Trump acusa a China de infectar al mundo y exige a la ONU que la haga “rendir cuentas”
El presidente de EE.UU., Donald Trump, pronunció este martes un discurso ante la ONU diseñado a medida de los votantes de los que depende su reelección en noviembre, y fustigó a China por ser el punto de origen de una pandemia que podría costarle un segundo mandato.
En su discurso virtual ante la Asamblea General de la ONU, Trump se perfiló como un "pacificador" global y escogió cada mensaje con el objetivo claro de convencer a sus votantes más conservadores, a los evangélicos, a los latinos de Florida y a los que están preocupados por la globalización o incluso por el medioambiente.
"Como presidente, he rechazado los enfoques fallidos del pasado, y estoy poniendo con orgullo a 'Estados Unidos primero'", dijo Trump retomando uno de sus lemas electorales de 2016.
“El virus de China”
Esa defensa del nacionalismo que ha caracterizado sus casi cuatro años de mandato estuvo acompañada de una dura condena al gobierno chino por su gestión de la pandemia del COVID-19, en un intento de adjudicarles la responsabilidad por el impacto del virus en su propio país, el más afectado del mundo con más de 200.000 muertos.
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"Hemos lanzado una batalla feroz contra el enemigo invisible, el virus de China", subrayó Trump, quien insiste en usar esa expresión a pesar de las acusaciones de racismo que ha recibido.
Posteriormente, describió el combate contra la pandemia como "una gran lucha global", similar a la que llevó a la creación de la ONU hace 75 años. Adicionalmente, centró las culpas en Pekín y en la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que dijo: "Está prácticamente controlada por China".
"Las Naciones Unidas deben hacer que China rinda cuentas por sus actos" relacionados con la pandemia, sentenció Trump en su mensaje, grabado este lunes en la Casa Blanca.
Trump, el “pacificador”
Una semana después de haber encabezado en la Casa Blanca la firma de los Acuerdos de Abraham, por los que Israel estableció relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin, Trump ensalzó las virtudes de esos pactos por los que le gustaría recibir el Premio Nobel de la Paz.
"Esperamos completar más acuerdos de paz pronto, y nunca he sido más optimista sobre el futuro de la región (Oriente Medio). No hay sangre en la arena. Esos días, esperemos, se han acabado", dijo al recordar los avances hacia la paz en Afganistán.
"Estados Unidos está cumpliendo su destino como pacificador, pero es una paz a través de la fuerza", matizó rescatando una frase del presidente Ronald Reagan (1981-1989).
Al acabar su discurso, Trump dejó claro que no quiere que sea el último que pronuncia ante la ONU: "Estoy sumamente convencido de que el año que viene, cuando nos reunamos en persona, estaremos en medio de uno de los mejores años de nuestra historia".