El violento historial de Claudio Crespo, el ex carabinero acusado de dejar ciego a Gustavo Gatica
Uno de los funcionarios de Carabineros que ha tenido un protagonismo importante durante la última semana es Claudio Crespo, el uniformado actualmente privado de libertad por su eventual participación en los violentos hechos que dejaron ciego a Gustavo Gatica.
Y es que a consecuencia de este episodio, tristemente célebre y emblemático del estallido social, han salido a la luz pública otras situaciones que apuntan al denominado "G3", como se aludía a Crespo en el ámbito de su ejercicio profesional.
Son varios los episodios donde el ex carabinero habría tenido participación directa. Uno de ellos lo sindica como el presunto autor de los disparos a la cara de un manifestante desprovisto de armas en medio de una protesta en Huechuraba, el año 2018.
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El destinatario de su arma de servicio habría sido un joven de iniciales E.G.A., a quien le disparó a menos de cinco metros de distancia con su escopeta antimotines en el contexto del Día del Joven Combatiente.
Transcurridos los meses, el ahora ex funcionario de la institución liderada por Claudio Rozas recibió una pedrada en un acto en favor de la libertad del machi Celestino Córdova, que tuvo una amplia cobertura mediática, debido al auxilio prestado por la entonces intendenta Karla Rubilar.
No obstante, mientras la actual secretaria de Estado se movilizaba evidenciando una gran preocupación por la integridad física de Crespo, a fines de junio el "Movimiento Quince de Agosto", un colectivo de hinchas de Santiago Wanderers emitía un revelador comunicado en su página de Facebook.
"Ninguna lágrima por Crespo", se leía en un documento donde se pedía no empatizar con el carabinero que posteriormente ocuparía un rol de liderazgo en Fuerzas Especiales, a partir de su violento despliegue en el sector de Plaza de la Dignidad, en el contexto del estallido social.
En el comunicado oficializado a través de esta red social, se enumeraba el "prontuario" atribuido al actual imputado por las graves lesiones sufridas por Gatica en noviembre último.
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Específicamente se le sindicó como un funcionario en extremo violento, mientras ofició como capitán en la 7° Comisaría de Fuerzas Especiales de Valparaíso.
Crespo, de una imponente envergadura física que supera el metro noventa, fue incluso acusado de golpear a un niño de 9 años durante el desarrollo de un partido de Santiago Wanderers con Ñublense.
Pero hay más. Con anterioridad a este hecho y en manifestaciones desarrolladas durante los años 2011 y 2012 en el contexto de las movilizaciones estudiantiles, nuevamente Crespo adquiere un lamentable protagonismo.
Un rostro conocido en las protestas estudiantiles de los años 2011-2012
La excesiva represión policial desplegada en la ciudad puerto encuentra a Crespo en el ejercicio de su trabajo como capitán de la 7a Comisaría de Fuerzas Especiales de Valparaíso, lo que le significó hacerse cargo de uno de los piquetes responsables de la neutralización de las manifestaciones estudiantiles.
El Ciudadano, medio que publicó un reportaje en junio de 2018, habla del brutal e inexplicable despliegue de Crespo en las calles, hechos que se remontarían a los años 2011 y 2012.
"La lacrimógena y la represión policial se hicieron parte de un cotidiano. Entre ellas sobresalía la figura del capitán Claudio Crespo, cuya altura e implacabilidad lo hacían inconfundible", declaró a este sitio la fotógrafa Rens Veninga.
Adicionalmente, la profesional definió al ex funcionario de Carabineros de manera lapidaria. "Un sujeto corpulento, con casi dos metros de altura solía ejercer su poder contra menudas y menudos adolescentes de los liceos municipales, mal alimentados por la Junaeb", declaró al sitio mencionado.
Y agrega que Crespo "no era el sujeto que ‘cumplía con su deber’, él gozaba maltratando, oprimiendo y demostrando poder ante quien se interpusiera en su camino. Actuaba bien por su cuenta, a veces solo, otras veces fustigando al piquete. Recuerdo que solía llegar conduciendo descontroladamente el zorrillo arrasando todo a su paso", ilustra.
De acuerdo al relato de Veninga, Crespo operaba instalándose "a más de una cuadra de su objetivo; descendía y apoyaba su ‘escopeta’ sobre el techo de la máquina para lanzar lacrimógenas sobre su objetivo".
Aníbal Vivaceta, quien participó esos años en las movilizaciones, como integrante del medio de fotoperiodismo Huella Digital, además del rol que ejerció como profesional de la salud y colaborador de organizaciones de Derechos Humanos que monitoreaban y asistían a las víctimas de la represión, también se refirió a él en el reportaje.
"Crespo torturaba sistemáticamente menores de edad en su zorrillo. Lo digo habiendo atendido, como médico, a muchas de sus víctimas a través de la Comisión Ética Contra la Tortura", dijo al momento de recordar al temido ex capitán de Fuerzas Especiales.
Como si estos antecedentes no hubieran existido en el currículum del acusado de dejar ciego a Gatica, Crespo pasó posteriormente a liderar el trabajo de varios piquetes de FF.EE. en Santiago, en el contexto del estallido social, siendo protagonista de varias denuncias difundidas ampliamente en redes sociales por medios de comunicación alternativos.
Los resultados de su violento y desproporcionado accionar ya son masivamente conocidos y lo mantienen privado de libertad tras ser formalizado, el viernes último, por las graves heridas que sufrió Gustavo Gatica.
Durante la audiencia y en medio de su relato de los hechos que cegaron al estudiante, el fiscal Francisco Ledezma entregó detalles de la agresión que se le atribuye al ex uniformado.
"(Claudio Crespo) se parapetó, abusando de su cargo y con intención de castigar, disparó su escopeta al tercio superior de los manifestantes, estando a 24 o 25 metros de distancia”, dijo el funcionario en el inicio de la investigación que podría mantener al acusado a lo menos 10 años privado de libertad.