Han sido semanas complejas las que ha tenido que enfrentar Nick Cordero, el actor de "La ley y el orden", el actor canadiense que ha lidiado con la cara más adversa del coronavirus, una lucha que ha dado acompañado en todo momento de la mujer con la que tienen un pequeño hijo, Amanda Kloots.

Y es que después de 18 días en cuidados intensivos en Los Ángeles, en abril los médicos tuvieron que amputaron la pierna derecha debido a la aparición de un coágulo permanente que terminó por bloquearle la circulación de la sangre.

Obviamente, tras adoptar esta radical decisión que tendrá un impacto significativo en la existencia del actor, su situación médica no ha experimentado mejoras significativas y, de hecho, el COVID-19 se ha manifestado generándole graves secuelas que incluso han puesto en riesgo su vida. El escenario es tan complejo que lo más probable es que requiera de un doble trasplante de pulmón.

Y es que de acuerdo al testimonio que Kloots entregó a "This Morning", de la cadena CBS, "existe una probabilidad del 99 por ciento de que necesite ese trasplante para vivir el tipo de vida que sé que mi esposo querría vivir".

Las revelaciones de la mujer que no se separa de su marido, incluso la llevaron a reconocer que desde Nick que ingresó a fines de marzo a la clínica, le han dicho en varias oportunidades que moriría. "Me dijeron cuatro veces que no sobreviviría. A veces, incluso que no sobrevivirá durante la noche, pero lo hizo", releva ella en medio de su incansable cruzada por sacar al padre de su hijo adelante.

Pese al oscuro panorama en el que han vivido los últimos tres meses, Amanda contó que por fin Cordero dio negativo al test de coronavirus, pero sigue sufriendo las brutales secuelas de la enfermedad lo que lo ha mantenido en un estado crítico.

"Cuando le pregunto, trata de sonreír o mover su mandíbula", transparentó en medio de su testimonio a la cadena televisiva a la que le confesó que el actor apenas puede moverse y que tiene muchísimas dificultades para hablar producto del debilitamiento que ha sufrido en su musculatura a causa del impacto del virus en su organismo.

"Todos los días antes de irme, le digo 'Esto es en lo que debes concentrarte. Los dos sentados en nuestra nueva casa", contó Amanda.