Una gran preocupación ha generado un nuevo brote de peste negra que ya ha causado el deceso de dos personas en Mongolia, un panorama complejo que ha movilizado a las autoridades de este país a adoptar radicales medidas de aislamiento en la ciudad de Tsetseg que consideran incluso el cierre de sus fronteras con Rusia.

Los casos se originaron en la provincia de Hovd, al oeste del país que actualmente se mantiene completamente cerrado ante la amenaza de una eventual propagación de esta enfermedad, informaron desde el Centro Nacional para las Enfermedades Zoonóticas.

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En relación a las víctimas de esta enfermedad, hasta el momento medios locales han informado que se trata de una pareja de 27 años de edad, un fatal hecho que redundó en la activación de un plan que consideró el testeo de 150 personas por haber tenido contacto estrecho con las víctimas de la peste negra.

Adicionalmente se tomaron muestras de otras 500 personas con las que ellos pudieron haber estado cerca, pese a que no se conocieran, consignó el medio RT en su página web.

Respecto de la cuarentena y el cierre de fronteras, son medidas que no representan nada nuevo para Mongolia, ya que año pasado, también cerraron su paso fronterizo con Rusia debido a la sospecha de que el país estaba experimentando un brote de la peste de la marmota, que derivó en el deceso de turistas rusos que consumieron carne de este roedor.

Pese a que la caza y el consumo de la especie están prohibidos por restricciones sanitarias, es habitual que en Mongolia se alimenten de ella.