Fabián Retamal, del magíster en Gestión Cultural de la U. Chile:

Fabián Retamal, del magíster en Gestión Cultural de la U. Chile: "Nuestros estudiantes deben ser actores relevantes en el sistema cultural"

Por: El Desconcierto | 16.11.2020
¿Cómo se ha desarrollado la gestión cultural en el contexto actual? ¿De qué manera deberían ser abordados los derechos culturales en el proceso constituyente? Estas y otras preguntas fueron abordadas por Fabián Retamal, coordinador del Magíster en Gestión Cultural de la Universidad de Chile, a propósito de la apertura del segundo llamado a postulaciones 2021 de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Artes.

La gestión cultural es bastante polisémica y tiene varias definiciones desde distintos abordajes. La Universidad de Chile, a través de su Magíster en Gestión Cultural, la aborda como aquel enfoque que permite posibilitar los desarrollos culturales en las comunidades y la implementación de políticas públicas sectoriales o institucionales, con el propósito de generar una transformación social.

"Desde ese lugar -dice Fabían Retamal, coordinador de dicho Magíster- dotamos a los estudiantes de herramientas y metodologías asociadas a las artes, a la sociología, a la antropología, etc. Esto nos permite ofrecer oportunidades de acción profesional a nuestros estudiantes para que se inserten, claramente, en distintos espacios y ámbitos".

-¿Cuál es el diagnóstico que hace el Magíster en Gestión Cultural respecto del desarrollo de esta disciplina hoy?

-En el Magíster tenemos un diagnóstico que puede ser un poco paradójico, porque tenemos una mirada con mucha expectativa en relación a la conciencia de parte de los actores que operan dentro del sistema cultural, llámese productores, encargados de cultura de municipios, funcionarios intermedios del sistema público, participantes de fundaciones, corporaciones, etc. Ellos y ellas tienen conciencia de que se requiere una formación específica para poder llevar adelante su acción cultural y esa formación específica, es una formación que la otorga la gestión cultural.

Ya no basta con solamente tener el deseo o las buenas intenciones, se requiere agregar ciertos elementos que nos permitan tener conciencia también sobre los resultados y los efectos que tiene todo este esfuerzo en materia cultural. En ese sentido, nos parece que estamos en una situación bien expectante. Lo visualizamos así cuando revisamos el número de personas que quieren sumarse al programa, cuando miramos la situación de la oferta de programas de formación cultural y cuando entendemos que, de alguna manera, la gestión cultural nos va a permitir ir tomándole el pulso a cómo se implementa la política pública en el país. Ahora, por otro lado, nos parece importante preocuparnos de cómo la gestión cultural se va actualizando, cómo la gestión cultural se va discutiendo, se va poniendo en tensión y va generando una episteme propia.

-¿Cómo el contexto actual ha modificado el ejercicio de la gestión cultural?

-Va a depender desde dónde se aborde. Entendemos que la gestión cultural tiene un encargo social y ese aspecto está inserto en el propio quehacer de las comunidades, de los colectivos, de la manera organizada en que se entiende el propósito político que tienen los distintos grupos humanos. En ese sentido, reconocemos que hay elementos que son propios de la gestión cultural y otros que son antecesores, de alguna manera, a esta denominación, a este concepto que surge en los años 80. Son las capacidades innatas que tienen aquellas personas que integran juntas de vecinos, aquellas personas que de alguna manera ejercen labores de liderazgo en organizaciones gremiales, en colectivos artísticos, etc. Sin embargo, creemos que también hay una distinción que tiene que ver con el encargo profesional de la gestión cultural y, en ese sentido, creemos que existen ciertas competencias fundamentales que deben tener aquellos que se desarrollan profesionalmente en este campo. Desde ese punto de vista, notamos que hay elementos que tienen que ser insertos dentro de las mallas de formación en gestión cultural y que tienen que adaptarse no solamente a las nuevas necesidades que se ven a partir de las demandas sociales, de la acción política, sino que también de los nuevos contenidos que están presentes hoy día a propósito de la pandemia.

Un ejemplo es pensar la formación en gestión cultural desde perspectivas que hoy día se hacen sumamente necesarias de poner en relieve, como son las perspectivas de género. Creemos que es ineludible para la gestión cultural entender y problematizar acerca de cómo abordamos la participación de los distintos géneros, pero también, en un marco de diversidad donde se tienen que reconocer distintas subjetividades e identidades. Eso tiene que ser considerado por la política pública, por la acción cultural y, por supuesto, por el quehacer que tienen los gestores y las gestoras culturales del país.

¿Cómo ha afectado específicamente la pandemia al ejercicio de la gestión cultural?

-Creo que le ha afectado, como le ha afectado a los distintos campos del quehacer humano y de nuestra sociedad. En este sentido, el desarrollo de la gestión cultural nos pone en un gran desafío y a la gestión de las artes en particular, el resolver cómo podemos mantener, darle continuidad y proyección a nuestro quehacer, considerando que estamos en un marco de distanciamiento social, que los espacios habitualmente conocidos como espacios de difusión cultural (teatros, museos) han estado cerrados en gran parte del año. Entonces, la pregunta que surge ahí es: ¿cómo podemos dar funcionamiento, continuidad y desarrollo a espacios de esta naturaleza, entendiendo que tenemos ciertas restricciones? Creemos que, desde ese punto de vista, es un desafío, pero también vemos con mucha expectativa el cómo ese desafío ha sido abordado por distintas iniciativas que se han resuelto, nos parece, de manera muy adecuada. También hemos visto nuevos espacios de desarrollo para la gestión de las artes y la gestión de la cultura que no conocíamos. O sea basta ver, por ejemplo, lo que se ha hecho en el mundo del teatro, con una nueva dinámica que muchos dirán “bueno, no es teatro propiamente tal”, pero sí ha permitido mantener esa continuidad. Es interesante ver cómo los espacios museales han resuelto su contacto y su vinculación con los públicos a partir de dinámicas virtuales que les va a permitir responder por el momento, pero también propiciar nuevas estrategias de desarrollo en el futuro.

-¿Cuáles son los campos de desempeño de la gestión cultural? ¿Es lo mismo decir gestión cultural y gestión de las artes?

-A nuestro modo de ver, creemos que la gestión cultural es más amplia, desde la perspectiva de que no solamente se limita al quehacer artístico. Las artes son un componente más de la cultura, pero en la cultura tenemos una serie de otros elementos que tienen que ver con el patrimonio, que tienen que ver con los aspectos simbólicos de la cultura, pero también con los modos de vida. Desde ese punto de vista, nos parece que ahí hay un espacio amplio para el quehacer del o la gestora cultural, entendiendo que analizar, entender y accionar sobre la dimensión cultural de las políticas públicas, podría ser un espacio en el cual hoy día, no necesariamente tenemos mucha conciencia del hacer, pero sí en el futuro podríamos desarrollar acción colaborativa con otras políticas públicas, más allá de las consideradas como netamente culturales.

-¿Desde qué perspectiva el Magíster en Gestión Cultural comprende la concursabilidad?

-Bueno, la concursabilidad es una política de financiamiento que se implementa en Chile, en el ámbito cultural, pero también en distintos ámbitos. Responde al tipo de Estado que se ha configurado en los últimos 40 años, en términos de ser un Estado subsidiario, que no necesariamente se compromete profundamente con respecto al desarrollo de ciertas materias, en este caso, el desarrollo cultural. Indudablemente, la sociedad ha cambiado y el sistema cultural también ha madurado. Eso  exige, de alguna manera, hacer una revisión con respecto a la concursabilidad, probar nuevas fórmulas para resolver qué metodologías, qué formas pueden ser las más propicias para hacer innovación.

Sin embargo, para poder darle continuidad, proyección y profundidad a proyectos de gran significancia y que no necesariamente tienen un valor desde el mercado, pero sí un valor cultural importante, es necesario revisar otras políticas de financiamiento y esas tienen que ver con formas de financiar iniciativas culturales a más largo plazo, obviamente supeditadas a procesos de acompañamiento, continuidad, revisión, transparencia que, nos parece, son elementos fundamentales no solamente para la política cultural, sino que para toda política pública. Pero, como te señalaba, nos parece que es interesante poder ver modalidades diversas y diferentes a la concursabilidad. Creemos que estamos en un momento que nos va a permitir también hacer propuestas. Nos parece que la participación en esto es fundamental, el involucramiento de los artistas, de los agentes culturales, de las comunidades en términos de resolver cuáles son los horizontes culturales. En ese sentido, creo que la concursabilidad es aplicable a ciertas materias, pero, indudablemente, no se puede sostener un desarrollo cultural país solamente con esa modalidad de financiamiento.

-¿De qué manera los derechos culturales deberían estar consignados en una nueva Constitución?

-Si bien los derechos culturales no habían sido necesariamente un elemento que discutiéramos en profundidad, estamos, por ejemplo, dentro del magíster, revisando experiencia de política cultural comparada para entender metodologías y formas de entender los derechos culturales. Creemos que hoy día, tal como están consignados en la constitución, son un estadio menor, sobre todo si uno compara experiencias, por ejemplo, con México, en donde está establecido el derecho a la participación y la vida cultural. Ahí nos parece que quizás es un elemento que tenemos que reforzar y promover, sobre todo en este momento constituyente. Creemos que los actores que hacen o que son parte activa de la vida cultural de este país, deben abrir esos espacios para la discusión. No solamente la discusión interna dentro del sector cultural, sino que también posibilitar que a esta discusión se integre activamente la ciudadanía. Creemos que la cultura no debe ser un espacio o un nicho en el cual hay cierta “elitización”, desde el punto de vista del dominio y manejo de los elementos culturales que son predominantes, si no que debe ser un espacio que se posibilite desde la perspectiva de la participación, de la democracia cultural y, también, desde la perspectiva de entender que la cultura es un elemento sustantivo en todo proyecto país.

-¿En qué consiste el Magíster en Gestión Cultural?

-El programa de Magister en Gestión Cultural busca desarrollar competencias, conocimientos y saberes relacionados con esta disciplina. Desde esa óptica, potencia el conocimiento de los campos artísticos, entrega metodologías que nos permiten entender, analizar y dar respuesta a problemáticas de la gestión y, al mismo tiempo, dota a los y las estudiantes para que puedan responder con instrumentos complejos de gestión, a través de elaboración de planes, configuración de modelos, investigaciones asociadas al campo de la gestión cultural y elaboración de potenciales programas en el ámbito público, en el ámbito  asociativo y en el ámbito privado.

-¿Cuáles son las líneas de investigación del Magíster en Gestión Cultural?

-Existen distintas líneas de trabajo actualmente. La más importante es aquella relacionada con la gestión cultural misma, hay otra segunda línea que ver con políticas culturales, una tercera línea que tiene que ver con desarrollo de públicos para espacios culturales y una cuarta línea que tiene que ver con economía y cultura. En todas estas líneas, los y las estudiantes producen investigación asociada a la gestión cultural como, también, propuestas de intervención en el campo de la gestión cultural que nosotros denominamos actividades formativas equivalentes.

-¿Cuál es el sello U. Chile en el Magíster en Gestión Cultural?

-Este es un magíster que está implementado desde la Facultad de Artes, en la cual colaboran otros organismos de la universidad, otras facultades, la Facultad de Economía… también tenemos profesores de la Facultad de Ciencias Sociales. Desde ese punto de vista, creemos que hay un sello distintivo que tiene que ver con una mirada transdisciplinar. Nos parece que ahí hay un sello que es clave y que dota al magíster de un plus que es difícil de encontrar en otros programas. Creemos que nuestros estudiantes deben ser capaces, justamente, de ser actores relevantes en el sistema cultural, para abordar las problemáticas que hoy día aquejan a las distintas comunidades y a las políticas públicas sectoriales.

Revisa la entrevista completa en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=ew54HwxdrnM&feature=youtu.be

 

POSTULACIONES 2021 POSTARTES U. CHILE

Más Información: http://www.artes.uchile.cl/postgrado

Cierre segundo llamado: 18 de diciembre de 2020.

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