Este jueves el gobierno anunció que el "seguimiento a través de celulares" es una de las medidas que están contemplando instaurar para controlar la movilidad social en las localidades en cuarentena.

De acuerdo al Ejecutivo, la movilidad ha disminuido en un 30% producto de la cuarentena que rige en Santiago. Sin embargo, para que el confinamiento tenga efectos, la caída debe llegar a al menos un 60%.

Por esto, la vigilancia telefónica sería una de las alternativas, aunque desde ya los expertos advierten sobre sus peligros.

"La pandemia ha evidenciado muchos vacíos de una ley de protección de datos personales que está obsoleta y que no cuenta con las herramientas para asegurar que esta clase de medidas que implican la recopilación intensiva de datos y su procesamiento se sujete a las disposiciones establecidas en materia de licitud o proporcionalidad, por ejemplo, dejando más expuestos a abusos a los usuarios. Sin un régimen de sanciones que inhiba el abuso o una autoridad de control en la materia es difícil evitar malos usos o exponer a vulneraciones la información personal de los ciudadanos”, advirtió Jorge Jaraquemada, presidente del Consejo para la Transparencia en conversación con T13.

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En la misma línea, la experta en Protección de datos e investigadora asociada al GobLab de la Universidad Adolfo Ibáñez, Romina Garrido, expresó que "el dato personal no solo es un RUT mi nombre, mi dirección, sino que toda la información que me puede identificar o que me hace identificable, y el GPS es ciertamente un dato personal". 

Aún así, Garrido señaló que "mientras sea un monitoreo masivo, como el que se ha señalado, que es para movilidad, y no tiene que ver con rastrear a las personas para conocer sus estados de salud, me parece que es algo que no es nada nuevo respecto a cómo el gobierno evalúa cosas como dónde poner más buses".

¿Cómo funcionaría?

A este respecto lo que ha propuesto el Ejecutivo sería bastante similar al mecanismo utilizado por las autoridades para determinar qué zonas de la ciudad requieren más buses.

"Cuando encendemos el celular, el teléfono busca las señales de distintas torres y se engancha a la zona de más potencia. Y esto le permite a la compañía saber a qué base estoy enganchado. Con esto yo podría decir que un usuario está en una zona, y desde ahí tener información relativa a la posición aproximada de un usuario", explicó Luciano Ahumada, doctor en electrónica y director de la Escuela de Informática y telecomunicaciones de la UDP.

"Esto no es estar sacando un conejo de un sombrero de un mago", agregó Ahumada en ese sentido, explicando que con este sistema se puede determinar  "cómo se va dando el movimiento entre comunas o barrios. Con eso podría trazar una posición, o estimar movilidad, a partir de datos totalmente anónimos". 

"Pero el ejercicio de lo anónimo se basa en que compañías entreguen indicadores no rastreables hacia personas", finalizó.