Dramática actualización de pronósticos: Estudio proyecta cerca de 12.000 muertos por COVID-19 en Chile a comienzos de agosto
Este lunes el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington en Estados Unidos, actualizó sus pronósticos del avance del coronavirus en distintos países de Sudamérica, debido al rápido aumento de casos y muertes en las naciones de la región, como Brasil y Chile, por ejemplo.
Así, todas las cifras que el IHME anticipó hace dos semanas cambiaron. En el caso chileno las proyecciones aumentaron radicalmente, dejando claro que en la universidad estadounidense no ven con buenos ojos lo que ha ocurrido en el país durante las últimas semanas.
El 12 de mayo el mismo análisis estimaba que Chile tendría 687 muertes para el 4 de agosto (rango entre 421 y 1.417). Sin embargo, en base a los acontecimientos de los últimos 14 días transcurridos, ese total subió a 11.970 (rango entre 4.050 y 31.118).
Mientras, la tasa de mortalidad se calcularía en 65,78 por cada 100 mil habitantes, el porcentaje más alto dentro del continente. Por último, se establece que Chile tendría el peak de fallecimientos entre los días 24 y 26 de julio, con 236 muertes cada 24 horas aproximadamente.
En el caso de Brasil, país para el que el pronóstico anterior apuntaba una acumulación de 88.305 decesos por COVID-19 para el 4 de agosto (rango entre 30.302 y 193.786), ahora aparece con una estimación 125.833 muertes para el mismo período (rango entre 68.311 y 221.078). Mientras, la tasa de mortalidad llegaría a 63,85 muertes por cada 100 mil habitantes, por debajo de la esperada para Chile.
Además, en las observaciones del estudio se establece que este cálculo solo incluye a 19 de los 26 estados de Brasil, por lo que el total sería aún mayor a nivel nacional.
Finalmente, otro de los países que aparece en el estudio con mal pronóstico es Perú, que pasó de 6.428 muertes esperadas para principios de agosto a 19.722 fallecimientos totales por COVID-19, para el mismo período. Y, a pesar de este gran aumento, la tasa de mortalidad sería de 58,01 decesos por cada 100 mil habitantes, menor también a la tasa que alcanzaría Chile.