Cuarentenas, fronteras abiertas y vacaciones: Los complejos escenarios que deja la cuestionada estrategia para frenar el COVID-19 en la RM
Retroceder hasta la fase 2 –Transición– para combatir el preocupante 18% de aumento de casos nuevos que en la última semana se ha registrado en la Región Metropolitana, ha sido la fórmula que ha elegido el Ministerio de Salud para frenar la que ya se puede leer como una segunda ola de la pandemia, que parece haber llegado antes de Navidad. El regreso de las restricciones implica retomar la cuarentena los fines de semana y festivos; la prohibición de viajes interregionales; cordones sanitarios; cierres de cines, teatros y otros espacios de ocio y actividad deportiva; entre otras medidas.
Con el Plan Paso a Paso, que se pensó como una estrategia para enfrentar el desconfinamiento de forma gradual, comunas como Santiago han retrocedido dos fases en menos de una semana: desde la cuarta –Apertura– hasta la segunda, con todo lo que eso significa en términos de adaptación y aceptación de nuevas prohibiciones y recortes de libertades ciudadanas. La llegada del verano, vacaciones, fiestas de fin de año y un descenso prolongado de los casos en el tiempo han llevado a que la población ya no sienta tanto temor y que, de hecho, se mantenga menos alerta frente al virus y, como consecuencia de lo anterior, descuide las medidas de seguridad más básicas: lavado de manos, distancia y uso de la mascarilla. Adicionalmente, se constata un agotamiento tras largos meses de encierro, hasta casi cinco en algunas comunas, con las dificultades que esto supone para retomar la actividad.
Ahora Chile empieza a surfear esta nueva ola con las mismas medidas que se aplicaron en la primera, y que advierten a la ciudadanía de una cuarentena domiciliaria que podría llegar más pronto que tarde. Esta medida, con el paso de los meses, ha sido cuestionada por las autoridades sanitarias internacionales e incluso a nivel local. "En la Organización Mundial de la Salud (OMS) no abogamos por los confinamientos como el principal medio de control de este virus", dijo a principios de octubre el enviado especial de la OMS para el COVID-19, Dr. David Nabarro, en una entrevista con la revista británica The Spectator. "Realmente llamamos a los líderes del mundo a dejar de usar los confinamientos como su principal método de control”, planteó.
Posteriormente, la vocera de la OMS, Margaret Ann Harris, matizó estas declaraciones en la BBC: "El Dr. Nabarro estaba comentando que algunos gobiernos tal vez no se estaban enfocando en las otras medidas y estaban saltando directamente a los confinamientos y ese no es el camino", explicó Harris.
"Ese ha sido un error común. Porque la gente ha sido muy buena aguantando las restricciones, pero luego cuando se levanta el confinamiento es como que hubieran salido de la cárcel y dicen: '¡Ahora nos vamos a desquitar!", añadió.
¿Hay que prepararse para un nuevo encierro en Chile? ¿Qué limitaciones se impondrán en el verano? ¿Es efectiva la cuarentena para el período que se avecina?
“Las cuarentenas han sido malas en Chile”
“La cuarentena no es una manera de manejar la pandemia. Ningún país ha podido derrotar el virus con la cuarentena. Es una manera de restricción de movilidad como medida de emergencia para que disminuyan la circulación viral y los casos disminuyan rápidamente”, explica José Miguel Bernucci, médico internista y secretario Nacional del Colegio Médico.
Incluso el profesional hace hincapié en que cuanto más corta y dura es la cuarentena, más efectiva resulta. “Entre más larga es, más probable que existan efectos secundarios como la aparición de síntomas de salud mental, depresivos, ansiosos, y violencia intrafamiliar”, indica.
Adicionalmente, agrega que cuanto más larga se vuelva la cuarentena, mayores posibilidades hay de romperla: “Las cuarentenas han sido muy malas en Chile”, asegura. Y ejemplifica: “Si tomamos en cuenta la de Magallanes, por ejemplo, que tiene 150 mil habitantes, pero que se dan 80 mil permisos diarios, no es que la gente no cumpla con la cuarentena, sino que se dan permisos legales”, cuestiona.
De acuerdo a su experiencia, necesariamente se debe fortalecer la estrategia de trazabilidad y aislamiento, de lo contrario mantener la restricción para toda la región será tiempo perdido.
Sin tener certezas de los modelamientos matemáticos que ha utilizado el gobierno para decretar esta medida, el Colegio Médico pronosticaba a principios de marzo o de abril la llegada de la segunda ola, “pero es una situación variable”, advierte Bernucci.
Por su parte, Jeanette Vega, ex subsecretaria de Salud y asesora de la OMS, asegura que “la cuarentena que plantea la OMS restringe sustantivamente la circulación de las personas. Usualmente, que se apliquen al comienzo de la pandemia para cortar la transmisión mientras instalas una buena estrategia”. Para esta entidad, asegura, esta estrategia pasa por un lado por montar un sistema adecuado de trazabilidad y aislamiento, control de contactos y, por otro, porque las personas usen mascarillas, no permanezcan en lugares cerrados, se laven las manos y mantengan la distancia social.
Fronteras y vacaciones
El retroceso a fase 2 en la RM se da en paralelo a otras medidas de desconfinamiento que las autoridades han ido implementado en las últimas semanas, como permitir los viajes internacionales. Desde este lunes, está previsto que los extranjeros que vengan de países considerados de riesgo por la OMS ya no deberán cumplir cuarentena obligatoria de 14 días. Precisamente por eso, el diputado de RD Miguel Crispi presentó un recurso de protección contra del Ministerio del Interior. También se han reabierto los parques nacionales para reactivar el turismo: de 106, 42 se encuentran operativos, según la Conaf.
“Es contradictorio que ad portas de una segunda ola se abran las fronteras, se permitan los viajes a adultos mayores y que los casinos estén abiertos hasta las 2:00 de la mañana”, plantea Bernucci.
Jeanette Vega apunta hacia la misma dirección: “Una de las estrategias clave es una muy buena comunicación de riesgo hacia la comunidad”, afirma. “Anuncios de apertura y mensajes para prepararnos a celebrar Navidad son contradictorios con la necesidad de cuidarse; se pone la responsabilidad en la gente. Y es peor aún cuando ves al Presidente paseando sin mascarilla”, señala.
Sobre los desplazamientos internacionales y la apertura de fronteras, Vega pone el acento en los efectos que podría generar la salida de chilenos al exterior considerando el alto porcentaje de contagiados al interior del país. “El riesgo más bien está en que nosotros vayamos a otros países. Aquí nunca hemos reducido el número de casos para creer que ya pasó la primera ola”, enfatiza.
En la previa de fiestas de fin de año y de los meses de vacaciones, se ha planteado la preocupación de que las medidas restrictivas podrían impactar en las próximas semanas: “La epidemia se está expandiendo y lo preocupante es que estamos recién en diciembre, si aumenta demasiado la movilidad se ve complejo lo que venga en vacaciones. Eso, en un escenario en que la población está muy agotada, con médicos que están muy agotados y con gente que ya siente que no puede aguantar más estar encerrada", señala. Ante este escenario, agrega, "hay que mantener las medidas de lavarse las manos, mascarillas, distancia social, con esas medidas el riesgo es muchísimo menor”.
Cuarentenas en el mundo
En Europa hace más de dos meses que gobiernos y ciudadanía lidian con la segunda ola. En países como Francia, Alemania, Italia o España, hay medidas restrictivas, como el toque de queda nocturno, para evitar los contagios en fiestas y eventos de noche, y limitaciones a la movilidad. Sin embargo, los países europeos han sido cautos a la hora de imponer otra vez el confinamiento domiciliario. En Francia las personas pueden salir para ir a trabajar, ir al colegio, hacer compras, visitas médicas o hacer deporte durante tres horas, sin limitaciones por día o a la semana. En Alemania se ordenó un “confinamiento flexible”, con limitaciones a encuentros públicos y privados, al ocio y la posibilidad de salir a la escuela y a trabajar.
En España tampoco se ha impuesto un confinamiento en la casa. Hay restricciones a la movilidad nocturna y entre regiones; algunos territorios han confinado a sus principales ciudades, mientras que otros han cerrado los municipios solo durante el fin de semana.
En Italia, las limitaciones se definen según una escala de colores. En la zona roja, concentrada mayoritariamente en el norte del país, es donde hay más imposiciones, aunque el gobierno ha insistido en evitar un confinamiento total, como el de la primavera boreal. Hay prohibiciones de abandonar la región o de salir de casa, con la excepción de ir a trabajar, comprar o por motivos de salud o emergencias. En ninguno de estos países se han vuelto a cerrar escuelas en su totalidad.
En América Latina las medidas han sido graduales al desconfinamiento. En Argentina, el gobierno anunció hace una semana nuevas medidas sanitarias y estableció un aislamiento sanitario preventivo y obligatorio solo en Bariloche y Puerto Deseado.
En el caso de Perú, se extendió el estado de emergencia durante diciembre, con limitaciones a la movilidad para las personas que han dado positivo al test y se anunció la apertura de vuelos internacionales a Europa a partir del 15 de diciembre.
En Brasil también han aumentado los contagios, por lo que decretaron un período especial para reforzar el distanciamiento social, entre el 7 de diciembre y el 3 de enero, considerando las fiestas de fin de año.
En tanto, en Chile está por verse si las restricciones que se aplicarán desde este jueves, que afectarán a más del 40% de la población del país, llegaron preventivamente para “salvar” la Navidad y la temporada de verano o se instalarán por meses, como pasó durante el invierno.