Habla en exclusiva Mauricio Cheuque: “Los 14 meses que estuve en prisión siendo inocente nadie me los va a devolver”
A las afueras de Santiago 1, a eso de las 20:00 horas del miércoles 3 de febrero, un grupo de personas espera, carteles en mano, la salida de Mauricio Cheuque (38). Llevan tres horas haciendo guardia, mirando cada movimiento al otro lado de un imponente portón azul. De pronto, la figura de un hombre con sudadera roja, jeans desgastados y enorme sonrisa, se dirige hacia la salida mientras se empiezan a escuchar los primeros aplausos. Tras 14 meses en prisión Cheuque vuelve a recuperar su libertad y a abrazar nuevamente a su esposa Jocelyn e hijas.
-Fue muy emocionante ver toda la gente que me estaba esperando. Ver a mi familia. Estoy muy agradecido-, dice Mauricio en su casa en Lo Prado, un día después de haber alcanzado su libertad.
Ahora, junto a su familia, rememora el día en que su vida cambió para siempre. Fue la noche del 14 de noviembre del 2019. Mauricio cuenta que estaba compartiendo con un grupo de amigos en la esquina de Aurora de Chile con Unidad Popular, en la población La Victoria, donde una barricada comenzaba a extinguirse, mientras el sonido metálico de las cacerolas interrumpía a ratos la conversación. Cuando escuchó el grito “¡vienen los pacos!”, recuerda, comenzó a huir entre los pasajes de la población hasta ser alcanzado por dos furgones policiales. Uno de ellos lo embistió, cayó al suelo y con la vista borrosa trató de pedir ayuda. Los carabineros, en vez de socorrerlo, lo golpearon mientras estaba tendido en el pavimento.
“¡Soy el Cheuque de la calle Mártires de Chicago!”, gritó para identificarse y detener la golpiza, pero no lo logró. Luego de eso, fue detenido, torturado y acusado de portar una bomba molotov en su bolso de trabajo. No sabía qué hacer. Se sentía atado de manos y el miedo de ser condenado por un delito que no cometió lo persiguió durante toda su estadía en Santiago 1.
[caption id="attachment_640550" align="alignnone" width="720"] Foto: Marcelo Aragonese[/caption]
¿Cómo era su vida antes de su detención?
-Mi vida era salir a trabajar a las seis de la mañana, y volver a la casa a las ocho de la tarde. Soy obrero, trabajo en la construcción, instalo ventanas de aluminio. Ese era mi día a día. Los sábados y domingos era estar en la casita con la familia, ir a la feria, y a veces me tocaba trabajar. Hacía pitutos porque en la casa somos seis, mi señora con mis cuatro hijas, y se me ponía difícil porque no me alcanzaban las lucas para llegar a fin de mes, y por eso trabajaba de lunes a lunes igual. Mi vida era pura peguita no más.
¿Cómo fue ese 14 de noviembre del 2019? ¿Qué recuerda?
-Ese día estaba trabajando en el mall que está en Vespucio Norte, estábamos haciendo una ampliación con unos compañeros, y por las protestas que había en todo Chile, salimos a las cuatro y media de la tarde. Pasamos a comprarnos unas cervezas, y después me fui a La Victoria para ir a ver a mi mamá. Tomé oncecita con mis papás, y después fui a comprar más cerveza. Cuando iba de regreso me topé con unos amigos y nos pusimos a tomar hasta las 10 de la noche.
Después me quedé en la esquina de Aurora de Chile con Unidad Popular, y vi que unos cabros tenían una fogata, estaban protestando. Había mucha gente que conocía, compañeros de colegio, así que me quedé conversando. Luego, desde calle Libertad, veo que doblan los carabineros, venían dos furgones y alguien nos gritó “¡corran, corran, vienen los pacos!”, y yo corrí por la misma calle (Aurora de Chile) hacia Carlos Marx. A la mitad de la calle, cuando iba corriendo por la vereda me doy cuenta de que me vienen siguiendo dos furgones de Carabineros. Al primero le hice el quite, pero el segundo furgón es el que me atropella contra la pared. Se bajaron, me pegaron combos, patadas, mientras les decía que era inocente y que no había hecho nada.
¿Qué pasó una vez que te llevaron a la Tenencia de La Victoria?
-Me bajaron del furgón, habían carabineros de Fuerzas Especiales, alguien dijo “aquí pillamos al hueón que nos quemó la casa (retén)” y me hicieron una especie de “callejón oscuro”. Me pegaron cachetadas, patadas, combos y lumazos. Me di cuenta de que tenía un corte en la pierna izquierda por el atropello. Me quitaron mi carnet de identidad, vieron mis datos, mi apellido, y me dijeron “vo' erí el que nos quemó nuestra casa, indio culiao”, mientras les decía que no me trataran así. Luego me dijeron “esto es tuyo” y me mostraron una botella y un camote, que dejaron sobre una mesa, diciendo que era mío y que estaba ahí por porte de bomba molotov. También me dijeron “no te gusta andar quemando bosques, te vamos a matar igual que al Catrillanca”. Veía que entraban y salían carabineros del retén y me pedían estar con las manos arriba, y yo lloraba de impotencia, mientras un carabinero me grababa con su celular. Sentí que el mundo se me venía encima.
[caption id="attachment_640549" align="alignnone" width="720"] Foto: Marcelo Aragonese[/caption]
Según la querella por el delito de tortura, violencia innecesaria e infracción a la Ley de Tránsito, presentada por Defensa Popular en octubre del 2020, Mauricio Cheuque fue atropellado por el furgón policial Z-5786, conducido por el carabinero Diego Araya Figueroa, provocándole una herida abierta de aproximadamente 15 centímetros en su muslo izquierdo. Además, por la golpiza que recibió en la Tenencia de La Victoria, sufrió una fractura en su nariz. Sus lesiones fueron constatadas en el Hospital Barros Luco durante la madrugada del 15 de noviembre del 2019.
14 meses en Santiago 1
La mañana del 15 de noviembre del 2019 fue agendada la audiencia de formalización de Mauricio Cheuque en el Décimo Juzgado de Garantía de Santiago, pero luego fue suspendida debido a que no estaban los resultados de las pruebas de hidrocarburos.
Finalmente, la audiencia por el delito de porte de artefacto incendiario tipo bomba molotov, se realizó la mañana del sábado 16 de noviembre, y estuvo a cargo del fiscal Guillermo Adasme, de la Fiscalía Metropolitana Sur.
Aquella vez, Mauricio Cheuque Bustos quedó en prisión preventiva en Santiago 1 por ser considerado un peligro para la sociedad. “Sentí mucha pena, rabia, sentía cómo el mundo se me venía encima porque soy el pilar de la casa, mi señora no trabajaba porque teníamos niñas pequeñas. Había que pagar cuentas, deudas, y mis hijas debían tener para comer”, confiesa.
¿Cómo fueron esas primeras semanas en la cárcel?
-Los primeros días fueron muy malos, estuve muy mal psicológicamente, y con mi herida en la pierna andaba peor. Sentía mucha tristeza. Llegué al módulo 24, y no tenía colchón, habían muchos chinches, no podía dormir, los baños eran insalubres. De repente no había agua en los módulos, llegaba recién a las nueve de la noche cuando nos entraban a las cinco de la tarde. Estábamos casi cuatro horas sin agua en las piezas. Un amigo que me hice ahí, me regaló una frazada y con eso dormí, porque durante un mes no tuve colchón. Estuve muy mal los primeros meses.
[caption id="attachment_640548" align="alignnone" width="720"] Foto: Marcelo Aragonese[/caption]
¿Tuvo algún problema con Gendarmería?
-Con los gendarmes igual tienes problemas, porque cuando entraban a reventar el módulo, nos pegaban palos, nos tiraban gas pimienta en los allanamientos. Para qué estamos con cosas, la pasé muy mal.
Mauricio hace una pausa, antes de continuar con la conversación. Decide no seguir refiriéndose a Gendarmería.
La mañana del viernes 29 de enero del 2021, comenzó el juicio oral donde Cheuque, a estas alturas, arriesgaba cinco años de presidio por la Ley de Control de Armas. En la instancia judicial se contemplaron como prueba las declaraciones en calidad de testigo de tres funcionarios de la 51° Comisaría de Pedro Aguirre Cerda: El teniente Sergio Salas, el suboficial Juan Briones y el carabinero Diego Araya, quienes se refirieron a la detención de Mauricio Cheuque, la incautación de las especies y las primeras diligencias en el procedimiento policial.
Finalmente, el miércoles tres de febrero, por unanimidad, el Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal lo absolvió de los cargos, quedando en libertad ese mismo día.
¿Cuáles fueron sus mayores temores con respecto al juicio oral?
-Cuando empezó el juicio estaba muy nervioso, porque yo estaba por un montaje que había hecho Carabineros, y habían tres funcionarios acusándome, afirmando que el artefacto incendiario era mío. Estaba muy mal, porque pensaba que esto era 50 y 50, o quedaba en libertad o en prisión, porque siempre les creen a los carabineros. Y no es así. Ellos mienten. Incluso se me pasó por la mente que me podía quedar adentro, siendo inocente. Pensaba cuánto tiempo me darían de prisión.
¿Qué sintió cuando se enteró que estaba absuelto de los cargos?
-Sentí una alegría tan grande, me emocioné mucho. Cuando dijeron que estaba absuelto estaba muy contento. Y más encima los gendarmes me decían que afuera estaba lleno de gente esperándome, con carteles. Estoy muy agradecido.
¿Cómo ha sido este primer día en libertad?
-Son sentimientos encontrados. Felicidad porque estoy con mi familia, me emociona hablar de ellas. Me puso tan contento volver a mi casita. Estamos todos juntos. Fueron 14 meses perdidos. Me arruinaron la vida y la de mis hijas, porque al estar preso, ellas estaban presas conmigo también. Los 14 meses que estuve en prisión siendo inocente nadie me los va a devolver. Todo dependía de los jueces, para que se dieran cuenta de que yo era inocente. Nadie me creía, las veces que declaré en fiscalía, lo que hice en esa esquina aquella noche, donde lamentablemente estuve ahí. Siempre dije mi verdad, y estuve injustamente preso.
[caption id="attachment_640547" align="alignnone" width="720"] Foto: Marcelo Aragonese[/caption]
¿Cree que la prisión preventiva se transformó en un correctivo del gobierno para ensuciar la lucha social?
-La prisión preventiva es para meternos miedo, para no seguir luchando en las calles. A todos los compañeros que siguen en prisión, les digo que no pierdan la esperanza, seguiremos luchando en las calles para recuperar su libertad. En mi caso se ensañaron conmigo por tan solo tener apellido mapuche.
El juicio de estación Pedrero y la Universidad Pedro de Valdivia fueron anulados, ¿teme que pase lo mismo en su caso?
-Si llegan a pedir la nulidad, enfrentaría la situación con mucha tranquilidad ya que soy inocente, tengo mi conciencia tranquila. Fui víctima de un montaje de parte de Carabineros, me cargaron, se ensañaron conmigo. Todo esto fue un juicio político.