Francisco Reyes, actor y candidato constituyente D8: "Televisión Nacional está al debe en contenidos públicos"
Desde un set de grabación y muy temprano en la mañana, me contacto con Francisco Reyes, uno de los actores más reconocidos a nivel nacional por su presencia constante en televisión, teatro y cine en las últimas cuatro décadas.
El ruido y los movimientos constantes a su alrededor, a pocos minutos de iniciar la grabación de la serie en que está participando, lo distraen por momentos. Está emocionado por la película que filmó en México en plena pandemia y además, muy concentrado en contar la experiencia que ha vivido como candidato constituyente por el Distrito 8, como independiente dentro de la Lista del Apruebo, aunque conocida es su presencia en diferentes campañas políticas a lo largo del tiempo. Pero no deja de lado su opinión sobre la delicada situación que vive el mundo de las artes y la cultura en contexto de pandemia y también, de las últimas polémicas relacionadas a las teleseries, de cuya “época de oro”, Pancho formó parte fundamental a tal punto de coronarse como el “galán” indiscutido del género por más de una década.
El derecho a la cultura en la Constitución
-La percepción general en este contexto de pandemia, es que no hay políticas estatales para proteger a los trabajadores de las artes y las culturas. ¿Cómo evalúas lo que está ocurriendo en este aspecto?
-Es algo que desgraciadamente está metido en el inconsciente de la gente y de las autoridades, que las artes son superfluas, puro entretenimiento, algo de lo cual uno puede deshacerse cuando no lo necesitas. Pero cuando hay problemas, tragedias o necesidad de generar comunidad, se le echa mano a las artes. Es evidente que en este proceso, las obras y conversaciones con los artistas han estado en primera línea, generando cobijo, entretención y comunidad y esa es su importancia, pues son parte de la comunicación entre las personas y eso tienen que entenderlo las autoridades. Hay un abandono total del mundo de las artes y sus trabajadores. Es algo en lo que tenemos que trabajar y en la nueva Constitución va a estar escrito como articulado el derecho a la cultura, no solo visto desde el punto de vista de los artistas, sino que también de los públicos respecto de acceder a los servicios y bienes culturales.
"Farándula y arte no tienen nada que ver"
-¿Qué piensas de las críticas de ciertos sectores en contra de trabajadores de la cultura, a veces relacionados con la farándula, que se están postulando a constituyentes?
-En primer lugar, hay que decir que farándula y arte no tienen nada que ver. La farándula es una cosa rara de la que yo no participo, y las artes y la cultura son otro tema. Que yo sea un actor que ha trabajado por cuarenta años en teatro y treinta en televisión, porque he tenido la suerte de ganarme la vida de esa manera, no significa que yo sea parte de la farándula o rostro de la tele. Es importante hacer la separación, que la gente entienda la diferencia.
Lo importante es que en la escritura de la nueva Constitución participen personas que tengan capacidad de escuchar, que representen a un grupo de la sociedad, que tengan ideas respecto de cómo se debería conformar esta comunidad nacional a partir del 11 de abril, y sobre todo que sean capaces de transmitir los anhelos, los deseos y las vivencias de todo el país.
-Qué opinas de las recientes declaraciones de Alfredo Castro, René Cortázar y otras personas que han abierto un debate que polemiza sobre la realización de teleseries en nuestro país y su actual crisis.
-Yo no me hago cargo de lo que digan colegas, super respetables para mí, o personas que hayan pasado por los directorios de los canales. Que ellos se hagan cargo de sus comentarios. La industria de la producción de ficción en los canales de la televisión nacional, como la conocíamos, está en crisis. Cambió la industria, cambiaron sus ingresos radicalmente a partir de la existencia de Internet y de otras plataformas. Hoy no se manejan los recursos de los años 90.
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Por otro lado, los contenidos de las teleseries han sido basureados con mucha razón: hemos hecho mucha producción que no tiene mayor relevancia o que se queda solo en la entretención. Mientras estuve en TVN, yo siempre planteé que la entretención había que hacerla de contenidos que generaran identidad nacional, que a partir de la ficción pusieras temas de contingencia. Y así lo hicimos entre el 95 y el 2005. Como área dramática nos fuimos a hacer producción en regiones, a mostrar otras culturas. Hablamos de embarazo adolescente, de racismo, tocamos muchos temas importantes. Cumplimos de alguna forma la misión de conectarnos como nación a través de la ficción. Otras teleseries han estado desconectadas de la realidad, tomando temas de forma super banal.
No me quedo ni en halagos ni críticas respecto de lo que hemos hecho en estos treinta años, pero Televisión Nacional está al debe en lo que son contenidos públicos. Hay una necesidad enorme de conversación y TVN debería haber abierto hace mucho tiempo sus puertas y sus estudios a la comunidad, para que se exprese, para tener feedback, para que estén presentes en ese canal las conversaciones, los deseos, las angustias, las dudas y las necesidades de expresarse que la gente ha tenido desde octubre de 2019 en adelante, ese estallido es producto de la incomunicación. Yo creo que en la nueva Constitución tenemos que generar un sistema de medios públicos que sean importantes para toda la comunidad.