El alcalde de Cerrillos, Arturo Aguirre Gacitúa (Partido Socialista) se enfrenta a cinco acusaciones de abuso y acoso sexual, investigadas actualmente por la Fiscalía.

De acuerdo con lo revelado por CIPER, la máxima autoridad municipal, que va a la reelección, habría violentado a cinco funcionarias de la municipalidad, de las cuales sólo una se mantiene en su cargo.

El reportaje recogió cuatro testimonios de las afectadas entregados a la Policía de Investigaciones, además de los antecedentes entregados a la Fiscalía en una denuncia, ya que la quinta afectada no accedió a compartir su relato. También contempla una querella contra Aguirre presentada por una de las mujeres y una contraquerella, por injurias y calumnias, interpuesta por el alcalde.

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Desde la Fiscalía Metropolitana Occidente confirmaron que la investigación contra Aguirre está en proceso, pero se encuentra desformalizada de momento.

El Partido Socialista, por su parte, señaló que sólo conocen la querella presentada en contra de la autoridad municipal, pero como la investigación está desformalizada, no desistieron de patrocinar la campaña a la reelección de Aguirre.

Cuatro de las cinco mujeres que acusan al alcalde de abuso y acoso sexual entregaron sus relatos sobre la violencia que afirman haber experimentado. Besos forzados, abrazos, tocaciones y llamadas nocturnas, además de violaciones reiteradas, son parte del testimonio de las denunciantes del alcalde de Cerrillos.

Las acusaciones contra Aguirre

Una ex funcionaria de la Municipalidad que se desempeñó en la Dirección de Obras (DOM) entre 2015 y 2020, denunció haber sido acosada en tres ocasiones a lo largo del 2017. La primera sucedió en marzo de 2017, después de un evento de los funcionarios en el municipio. Al finalizar, la mujer estaba camino a su vehículo cuando se le acercó el alcalde.

“Me preguntó si estaba pololeando, yo le dije que sí tenía pareja, luego me dijo que yo le gustaba mucho, donde con una mano me tomó un brazo y con la otra mano me tomó la cara y la acercó hacia él y me dio un beso a la fuerza. Yo de forma inmediata lo empujé y le dije que era asqueroso”, expresó a la PDI.

La segunda vez ocurrió a mediados del mismo año. “Al finalizar la reunión, yo me fui a mi oficina, voy llegando y me percaté que Arturo Aguirre venía caminando detrás mío y me pidió un vaso de agua, yo ingresé a la oficina para buscar el vaso y sacar agua del bidón y él ingresó, me intentó dar un beso, no logró darme el beso, le dije que la cortara, que yo no era como las mujeres que estaba acostumbrado a tratar. Arturo no dijo nada y se fue riendo”, agregó.

Después le bajaron el sueldo

Después, en noviembre, la mujer asistió a una reunión en la casa de su jefe de la DOM, Sergio Castillo, a trabajar. Allí prestó servicios de banquetería junto con otra trabajadora de la misma unidad. Cuando los invitados comenzaron a retirarse, ambas pidieron un lugar para descansar mientras terminaba el evento social.

“Alrededor de la medianoche, estábamos recostadas encima de la cama, con ropa y zapatos, cuando de un momento a otro ingresó el alcalde Arturo Aguirre y se tiró encima de nosotras a la cama, a mí me tocó los senos por encima de la ropa y (menciona a su compañera) se salió cuando se estaba lanzando a la cama. Yo grité y llamé a Sergio, me puse nerviosa”. En su testimonio, la joven agregó que el alcalde le tocó la vagina.

De acuerdo con el medio citado, en 2018 la mujer fue bajada de grado y sufrió una merma en su remuneración. Además, el contrato de la denunciante no lo renovaron para el año 2020. Después, en agosto del mismo año presentó una querella contra Aguirre por “abuso sexual de mayor de 14 años con circunstancia de violación”.

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El alcalde Aguirre, por su parte, negó dichos actos y aseguró que nunca fue a acostarse “ni menos a tocar las partes íntimas de (menciona a la denunciante), ya que nunca me acerqué al supuesto dormitorio donde estaban ellas descansando, porque no sabía que ellas estaban acostadas”.

Sobre la denunciante, señaló enfático que “jamás la he acosado, ni menos abusado sexualmente, esto lo digo porque durante el tiempo que ella trabajó para la municipalidad, siempre mi trato fue con su jefe directo, que es Sergio Castillo”.

La segunda mujer que entregó su testimonio fue la otra trabajadora de la reunión social, quien trabajó para la Municipalidad de Cerrillos, entre 2015 y 2018. Ella afirmó que desde que llegó al municipio que Aguirre la llamaba durante las noches bajo el pretexto de asuntos laborales.

“Durante todo el tiempo que trabajé en la municipalidad de Cerrillos, debí soportar sus prácticas inadecuadas e inoportunas. Buscaba cualquier excusa para llamarme a su oficina, cerraba la puerta y me abrazaba o me tocaba las manos. Yo quedaba paralizada, era incapaz de reaccionar”, relató.

Relaciones forzadas

De acuerdo con los antecedentes recabados por la PDI, otra denunciante fue pareja del alcalde durante un año. Sin embargo, afirmó que él la obligó a seguir manteniendo relaciones con él, a cambio de no perder su trabajo.

Según un informe de la policía, la ahora ex funcionaria “indicó en su denuncia que llevaba 6 años con esa situación, manteniendo relaciones sexuales con el imputado bajo amenazas, hechos que ocurrían mes por medio (…). Señaló, finalmente, según consta en el parte denuncia, que ella no es la única y que existen otras funcionarias también víctimas del alcalde”.

La denunciante explicó al medio que Aguirre comenzó a llamarla tres años después de terminada su relación. “Me acosaba, me llamaba por teléfono. Yo ya tenía mi pareja con la que vivía. Me amenazó, diciéndome que si yo no me acostaba con él, perdería mi trabajo. Yo accedí”, relató.

Tal como con las denuncias anteriores, la máxima autoridad municipal de Cerrillos desmintió sus palabras. “Jamás la acosé ni abusé de ella, como tampoco volví a tener relaciones sexuales con ella, por lo que tampoco existieron amenazas como se me imputan”, indicó en una declaración ante la PDI.

Militante del PS

Una cuarta víctima accedió a dar a conocer su testimonio, quien no sólo era parte del círculo cercano del alcalde, sino que también milita en el Partido Socialista. Ella indicó a la policía que desde la campaña electoral de 2012 que empezó a experimentar situaciones “incómodas” por parte de Aguirre.

“Un día íbamos en un auto, me tocó las piernas, como dando palmadas, y me dijo que me quedara tranquila, que me iba a contratar cuando saliera electo. Me hizo sentir incómoda”, expresó.

Después, cuando ya trabajaba en la Municipalidad, el alcalde la llamaba seguido para conversar, acusó. “Había momentos en que me abrazaba, me decía que me pegara a él, que me acercara porque le gustaba mi perfume. Me abrazaba y me pasaba la mano por la espalda hasta la cintura”, contó la funcionaria.

Además, la denunciante señaló que las caricias en la espalda a veces rozaban sus glúteos, y que el alcalde la invitaba seguido a fiestas en su casa. Agregó que esto se mantuvo pasados dos años, cuando ella comenzó a poner distancia: “Entraba a su oficina lo justo y necesario”.

Sergio Castillo

El asesor jurídico de la Municipalidad, en representación del alcalde de Cerrillos,  adjudicó las denuncias en contra de Aguirre a un montaje con fines políticos orquestado por Sergio Castillo. El alcalde, consultado por la policía, afirmó lo mismo.

“Con él (Castillo) mantuve una relación de amistad, la cual tuvo una ruptura, debido a que comenzó a realizar actos y dichos que me perjudicaban, ya que él también quería candidatearse como alcalde. También diré que todas estas acusaciones tienen por finalidad sacarme de mi puesto político”, declaró.

Sergio Castillo indicó, contactado por el medio, que no se involucró por razones políticas, sino porque era jefe de dos de las afectadas. Por otro lado, ante la PDI aseguró que habló con el alcalde e informó a tres altos funcionarios del municipio por las denuncias, pero nunca se iniciaron investigaciones dentro de éste.

Después de que el reportaje salió a luz, el Tribunal Supremo del Partido Socialista aseguró que analizará la continuidad de la repostulación del alcalde de Cerrillos.