Tres cosas que debes saber sobre la especie invasora que amenaza a la Antártida
Este reportaje original del medio de noticias ambientales Mongabay Latam fue escrito por Michelle Carrere y es parte de una alianza con Bienes Comunes de El Desconcierto.
Mientras la científica Conxita Ávila hacía sus investigaciones de campo en dos islas del continente blanco, Livingston y de Decepción, descubrió una especie muy pequeña, el briozzo marino (Membranipora membranacea). La mala noticia: podría tratarse de la primera especie invasora de la Antártida
Se trata de un organismo marino que vive en colonias y que se adhiere con facilidad a distintas superficies, recubriéndolas como si se tratara de una alfombra.
Ávila reconoce que es posible que este organismo haya llegado desde siempre al continente antártico empujado por las corrientes marinas, pero el problema es que la temperatura ha aumentado producto del calentamiento global y si antes el briozzo moría de frío frenando así su asentamiento en las costas, hoy es posible que sobreviva.
Estas son los tres claves para entender por qué el briozzo marino podría convertirse en una amenaza para la biodiversidad de la Antártida.
1. ¿Cómo llegó el briozzo hasta la Antártida?
Se manejan por el momento dos hipótesis: que pudieron llegar de manera natural, empujadas por las corrientes marinas; o que hayan llegado adheridas a las embarcaciones turísticas, científicas o pesqueras que trabajan en la zona.
“Los barcos que tiran anclas y luego las suben pueden arrancar del fondo marino pedazos de algas o estas pueden quedar atrapadas en las cadenas o en las anclas”, explica Ávila. De esa manera, el briozzo puede llegar transportado por las embarcaciones sin que los pasajeros se enteren siquiera.
La Antártida tiene una intensa actividad turística. Entre octubre 2019 y abril 2020, 32 buques de turismo operaron de manera simultánea y cada uno realizó unos 12 viajes transportando entre 100 y 250 pasajeros cada vez.
Foto: Blanca Figuerola (UB-IRBio)
Sin embargo, el turismo en la zona está estrictamente regulado por la Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos (IIATO), que busca asegurar que los viajes a la Antártida del sector privado sean ambientalmente responsables.
Luis Turi, guía turístico en una de las empresas que realiza excursiones, señala que la IIATO “tiene una cantidad enorme de protocolos y dentro de ellos hay uno que se llama ‘No Empaque Una Peste’”. Se trata de un exhaustivo procedimiento al que todas las personas deben someterse para evitar transportar semillas u organismos desde otras zonas.
Pero no son solo los barcos turísticos los que pueden acarrear especies potencialmente invasoras, sino también aquellos en los que viajan los científicos que hacen estudios en el continente y también aquellos dedicados a la pesca.
2. ¿Cómo ocurriría la invasión?
El briozzo tiende a crecer sobre distintas superficies y puede reproducirse incluso sobre otros organismos. Si eso ocurriese, estos quedarían completamente cubiertos por cientos de individuos de esta potencial especie invasora y finalmente morirían al no tener acceso a alimentos y oxígeno. A su vez, “eso generaría un impacto en cadena”, agrega Ávila, debido a que las demás especies que dependen de los organismos ‘ahogados’ por el briozzo, tanto en alimentación como en cobijo, también se verían afectados.
Briozzo marino transportado en las ramas de las macroalgas. Foto: Blanca Figuerola (UB-IRBio)
“El problema añadido —dijo la científica a Mongabay Latam— es que Decepción es un volcán y es más caliente que el resto de la zona”. Entonces, “si llega allí, que es más cálido todavía, la probabilidad de que sobreviva es mayor y luego desde ahí puede extenderse y formar una población estable”, agrega.
Por eso es que en el artículo científico publicado en la revista Scientific Report se precisa que si este organismo llegara a adaptarse y reproducirse, podría fácilmente convertirse en una especie invasora y poner en riesgo la biodiversidad de la Antártida.
El agua del continente blanco alberga una diversidad de jardines de esponjas, corales, anémonas, algas, además de peces y mamíferos marinos. Si el briozzo llegara a colonizar la zona, “el paisaje puede transformarse y pasar de ser un sistema muy rico a ser uno de baja biodiversidad, monopolizado por esta especie invasora”, asegura Ávila.
3. ¿Cuál es la solución?
La científica asegura que las medidas de limpieza de anclas y cadenas debieran instalarse para todas las embarcaciones como una práctica rigurosa y estricta. Sin embargo, es clara en precisar que “la real solución es detener el calentamiento global lo antes posible”.
La científica advierte la urgencia de hacer monitoreos de estas especies que si bien aún no han comenzado a colonizar, por primera vez muestran signos de que podrían llegar a hacerlo. “Hay que hacerle un seguimiento a las algas, saber qué especies llegan, dónde llegan y vigilarlas para que no se asienten. Si lo hacen, será imposible detenerlas”, advierte.
* Puedes revisar la publicación original de este reportaje y más material audiovisual en el siguiente link
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