La Contraloría General de la República concluyó, durante una fiscalización, que la Municipalidad de Coquimbo mantiene una deuda de $25 mil millones.

Según registro del Preinforme Nº 09/2021 de la Contraloría Regional de Coquimbo, el organismo descubrió diversas irregularidades en relación a gastos millonarios de recursos públicos.

Entre ellas, se encuentran cuatro servicios de alimentación que suman un gasto de más de $1 millón 200 mil. Pisco sour, serena sour, vino cabernet sauvignon, vino sauvignon blanc, bebidas y agua mineral, bocados de mesa, plato de fondo y postres, entre lo pagado por la entidad.

Además, según recoge el documento, en enero de 2019 la municipalidad de Coquimbo gastó más de $250 mil por siete menús, en una cita a la que asistieron solo cuatro personas.

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Por otro lado, y de acuerdo con el informe que publica Biobío, la Contraloría objetó $17 millones en actividades para las cuales no existen invitaciones formales, ni existe certeza de que efectivamente se llevaron a cabo.

De acuerdo con el ente fiscalizador, en octubre de 2018 se desarrolló una jornada de capacitación docente en el organismo municipal, con un costo superior a los $6 millones 300 mil.

Sin embargo, los fiscalizadores no encontraron ni los las razones tras las actividades -que aparentemente incluyeron a mil profesores- ni quiénes fueron los expositores, y tampoco los objetivos de la misma.

Asimismo, no existieron diplomas tras la capacitación, tampoco certificados que dieran cuenta de la participación de los asistentes, ni algún cronograma del evento.

Incluso, dicha actividad se realizó al aire libre, de acuerdo a fotografías descubiertas por la Contraloría, “con varias personas de pie y otras sentadas, como asimismo bailando y además se aprecia una tarima con una orquesta”.

Contratos por trabajos no realizados

El ente contralor también descubrió irregularidades en el contrato a terceros por labores no realizadas, sumando más de $20 millones en pagos por trabajos no cumplidos por diversas razones.

Por ejemplo, descubrieron que un trabajador contratado en 2019 recibió más de $12 millones sin realizar lo acordado. “Se detectó que entre el mes de junio y diciembre de 2019, el prestador si bien presentó las boletas de honorarios y se procedió a su pago mes a mes, no prestó los servicios por el cual fue contratado, estipulando en sus informes de actividades que se encontraba con “suspensión por investigación sumaria”, indica el documento.

Además, ese mismo año la Municipalidad de Coquimbo contrató a un doctor por cerca de $30 millones, con el fin de realizar visitas médicas domiciliarias a la comunidad. Sin embargo, según reveló el organismo, sólo atendió a funcionarios públicos.