El partido de Evo Morales pide garantías al ente electoral frente a resultados de elecciones presidenciales
El Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, pidió al organismo electoral de Bolivia información "cierta y documentada" de aspectos relacionados con la transparencia de las elecciones generales de este domingo, como la fiabilidad de los resultados.
El MAS "exige garantías acreditadas documentalmente" mediante una carta enviada al Tribunal Supremo Electoral con sede en La Paz, en la que alude al menos a ocho puntos sobre el nivel de confianza del proceso electoral.
El documento pide certificaciones de calidad de la organización de los comicios, informes de auditorías al sistema de cómputo de la votación, los informes técnicos por los que a diferencia de la elección anterior no se permitirán fotografías de las actas electorales y listas de los integrantes de las misiones de observación, como la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros.
[Te puede interesar]: Bolivia enfrenta elecciones sin Evo Morales por primera vez en tres décadas
La nota aclara que la documentación debe entregarse "con carácter de urgencia".
El MAS de Morales, impulsor de la candidatura del ex ministro de Economía Luis Arce, anunció que "tiene su propio sistema de cuenta de votos que funcionará el día de las elecciones".
"Nosotros vamos a tener en tiempo real y vamos a controlar cuánto es el voto que tenemos y cuánta es la votación, por supuesto, a nivel del país", señaló Arce.
La génesis de la desconfianza
La susceptibilidad del MAS pasa por la desconfianza que le genera la presencia de la misión de la OEA en Bolivia, organismo al que acusan de haber elevado un informe que detectó graves irregularidades y una manipulación del resultado, pero que a juicio del MAS dio pie a un golpe de Estado a fines del año pasado.
Las elecciones de octubre pasado se anularon entre denuncias de fraude a favor del entonces presidente Evo Morales, quien siempre ha negado la situación que aún está bajo investigación judicial.
Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido, pero en noviembre, el día en que se conoció el informe de la OEA, anunció su renuncia denunciando que estaba siendo forzado a dejar el poder por un golpe de Estado, orientado a negarle una nueva victoria electoral.
Las fallidas elecciones del año pasado desembocaron en una grave crisis social y política en el país, con episodios de violencia que provocaron al menos 37 muertos y más de 800 heridos, según la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
La campaña electoral para la votación a presidente, vicepresidente, senadores y diputados del día 18, transcurrió con algunos hechos violentos, entre llamados a la calma incluso desde fuera del país.