María Luisa Godoy tras contagiarse de COVID-19:

María Luisa Godoy tras contagiarse de COVID-19: "Es muy difícil explicarles a tus hijas que no las puedes abrazar, eso me partió el corazón"

Por: Carolina Ceballos | 14.07.2020
"Hubo una parte muy difícil: hacerles entender a las niñas que no podíamos vernos. Los primeros días se ponían guantes y mascarillas, abrían la puerta de la pieza donde estaba para entrar, tuve que cerrar con llave", transparentó respecto de la cuarentena que enfrentó y sobre cómo fue desvincularse físicamente de sus tres hijas, dos de las cuales también se contagiaron de COVID-19.

La animadora del matinal de TVN, María Luisa Godoy, se contagió de coronavirus hace un par de semanas, motivo por el que debió guardar estricta cuarentena a la espera de tiempos mejores para su salud y la del hijo que tiene en su vientre luego de casi ocho meses de gestación.

Ya mirando desde lejos el virus oriundo de Wuhan, la periodista contó a LUN cómo enfrentó la pandemia aislada en su casa, con otras personas de su núcleo familiar contagiadas.

"No me preocupé por mi embarazo porque desde que llegó el Covid al país me puse a leer harto sobre cómo afectaba a las embarazadas y no hay ningún informe que confirme que es dañino para las embarazadas y los bebés en formación, porque la placenta los protege", declaró al diario.

Lo que sí tuvo que hacer fue explicarles a sus hijas, Violeta (7), Jacinta (5) y Luisa (3), vía Facetime, que se tendrían que hacer el examen y mantener aislamiento junto a su papá, Ignacio Rivadeneira.

“Se hicieron el examen, y Nacho y Violeta salieron negativos. La Luisa y la Jacinta salieron positivas, aunque por suerte, también asintomáticas, así que también se fueron de cuarentena y en la casa con todos los resguardos con ellas y conmigo”, ilustró.

"Ahora ellas también salieron de cuarentena", comentó María Luisa. Respecto del fin del confinamiento al interior de su propia casa, la periodista cuenta que llegado el esperado día, "aquí todas gritaban. Yo estaba feliz. Nacho aliviado. Finalmente, estaba agradecida porque acá tanto yo como mis dos hijas fuimos COVID-19 asintomáticas. Y todo ha sido volver a la rutina", cuenta.

Sobre los momentos más ingratos, la comunicadora alude a aquellos en que tuvo que decirles a sus hijas que no podían interactuar. "Hubo una parte muy difícil: hacerles entender a las niñas que no podíamos vernos. Los primeros días se ponían guantes y mascarillas, abrían la puerta de la pieza donde estaba para entrar, tuve que cerrar con llave", transparentó.

“Cuando se ponían a llorar por algo y me llamaban, hacíamos Facetime. Lo que más me costó, y también a ellas, fue no poder abrazarlas. Es muy difícil explicarles a tus hijas que no las puedes abrazar, darles un beso, que si les pasa algo, no las puedes contener. Eso me partió el corazón", confesó.