como Chamorro, existen miles de habitantes de la comuna que aún están a la espera de la respuesta del ministro Jobet, el cual hasta el momento no se ha pronunciado.