Marcos Rivas, candidato a presidir el gremio de los emprendedores: “La Asech tiene que ser la voz de los que no tienen voz”
Marcos Rivas inició su primer emprendimiento cuando aún se encontraba estudiando en la universidad, pero su vinculación con el mundo de las pymes viene de mucho antes. Como hijo del propietario de una carnicería conoció desde niño las dificultades que un pequeño negocio o empresa debe sortear para surgir y crecer en nuestro país.
Desde esa mirada, Marcos, quien es hoy CEO de City Global, afirma comprender de primera mano las necesidades e intereses de los más de 40 mil socios de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), quienes deberán elegir una nueva directiva en diciembre próximo.
-Marcos, cuando en el discurso oficial se habla de emprendimiento, regularmente, se tiende a construir una imagen asociada con altos niveles de innovación, con el uso de tecnología de vanguardia, con el desarrollo de nuevas industrias, etc. Pero la realidad emprendedora en nuestro país dista bastante de esa imagen de un Silicon Valley nacional. ¿De qué manera tu propuesta para la ASECH aspira a hacerse cargo de lo anterior?
-Emprendimiento e innovación no son lo mismo. Emprendimiento es una actitud que se desarrolla a partir, muchas veces, de una necesidad. Los emprendedores ven una opción de generarse un ingreso dignamente, la toman y hacen de eso su oficio y sustento. El emprendimiento en Chile es principalmente por necesidad, no por oportunidad. El mundo de la oportunidad en Chile es muy pequeño.
Entendiendo eso, el rol de un gremio que busca agrupar voluntades e intereses es básicamente emparejar la cancha entre el pequeño emprendedor y el que es empresario y es grande. No viéndolo como una confrontación, pero sí reconociendo que la cancha es dispareja. Es muy difícil para quien no tiene capital, acceso a financiamiento e incluso respaldo familiar y conexiones, alcanzar el éxito. No todo depende de su talento. Por lo mismo, el rol del gremio es emparejar la cancha, generar movilidad empresarial, lograr que el emprendimiento sea el principal vehículo de movilidad social.
Yo creo que el gremio debe seguir y amplificar su gestión para que haya más oportunidades para el desarrollo del talento de todos. Y para quien emprende por necesidad, que esa necesidad se pueda llegar a transformar con el tiempo en una oportunidad.
-Reconociendo entonces la variedad de realidades emprendedoras que conviven en una organización como Asech, cada uno con sus propios intereses y necesidades, ¿hacia quién va a estar dirigida la propuesta de ustedes?
-El 68,5% de los miembros de la Asech son microempresarios. si le sumamos a los pequeños, el 95,5% de los asociados de Asech son micro y pequeños empresarios.
Yo quiero trabajar con quien lo necesita más y esos son, claramente, los micro y pequeños empresarios. Los que emprenden por necesidad. Esto no excluye empujar proyectos que apoyen a las scale-ups, que son las que generan mayor trabajo. Pero cuando entiendes la realidad de la micro y pequeña empresa (y yo la entiendo porque vengo desde abajo), sin duda que miras las políticas públicas de forma distinta. Y desde las políticas públicas se puede emparejar bastante la cancha para los que tienen problemas y emprenden por necesidad en todo el país.
Por ejemplo, a través de la creación de un factoring estatal, incentivando nuevas alternativas de financiamiento distintas a las que hoy acceden los emprendedores del 20% + UF anual, que son las que ofrece la banca. También, llegando a crear un fondo de inversión de unos dos millones de dólares a partir del 1% de libre disposición que tienen las AFP, sería tremendo para el país. Un fondo disponible no solo para las startups innovadoras o scale-ups, sino también para las pymes, como hoy se hace en Reino Unido y Australia. Por otro lado, mejorando la ley de insolvencia para pymes, la cual hoy resulta inaplicable para las micro y pequeñas empresas, solo por los costos de su proceso legal.
Por eso, si hablamos de foco, el foco tiene que estar en la mayoría. Y en la mayoría, todos tienen los mismos problemas: acceso a financiamiento, capacitación, re-emprendimiento, etcétera. Y para el 4,5% de nuestros asociados que desesperadamente necesita capital de riesgo, también tienes que tener proyectos y así, emparejar la cancha para todos.
-Cuando hablamos de emprender por necesidad, la gran mayoría de los emprendedores lo hace a partir de una situación de desempleo estacional o prolongado. Pero el relato habitual, al cual contribuye también Asech, muchas veces se refiere al aumento de iniciativas emprendedoras como un logro. ¿Hasta qué punto se debería celebrar que cada día vaya aumentando el número de emprendedores sin que eso signifique, a su vez, avalar la precariedad en el empleo asalariado?
-No celebro que se haya perdido 1,8 a cerca de 2 millones de empleos vinculado a la crisis social, económica y de pandemia. No creo que eso haya que celebrarlo. Todo lo contrario, yo lo lamento muchísimo. Principalmente lo lamento porque cerca del 50% de los empleos en Chile los genera la micro, pequeña y mediana empresa. Nosotros aportamos el 16,5% de las ventas del PIB.
Cuando se dan estas situaciones de excepción como las que estamos viviendo hoy día, la destrucción de 1,8 millones de empleo significa que un gran número de pymes, especialmente micros y pequeñas, simplemente están en insolvencia financiera. Pero no se pueden acoger a la ley de insolvencia porque no tienen la plata para hacerlo, porque es jodido, porque es complicado. Por eso, opino que el crecimiento y el desarrollo de un país refleja el bienestar de sus habitantes. Para que haya bienestar, tiene que haber alternativas, siempre. Si un ciudadano quiere emprender, tiene que tener a mano todas las alternativas para hacerlo, al igual que para emplearse.
Para que un emprendimiento nazca, requiere de capital humano. Por eso, no celebro que parte de ese 1,8 millones de personas que producto de esta crisis han perdido su empleo, hoy sean emprendedores. Están emprendiendo solo desde la necesidad. Están intentando hacer lo que pueden. Pero independientemente de lo anterior, hay que intentar generar las mejores condiciones para que lo hagan.
-¿Cuál es el rol que a tu juicio debe ejercer el Estado y sus instituciones en el incentivo y promoción del emprendimiento?
-Aquí entramos en un tema que puede ser ideológico. Sabemos que hay un segmento de la sociedad que aspira a contar con un Estado con más atribuciones, más participativo y hay otro sector que piensa que el Estado debe tener una participación mínima, solo de regulación. Pero si uno mira economías desarrolladas y, de forma más precisa, si uno mira empresas que han tenido enorme éxito como Apple, descubre que, por ejemplo, el iPhone tiene al menos siete tecnologías cuyo desarrollo fueron resultado de la inversión del Estado.
Es decir, si algunos estados no hubieran invertido en tecnologías como el GPS, las pantallas táctiles, las redes de telecomunicaciones y de transferencia de datos, etcétera, esa industria jamás se habría desarrollado. Entonces, por un lado, el Estado debe desarrollar una visión (que creo se perdió luego del gobierno de Lagos) de cómo llegar a ser un país desarrollado y hoy día, esa conversación no está.
Hoy estamos en una conversación mucho más orientada a lo inmediato. Y eso hace que perdamos la perspectiva de dónde queremos estar en 30 años más. Por ejemplo, se han perdido las políticas públicas relacionadas con el desarrollo de clúster de industrias. Eso se ha perdido con el tiempo. Eso dejó de ser visión del Estado. Hoy somos todos multi industria. Y la pérdida de la visión de Estado, sin duda afecta el emprendimiento y la innovación, porque son políticas públicas que se traducen en incentivar una actividad económica, como la generación de nuevas empresas innovadoras en tecnología como agro-tecnología o en investigación, etcétera.
Entonces, el rol del Estado es fundamental para incentivar, para propiciar que se generen nuevas empresas y, sobre todo, nuevas empresas exportadoras de alto valor, porque en algún momento las materias primas se nos van a acabar, los commodities se nos van a acabar y nos vamos a empezar a complicar.
-Entonces, si no somos un país exportador de inteligencia, ¿qué es lo que vamos a hacer en 50 años más?
El rol del estado no debe ser solo incentivar el emprendimiento, sino también el desarrollo de la innovación, es decir, propiciar la base, garantizar la base para que las pymes tengan mayor acceso a financiamiento, tengan tasas más bajas, mejor acceso a capacitación, a redes de negocio, se les permita fracasar y se les facilite el reemprender. Que se permita la movilidad empresarial, etcétera. Y para eso tiene que haber una serie de cambios en políticas públicas y eso va a ir armando una cultura en el país mucho más emprendedora de lo que hoy somos.
-Y en ese contexto, ¿cuál sería el rol de la Asech dentro del ecosistema emprendedor nacional?
-El rol de la Asech tiene que ser la voz de los que no tienen voz. Tiene que seguir siendo emparejar la cancha para los que la tienen más difícil, que son los micro y pequeños empresarios, lo que no excluye a las startups más innovadoras y scale-ups, lo que supone seguir empujando la creación de una industria de capital de riesgo. Pero la base, la que genera el 48% del empleo en Chile, son las micro y pequeñas empresas y por ellas hay que seguir trabajando y luchando.
Nosotros somos un gremio de personas, no de empresas. Agrupamos a los que lideran negocios y compañías y para ellos este es un ambiente muy solo, especialmente en estos tiempos de crisis e incertidumbre. Entonces, si yo llegara a presidir la Asech, me voy a enfocar en los primeros dos años en todo lo que es reactivación y crecimiento económico, sobre todo lo que tiene relación con la ley de insolvencia pyme, FOGAPE, FOGAIN, nuevas alternativas de financiamiento, mejor y mayor capacitación para las pymes y también darles más y mejores oportunidades para que accedan a mejor calidad negocios y no que siempre los mejores negocios estén para los más grandes. Eso tiene que ver con políticas públicas, tiene que ver con cómo emparejamos la cancha.