Las muertes invisibles de la pandemia: Más de 400 personas migrantes fallecieron por COVID-19 en la RM hasta agosto
Bricenet Lyndor tenía 42 años y llevaba cinco en Chile. Como la mayoría de sus compatriotas, viajó desde Haití para buscar nuevas oportunidades. Se instaló en Valparaíso y dejó atrás a su pareja y tres hijos de 21, 19 y 10 años. Su primo Julio Seguin, también haitiano, no conoce muchos detalles de su vida en el puerto. Desconoce a qué se dedicaba, pero fue él a quien los médicos del Hospital Carlos Van Buren avisaron de su muerte por coronavirus. “Era la única familia que tenía”, dice. Julio viajó desde Santiago a Valparaíso para enterrar a su primo al cementerio de la ciudad. “Murió solo en el hospital”, lamenta. Julio recuerda que Bricenet le había comentado que le dolía la cabeza. A los pocos días lo llamaron para informarle de su muerte.
Desde el inicio de la pandemia, cientos de personas migrantes han perdido la vida en la batalla contra el coronavirus. En la Región Metropolitana, 413 personas migrantes fallecieron por COVID-19 hasta el 31 de agosto. La cifra, que ha sido entregada por la Seremi de Salud de la región a petición de El Desconcierto, representa un 5% del total de los 8.538 fallecidos que hasta esa fecha registraba el Minsal en la RM. Si, en cambio, se saca la proporción respecto a los datos entregados por el Informe Epidemiológico con la información del DEIS a fecha de 29 de agosto (la más cercana al último día del mes de agosto de la que hay datos publicados en los informes), el porcentaje de personas extranjeras fallecidas por coronavirus desciende hasta el 3,6%, porque el DEIS registraba en esa fecha un total de 11.201 fallecidos en la RM.
Las cifras de personas migrantes fallecidas o contagiadas por COVID-19 aún no se han transparentado y esta es la primera estimación real que se puede hacer con información oficial hasta el final del peak de la pandemia en Chile, que llegó a su momento más complejo en junio, cuando los registros de muertes se dispararon. Las cifras incluyen tanto a las personas con causa de muerte por COVID-19 identificado (U071, según clasificación CIE-10 establecida por la Organización Mundial de la Salud), como no identificado (U072).
Por sexo, más del 60% de los fallecidos extranjeros fueron hombres, mientras que las mujeres representan casi el 38%. En la distribución por comunas, Santiago Centro es, claramente, la que más muertes registra (77), un 18,6% del total. También es la zona donde más personas migrantes residen. A una distancia considerable, la siguen Independencia (33), Recoleta (29) y Quilicura (24).
[caption id="attachment_407319" align="alignnone" width="570"] Personas migrantes fallecidas por COVID-19 en la RM / Mapa: Michel Contreras[/caption]
Para poder establecer cuánto representan las muertes de las personas migrantes sobre el total de fallecidos de cada comuna, hay que excluir los datos de los fallecidos sin confirmación de PCR, ya que a fecha 31 de agosto estos no aparecen en los registros abiertos de las muertes por comuna que publica el Ministerio de Ciencia. De los 77 fallecidos por COVID-19 de la comuna de Santiago, 40 tuvieron un PCR positivo, y por lo tanto, el virus identificado, lo que representa el 14% de los 288 fallecidos totales confirmados en la comuna al 31 de agosto. Lo Barnechea registró un 13% y siguen Independencia y Providencia, ambas con un 11%.
En respuesta a la solicitud de este medio, la Seremi Metropolitana aseguró que el documento de defunción “no contiene la desagregación por nacionalidad” de las personas fallecidas cuya nacionalidad no es chilena o han sido nacionalizados. Por eso, no ha sido posible informar sobre este punto, por el que El Desconcierto también había preguntado. La autoridad también informó que los datos entregados “tienen carácter provisional” ya que “el año en curso se encuentra en proceso de recolección de datos” para cumplir con las etapas de “depuración, revisión, validación y codificación de las bases de datos de hechos vitales” transmitidas al DEIS y al INE por el Registro Civil.
“Nos culpan de los contagios, pero no se habla de los fallecidos de nuestras comunidades"
“El impacto de las muertes de personas migrantes por la pandemia ha sido terrible porque es muy duro para los familiares ver cómo vivían, saber que sus seres queridos no van a poder ser repatriados, sin alcanzar a despedirse, que no los van a ver más y que nadie va a ir a visitarlos al cementerio porque allá están solos; eso genera un dolor muy profundo”, explica Lorena Zambrano, vocera de la Asamblea Abierta de migrantes y promigrantes (AMPRO) Tarapacá.
“Muchas personas migrantes se sintieron solos durante la pandemia y efectivamente lo estaban porque las redes que pueden generar acá no suplen las redes de vida y familiares que uno tiene en su país natal”, apunta Rodolfo Noriega, abogado y secretario general de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes de Chile. Según él, eso provoca “un estrés mayor, una afectación psicológica y emocional”, sumado al riesgo de contagiarse o que sus seres queridos también sufran por la pandemia en sus países, añade.
Noriega, miembro de la comunidad peruana en Chile, critica la "ausencia de un plan o programa específico para migrantes en temas sanitarios y sociales para enfrentar la pandemia”. A su parecer, desde el gobierno se promovió la “estigmatización” de las personas extranjeras “como vector principal en la incidencia y expansión" del virus. “Nos culpan de los contagios, pero no se habla de los fallecidos de nuestras comunidades, ni de cómo el gobierno se desentendió de los primeros bolivianos enfermos”, reprocha, por su parte, Zambrano.
Ambos dirigentes destacan la falta de atención, de medicamentos, de comprensión y de recursos a las que ha sido expuesta la población migrante durante la crisis sanitaria. Algo que, en opinión de Noriega, se ha exacerbado con la situación de irregularidad migratoria que “ha excluido a las personas migrantes de todos los beneficios”. Y ejemplifica: “Hasta hoy siguen habiendo migrantes haciendo filas en las AFP, particularmente la Modelo, que no pueden cobrar su 10% por no tener una residencia regular en el país”. Para él, las consecuencias que la gestión de esta crisis por parte del gobierno ha provocado en los extranjeros de la región que viven en Chile tienen una causa concreta: "La indiferencia del Estado respecto al la migración".