Bahía Chasco: Tortugas marinas bajo amenaza
Ubicada a 80 km al sur de Copiapó se encuentra Bahía Chasco, la cual mezcla el desierto más árido del mundo, arena y mar, y es hogar de innumerables especies terrestres y marinas. En tierra, podemos observar animales como el zorro chilla, lagartijas endémicas como la iguana chilena o el lagarto de mancha negra, y aves playeras amenazadas como el pilpilén común o el chorlo nevado. Hacia el mar, los protagonistas ahora son chungungos, pingüinos de Humboldt y tortugas marinas.
En cuanto a la flora, presenta cinco tipos de cactus y el arbusto Suaeda multiflora, todos los que viven exclusivamente en la costa de Atacama. En el mar se encuentran praderas marinas y bosques de algas que dan alimentación y refugio a una gran biodiversidad de animales marinos.
Chasco es el sitio de alimentación más austral del Pacífico Oriental para la tortuga verde, una de las cinco especies de tortugas marinas que llegan a nuestro país, que migra desde aguas tropicales hasta Atacama, para luego volver al trópico a terminar su ciclo de vida.
Estos atributos han sido reconocidos por el estado chileno, el cual ha resuelto que Bahía Chasco se encuentre en los listados de sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad. En forma complementaria, la Municipalidad de Copiapó solicitó al Ministerio de Medio Ambiente que resuelva su declaración como Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, con el fin de lograr el equilibrio entre el uso de recursos naturales y la protección de los ecosistemas.
Sin embargo, las características geográficas que hacen de esta bahía un ecosistema único digno de conservar, para otros es un lugar con potencial para instalar megaproyectos.
La Constante Amenaza
Lamentablemente, durante las últimas décadas las poblaciones de tortugas marinas han disminuido debido a factores como la pesca incidental y la fragmentación de sus hábitats, teniendo como consecuencia que la tortuga verde se encuentre en peligro de extinción.
Al respecto, Carla Pavez, subdirectora de ONG Qarapara –organización dedicada a la investigación y conservación de tortugas marinas y sus hábitats en Chile– señala que: “Se podría pensar que el solo hecho de que este sitio sea uno de los dos lugares en todo Chile que cuentan con una agregación estable de tortugas marinas, sería suficiente para preservarlo. Pero no es así, ya que año a año debemos enfrentarnos a distintos proyectos que amenazan su conservación”.
Durante los últimos años, tres proyectos, de distintos tipos, han buscado emplazarse en Chascos. Sus características, como una costa poco profunda, no solo son ideales para el desarrollo de la vida marina y terrestre, sino que también para desarrollar proyectos portuario-industriales. El caso más reciente es Copiaport-E explica Pavez.
Copiaport-E es un megaproyecto que considera dos terminales portuarios que se instalarán en un sector de la bahía llamado Punta Cachos, y que incluye una planta desaladora que descargará sus residuos industriales al mar.
Para Francisco Sanhueza de la Organización Chile Ambiental, las instalaciones proyectadas generarán un tráfico constante de embarcaciones, ruido, contaminación lumínica, y residuos que afectarán a los ecosistemas marinos, e impactarán, inevitablemente, a la agregación de tortugas verdes presente.
“El proyecto también considera la construcción en tierra de instalaciones auxiliares que impactarán significativamente la flora en categoría de conservación, vegetación protegida y numerosos vertebrados también en peligro de extinción” explica Sanhueza.
El Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Copiaport-E finaliza su período de Participación Ciudadana este miércoles 10 de marzo, por lo que la comunidad, movimientos y ONGs se han organizado en defensa de la Bahía, realizando observaciones y difundiendo entre la comunidad la relevancia de proteger este ecosistema.
“Sabemos que es un hecho que en Chile conservar áreas y especies es una tarea difícil. Ejemplo de ello son las últimas noticias: brigadistas de CONAF talaron de forma ilegal 51 araucarias en el Parque Nacional Nahuelbuta, y, por otro lado, miembros de la forestal Arauco quemaron más de 15 mil hectáreas de bosque nativo en el sector del Parque Nacional Radal Siete Tazas. Si esto sucedió en áreas que sí cuentan con protección, imaginemos qué pasa en las demás” puntualiza Sanhueza.
Por su parte, la subdirectora de ONG Qarapara explica que: “Esos bosques y esos árboles ya no se recuperarán. Y si no hacemos nada, las tortugas marinas, y las tantas otras especies que habitan en Bahía Chasco, tampoco volverán. Así, estaremos aportando a la disminución de una especie cuya situación ya es crítica, y afectaremos de forma irreversible un área con alta biodiversidad”.
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