A más de una semana del incendio en el Hospital Clínico San Borja de Arriarán, cuyas pérdidas fluctúan entre 30 y 50 mil millones de pesos, según el Ministro de Salud Enrique Paris, el recinto se ha enfocado en la entrega de medicamentos a sus pacientes mientras sus funcionarios deben trabajar a la intemperie.

El voraz incendio, ocurrido el 30 de enero, afectó principalmente el ala sur del servicio y se habría iniciado en un área administrativa del tercer piso. Desde ese día, todas las atenciones se encuentran suspendidas. Los 350 pacientes que se encontraban hospitalizados fueron trasladados a áreas seguras, algunos fueron dados de alta o derivados a otros recintos, tanto privados como públicos.

Una de las pocas áreas que sobrevivió a las llamas fue el Servicio de Neurosiquiatría Infantil, donde reciben pacientes con carencias socioeconómicas, provenientes de las comunas de Santiago Centro, Maipú, Cerrillos, Estación Central y Pedro Aguirre Cerda. Aparte de ser centro de derivación nacional de niños, niñas y adolescentes de Arica a Punta Arenas, con trastornos neurológicos de alta complejidad.

Esta información fue entregada por el encargado de gestión clínica del servicio, Guillermo Guzmán, quien además comenta que el lunes pasado posterior al incendio, se contactaron con el Servicio de Salud Metropolitano Central para determinar los pasos a seguir con sus pacientes, pero hasta hoy no han recibido ningún llamado de vuelta.

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Hasta el momento "las soluciones que se han planteado han sido muy pocas, y las que se han planteado han sido malas", asegura el neurólogo.

Por estos días, los profesionales de dicha área atienden en la reja del San Borja, cuentan con una mesa y un par de sillas, donde enfrentan el frío de las mañanas y el duro sol santiaguino. Para el doctor se trata de una "atención indigna", pero es lo único que pueden hacer.

[caption id="attachment_641150" align="aligncenter" width="614"] Condiciones de atención del Hospital San Borja tras incendio. Foto cedida por Guillermo Guzmán.[/caption]

"Es escandaloso que estemos atendiendo a la intemperie, a las 8:30 de la mañana, con madres que deben estar afuera de una reja y en súper malas condiciones, teniendo un servicio que podríamos usar", explica el doctor.

El servicio cuenta con tecnología de punta para recibir a los infantes, tienen máquinas para hacer ecografías de cerebro, electrocardiógrafos, electroencefalógrafos, entre otras que no pueden usar, detalla Guzmán, quien asegura que podrían "iniciar una atención ambulatoria de todos los pacientes que requieren control".

Neuropsiquiatría infantil debería haber retomado este lunes sus dependencias, pero a último minuto  la dirección del hospital, se habría retractado de su decisión para ocupar el espacio en otras prestaciones. La solución, por el momento, sería trasladarlos a una carpa militar ubicada en el estacionamiento.

Frente a la medida, Guzmán se cuestiona "¿cómo se le ocurre que un niño con trastornos neurológicos y respiratorios va a estar en una carpa para dar preferencia a otras instancias asistenciales? Donde hay mucho riesgo de que se enferme de neumonía, causa por la cual muere gran parte de nuestros pacientes".

El neurocirujano también presentó su molestia por la potencial venta de misiles de Estados Unidos a nuestro país, por la gran suma de 85 mil millones de dólares. Con esa plata "tu construyes un Hospital San Borja completo, lo dejas equipado con tecnología de primer nivel. Entre las dos prioridades, lo humano debería ser primero".

Fuera de este servicio, el hospital no podría funcionar con pacientes hospitalizados puesto que no hay servicios críticos ni laboratorios disponibles. Según el profesional, aún se encuentran en investigaciones para determinar las causas del incendio, pero no les han presentado ningún proyecto de reconstrucción ni calendario para que el San Borja comience a funcionar normalmente.

El Departamento de Comunicaciones del hospital informó a El Desconcierto que los directivos del Hospital San Borja se encuentran en conversaciones con el Ministerio de Salud para definir la continuidad de atención hacia todos sus pacientes. En su página web llaman a no asistir al establecimiento, pues no están en condiciones de retomar sus actividades debido a los daños y trabajos que se están realizando.