Caen las Golondrinas de mar con el proyecto minero Tenardita en la Región de Tarapacá
Se trata del proyecto minero Tenardita, perteneciente a la Compañía Minera Cordillera, ubicado en el gran salar de Tarapacá a 100 km de la ciudad de Iquique. Con una vida útil autorizada actualmente para la faena en 13 años, con una tasa anual de explotación y procesamiento de sal de 4,8 millones de toneladas.
Tenardita requiere pasar por un nuevo proceso de evaluación ambiental para extender la vida útil de la mina, ante lo cual presentaron una Declaración de Impacto Ambiental donde indican que no hay impactos significativos sobre los recursos naturales incluyendo fauna por parte de las actividades de la mina.
¿Volverán las oscuras golondrinas?
Bécquer lo preguntaba y de seguro Huidobro lo hubiese incluido en su célebre Altazor como la golonmina.
Las golondrinas de mar (Oceanodroma markhami) son aves de vuelo rápido y ágil, que viven la mayor parte de sus vidas en aguas profundas donde se alimentan de pequeños peces, crustáceos y cefalópodos. Se reproducen en tierra firme, en colonias que generalmente se encuentran en islas o acantilados costeros, aunque algunas especies nidifican hasta 70 km tierra adentro, lo hacen en comunidad, siendo muy fieles a sus colonias reproductivas; no construyen sus nidos, sino que utilizan cavidades ya existentes, son especies longevas (viven aproximadamente 16 años), que ponen un sólo huevo. Son variadas las amenazas que atentan a su conservación, pero la más grave es la contaminación lumínica, que atrae a los ejemplares jóvenes (volantones) de esta especie, provocando la muerte de miles de ellos cada año (principalmente en las ciudades de Arica e Iquique y el complejo industrial de Salar Grande).
En cuanto a su rol ecológico, si bien no existen estudios acabados, sí se manejan hipótesis, conociendo la cantidad de minerales y nutrientes que aportan debido a su alimentación, al trasladarlo a zonas de nidificación, lo que podría permitir establecer ciertas plantas, gracias al nitrógeno y fósforo que transporta, sobretodo el fósforo (uno de los elementos esenciales para el metabolismo de las plantas)
Esto a nivel de hipótesis, pero a nivel práctico, lo que lleva la golondrina de mar, sobre todo crustáceos, teniendo estas cadenas marinas de nutrientes llevados a la cordillera, aunque en cantidades menores, pero es suficiente para establecer una pequeña comunidad vegetal.
Existen 4 especies de golondrinas de mar observadas regularmente en las aguas marinas al norte de Chile, que potencialmente pueden nidificar en el país: la Golondrina de mar chica (Oceanites gracilis), la Golondrina de mar peruana (Oceanodroma tethys), la Golondrina de mar negra (Oceanodroma markhami) y la Golondrina de mar de collar (Oceanodroma hornbyi).
De mayor preocupación es el caso de la golondrina de mar negra, especie en peligro de extinción por el escaso conocimiento de colonias, (sólo se ha encontrado un calendario reproductivo, con actividad entre noviembre y septiembre) la muerte de volantones (en aprendizaje de vuelo) a causa de la contaminación lumínica y la destrucción de su hábitat reproductivo.
Golondrina de mar negra. Fuente: Red de Observadores de aves y vida silvestre de Chile
La Red de Observadores de aves y vida silvestre de Chile (ROC) trabaja en un proyecto llamado “Atlas de las Aves Nidificantes de Chile”, cuyo desafío fue encontrar colonias de nidificación de estas golondrinas de mar en el norte del país, abarcando las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
Han descubierto un gran sitio de nidificación para esta especie en la Región de Arica y Parinacota, tres en la Región de Tarapacá y uno en la región de Antofagasta. Se trata de las colonias de reproducción más grandes conocidas hasta ahora para este especie; no sólo en Chile, sino que en el mundo.
Para nidificar, la Golondrina de mar negra, utiliza sitios ubicados a más de 20 kilómetros de la costa.
La Corporación tiene un gran desafío, sobretodo el de cuantificar la mortandad por la luminaria en Arica e Iquique y en los sectores donde esta podría ser un factor que ponga en peligro a una población de la especie.
Observaciones de la Declaración del Impacto Ambiental del proyecto “actualización plan de explotación mina tenardita”
Ante la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que presentó la compañía, el SAG de la Región de Tarapacá, solicita que el proyecto sea presentado mediante la vía de Estudio de Impacto Ambiental, porque indica que esta evaluación:
“subestima la evidencia respecto a la afectación de esta especie, toda vez que hay certeza fundada de que existe impacto producto de la pérdida de individuos de aves en el área mina y puerto, teniendo como antecedentes los más de 1400 registros de incidentes con la especie Oceanodroma markhami provenientes del actual proyecto durante los últimos 3 años con los que cuenta el SAG como registro, incluidos los datos del año 2020 en el cual fue aplicada la medida de apagado del 85% de la luminaria, hubo 629 individuos rescatados. Por lo que a juicio de este Servicio, esta medida no se hace cargo del impacto generado”
El informe señala de manera explícita:
“Si consideramos que, durante el año 2019, se registró un total de 562 individuos colisionados (Malinarich & Vallverdú, 2019), tenemos que un 42% de la población muestreada está siendo impactada por actividades antrópicas. Esto representa un valor sumamente alto y compromete seriamente la viabilidad de la población en el futuro”
Ante lo cual el SAG considera que la afectación que genera este proyecto y su actualización, es significativa para la población presente en el Salar Grande, ya que tiene un alto riesgo de extinción y cualquier disminución importante de sus poblaciones no es aceptable; reitera que este proyecto debe ingresar por la vía de Estudio de Impacto Ambiental.
Por otra parte la Corporación Red de Observadores de Aves Chile, han solicitado la participación ciudadana, fundamentando que el proyecto tiene el potencial de ocasionar impactos sobre la golondrina de mar negra, mediante la destrucción directa de nidos y la atracción-caída de ejemplares por luces. La operación actual del proyecto, sigue generando la caída de ejemplares cada año y a pesar de realizarse acciones de rescate y liberación, no existe evidencia de que esas medidas tengan un efecto positivo en la sobrevida de los ejemplares caídos.
La Corporación menciona que estos aspectos se omiten en la Declaración de Impacto Ambiental, lo cual es grave, pues el sector en el que se emplaza el proyecto ha sido reconocido como uno de los lugares donde ocurren caídas masivas de la especie “En el caso de la Minera Cordillera, reportaron un total 449 individuos durante el año 2018 y 335 individuos el año 2019”
En este sentido, se generan muchas dudas al respecto de la Declaración, pues si bien presenta información inédita sobre la nidificación de golondrinas de mar en Salar Grande, llama la atención que el muestreo se haya realizado exclusivamente por el borde del salar y no en el área extensa cercano al proyecto en la cual no se realizó búsqueda de nidos.
En cuanto a los cambios de fuentes de iluminación artificial que ha efectuado la mina, la Corporación menciona que ninguna medida ha sido capaz de evitar la colisión y caídas de las golondrinas de mar negra, los datos son evidentes pues el año 2019 se hayan reportado 335 ejemplares al SAG indica que el impacto aún persiste, pese a las medidas ya implementadas.
Por su parte, la Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente también hizo sus observaciones afirmando que no es posible descartar el efecto directo de la luminaria sobre los juveniles de golondrina de mar negra, cuyo punto más importante de nidificación en la región se encuentra en el salar grande; en la actualidad ocurren eventos de caídas en dichas instalaciones aun cuando el titular ha implementado sucesivas medidas de mitigación.
La Secretaría solicita aclarar cuáles son los días que se aplica el apagado del 85% de la luminaria de la faena, carga lumínica y plano de la ubicación de luminaria.
También pide aclarar por qué los muestreos sólo se ejecutaron en el borde del salar y no el área más cercana al proyecto.
Considerando lo mencionado en la propia Declaración: “en el área de estudio se detectaron 1309 nidos activos cada uno compuesto por 2 adultos (cuidado biparental) y al menos un huevo o cría, considerando la cantidad de 629 individuos caídos reportados en el primer semestre del 2020 por el titular es posible afirmar que existe una afectación de más de un 48% de los individuos. Y el año 2019 se registró un total de 562 individuos colisionados 42% de la población impactada por actividades antrópicas”
Se advierte que el valor es sumamente alto y compromete seriamente la vialidad de la población en el futuro; dicho porcentaje resulta preocupante, pues una especie de conservación en peligro no debiese verse afectada en ningún porcentaje por actividades antrópicas.
De acuerdo a Ivo Tejeda, Director Ejecutivo de ROC, “la caída de aves no debe considerarse como un evento normal; la afectación que genera y generará el proyecto es significativa para la población de salar grande, no pudiendo aceptar cualquier porcentaje de disminución en su población, así este proyecto debe ingresar por la vía de estudio de impacto ambiental.
“Estamos convencidos de que estos proyectos podrían plantearse de mucho mejor forma en su diseño, pero nosotros hemos hablado con gente de Compañía Minera Cordillera desde hace mucho tiempo, con los mismos consultores que llevan la tramitación ambiental y es bastante claro el camino que hay que tomar, pese a eso las medidas han sido insuficientes, llevando más de tres años tratando de dialogar, entonces efectivamente ,es un caso en que pudiendo hacerse un mejor proyecto, se tramita como si no produjese impacto significativo sobre la fauna y sí los tiene” puntualiza Tejeda.