Ecoconstituyentes | Patricio Segura:

Ecoconstituyentes | Patricio Segura: "Las políticas ambientales han sostenido una economía que en el fondo es una gran estafa piramidal"

Por: Loreto Contreras | 23.03.2021
Patricio Segura Ortiz es activista socioambiental y como periodista ha realizado investigaciones sobre ciencias, turismo, corrupción y conflictos socioambientales para distintos medios. Fue presidente del Colegio de Periodistas de Chile en Aysén e integra la causa Patagonia sin Represas, además de haber sido parte de la mesa del Movimiento Social por Aysén, luchas emblemáticas de las grandes movilizaciones que caracterizaron el 2011 y 2012. Hoy asume el desafío, junto a la lista “A PULSO, por el Buen Vivir” de ser voceros/as de la Coordinadora de Asambleas y Organizaciones Territoriales de Aysén en la Convención Constitucional, llevando como principio que lo ecológico debe ser transversal a la Constitución y no sólo un artículo.

Desde Bienes Comunes de El Desconcierto, conversamos con candidatos y candidatas constituyentes de diferentes sectores políticos y sociales con propuestas que buscan incluir al medioambiente como uno de los ejes centrales en sus programas.

A continuación, compartimos reflexiones, lineamientos y posturas de Patricio Segura Ortiz, candidato independiente a la Convención Constitucional por el Distrito 27, conformado por las comunas de Aysén, Chile Chico, Cisnes, Cochrane, Coihaique, Guaitecas, Lago Verde, O'Higgins, Río Ibáñez y Tortel; en la lista “A PULSO, por el Buen Vivir” levantada por la Coordinadora de Asambleas y Organizaciones Territoriales de Aysén.

En el trayecto a la Convención Constitucional se ha dado la dicotomía militantes de partidos e independientes, que invisibiliza la figura de las candidaturas emanadas de las organizaciones sociales y territoriales, que responden a ellas. ¿Cuáles son las diferencias entre tu candidatura y tu lista de los meros independientes?

Lo primero a señalar es que el concepto de independencia se acota a la independencia partidaria. No política ni de visiones de sociedad.  Lo segundo, que personalmente no soy crítico de quienes legítimamente se integran a partidos para de ahí construir sociedad sobre principios y prácticas comunes. El problema es que los partidos, sus cúpulas más bien, dejaron de responder a miradas y se enfocaron en intereses de grupo o individuales, desde algunos positivos a otros pedestres como el cargo o el dinero.

La lista “A PULSO, por el Buen Vivir” nació de la Coordinadora de Asambleas y Organizaciones Territoriales previo al Plebiscito de octubre, integrada a múltiples personas y organizaciones que han participado en distintos movimientos sociales y ambientales de Aysén.  Luego de una consulta pública salieron nombres que volvieron a las asambleas.  Ahí estamos hoy Deisy Avendaño, Ilsie Wolf, Cecilio Aguilar y Jorge Contreras.  En un principio también estaba la historiadora Luisa Ludwig Winkler, pero su candidatura fue cuestionada por el Servel por no cumplir con el plazo mínimo de independencia partidaria, que para estas elecciones superó el lapso que históricamente se había establecido. Hoy es la jefa de campaña de la lista.

En este contexto, esta lista independiente se diferencia de otras porque las propuestas forman parte de la trayectoria socioambiental y cultural de quienes la conforman.  Con distintos énfasis, pero han sido luchadores por la recuperación del agua para el bien común, la defensa de la naturaleza, los derechos sociales garantizados y mayor democracia territorial a través de instrumentos como plebicitos en distintos niveles y la propia asamblea constituyente.  Es, en el fondo, la consistencia de los voceros y voceras de las propuestas que provienen de las asambleas.

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En general ¿Cómo evalúas las políticas ambientales en Chile durante los últimos 30 años?

Las políticas ambientales chilenas durante las últimas tres décadas, período de la transición, han estado orientadas fundamentalmente a darle sustento al modelo de desarrollo de crecimiento ilimitado y orientado a la exportación, en un marco internacional donde en un contexto de competencia global se requiere estandarizar procedimientos para evitar el dumping.  Es decir, la naturaleza esencialmente como un recurso natural, obviando sus múltiples funciones más allá de la mirada productiva: ecosistémicas en primer lugar, y de esparcimiento, espirituales, de conocimiento, que tienen al ser humano como centro.

Estas políticas, que se basan en el error de creer que habitamos un planeta ilimitado, deben ser superadas. El capitalismo verde, la minería sustentable, el tecnoptimismo que cree que haciendo lo mismo que hasta ahora permitirá revertir la crisis climática y ecosistémica global, y también local, es sólo la adaptación para seguir exprimiendo el planeta y a las comunidades.

Se plantan árboles pero no se quiere discutir el modelo forestal, se eliminan las bolsas plásticas pero no se está disponible para interpelar el modelo consumista, se habla de electromovilidad pero extrayendo litio de los salares y más cobre con sus impactos ambientales y sociales comprobados. Las políticas ambientales han estado dirigidas a sostener una economía, que en el fondo es una gran estafa piramidal global industrial porque sólo se sustenta hoy comiéndose el futuro.  Hoy es la oportunidad de cambiar el chip, con un sistema basado en la protección de la vida, en todas sus formas, que debe ser el centro, y eso en el mundo material es cambiar nuestra relación con los ecosistemas y las otras especies, y también entre nosotros y nosotras.

¿Qué elementos de la Constitución de la dictadura han permitido llegar a este punto de crisis multidimensional donde la Naturaleza es una de las principales afectadas?

Son varios los elementos. Primero, la figura donde el Estado es un mero espectador del ordenamiento colectivo. El principio de subsidiariedad, instituido en el artículo 1 inciso tercero, lo pone en un plano donde sólo debe actuar tras las decisiones individuales o de los grupos intermedios. Esto también está anclado al artículo 19 número 21 sobre libertad empresarial, donde el Estado sólo puede desarrollar actividades económicas siempre y cuando una ley de quórum calificado lo establezca.

Al estar el impacto sobre el medio ambiente ligado en parte importante a la actividad económica, esto ha dado carta blanca para que sean los empresarios quienes definan una parte importante de las políticas públicas, ya que al final todo puede ser economía.  Ahora, obviamente el Estado con ciertas actividades como la minería tampoco lo ha hecho muy bien, pero en un Estado donde las comunidades puedan opinar y decidir sería distinto.

El artículo 19 número 24 sobre derecho de propiedad, que establece especialmente la potestad privada mercantil sobre las aguas y el subsuelo mineral, ya que aunque en algunos casos se dice que son bienes nacionales de uso público, en la práctica la empresa privada decide.

El artículo 19 número 8 sobre el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación es relevante para entender el tema, acota la figura a proteger el “derecho de la persona”, e incluso a “vivir” en un entorno libre de contaminación.  Esto precariza la posibilidad de proteger ecosistemas donde “no vive nadie”, independiente que entendamos la amplia interrelación de la y las vidas en el planeta. Es una figura antropocéntrica.

Más aún, el artículo 20 inciso 2 de la Constitución establece que sólo el primer inciso del artículo 19 número 8 que alude al derecho a “vivir en un medioambiente libre de contaminación” es recurrible de protección, y sólo “cuando el derecho… sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada”, lo cual restringe la posibilidad de contaminación sin conocer al responsable.

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¿Consideras que la privatización de las aguas es un eje central en la profundización de los extractivismos?, y de ser así ¿por qué?

Ya lo expliqué en la pregunta previa. Aunque el Código Civil y el Código de Aguas hablan del agua como bien nacional de uso público, la Constitución da a los derechos de agua la jerarquía de derecho de propiedad.  En la práctica, el particular puede decidir qué hacer con esa agua a la que tiene derecho independiente de las necesidades colectivas y el bien común.  En eso, por distintos principios constitucionales, el Estado está de brazos atados para intervenir. Por eso, debe establecerse priorización de usos -y no usos- con consumo humano, preservación ecosistémica, regeneración, actividades de subsistencia y usos ancestrales.  Y  sólo si lo anterior no es puesto en riesgo, actividades empresariales.

¿Cuáles son los principales ejes ambientales de tu candidatura? y ¿por qué?

Los ejes de mi candidatura son los ejes de la lista que conformo. En ello, y considerando que el agua ya fue mencionado como elemento fundamental, prioritario será que se reconozcan los derechos de la naturaleza por sobre los intereses privados de mercado. En esto, avanzar en el conocimiento y respeto de las funciones ecosistémicas de los elementos naturales y la biodiversidad, que son plataforma de vida, es fundamental.  Asimismo, asegurar a todas las personas el derecho al consumo de alimentos naturales, libres de contaminación, suficientes y nutritivos, fomentando su producción tradicional, local y sustentable. Creemos en la soberanía alimentaria de los territorios, y en la equidad intergeneracional.

En esto, principios esenciales serán la equidad en la distribución de cargas y beneficios ambientales, la función ambiental de la propiedad, el reconocimiento de bienes comunes, más allá del mar, playa, aire, agua, como las altas cumbres, las funciones ecosistémicas, el principio preventivo y precautorio, la no regresión ambiental, y el derecho de acceso a la justicia ambiental con participación ciudadana e información.

En el fondo, lo ecológico debe ser transversal a la Constitución y no sólo un artículo.

¿Qué tipo de administración y gestión debiesen tener las cuencas y sus aguas, en todos sus estados?

Creemos que las gobernanzas deben considerar la realidad natural y no como hasta ahora que la división político administrativa se hace de espaldas a los ecosistemas.  En las cuencas y aguas, que se sustente en que esta es un derecho humano por tanto quienes viven en los territorios y dependen de ellas, deben tener preeminencia para la toma de decisiones, y no como hoy donde esto se realiza a través de la posesión de derechos de agua, es decir, bajo un sentido de propiedad individual. Eso sí, debiera existir un piso mínimo decisional, porque el agua (y los glaciares, por ejemplo) son elementos fundamentales para la vida, por tanto no sujetos a decisiones que los ponga en riesgo por intereses particulares incluso de quienes habitan los territorios.  Debe haber un equilibrio en esta gobernanza.

¿Qué rol debiese tener el Estado y las comunidades en la gestión de los bienes comunes?

Similar a lo antes dicho, lo local que son las comunidades, debe convivir con lo colectivo que está representado por el Estado. Esto obliga a tener un paradigma distinto frente a los bienes comunes, donde la naturaleza no es sólo un recurso sino un elemento fundamental para seguir reproduciendo vida, y que incluso por estar también integrada por otras especies tiene derechos independiente de los seres humanos.

¿Consideras que el reconocimiento de la plurinacionalidad podría ser un aporte en la conservación, restauración y preservación de los ecosistemas?

Sí. Una parte importante de los pueblos originarios tenían una relación más armónica con la naturaleza de la que tenemos en la cultura occidental de origen europeo.

¿Qué elementos debiese considerar un ordenamiento territorial pertinente a las realidades territoriales y ecosistémicas diversas que existen en Chile?

Que sea un ordenamiento territorial vinculante, que permita certeza jurídica no sólo a los inversionistas sino a quienes habitan los territorios. Asumir que las vocaciones territoriales no están escritas en piedra, sino que son frutos de acuerdos basados en miradas de sociedad y desarrollo.  Tener minerales en el subsuelo no tiene por qué, necesariamente, significar convertirse en un territorio de extractivismo.

Y que, en última instancia, se incorporen plebiscitos para decisiones relevantes a nivel local, comunal, regional y nacional.  Todo esto bajo un marco constitucional de principios ecosistémicos.

En Aysén hemos sido pioneros en materia de ordenamiento territorial y, el enfoque desde la ciudadanía, ha sido Aysén como reserva de vida, aunque en realidad creemos que la figura debe ser Chile y el planeta como reserva de vida ya que la naturaleza se debe defender siempre y en todo lugar.

Por último, de ser electo como convencional ¿Cuáles serían los primeros puntos que tocarías del proyecto de reforma constitucional?

En línea con nuestro programa, incorporaría la posibilidad de convocatoria popular a plebiscitos para dirimir materias relevantes de corte constitucional, e impulsaría la inclusión de la asamblea constituyente realmente democrática cuando se llegue a un punto de cambio constitucional general.

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