Chinoy: “Fui demasiado bucólico para el medio chileno estándar de la música”
Chinoy no admite casillas. Muchos han intentado catalogarlo como neo folk, indie o folk punk, sin llegar a una conclusión, tal vez por un estilo musical muy ligado a su forma de vida. Sus raíces punk lo llevan a transitar por un estado de constante aventura, exudando una libertad que se cristaliza en sus composiciones. Hoy, en tiempos de COVID-19, ha aprovechado de tener un tiempo de contemplación, creación y descanso. Luego de un 2019 de múltiples giras que lo llevaron de norte a sur y hasta al extranjero, confiesa que es bueno estar junto a su guitarra, sus pinceles o simplemente un lápiz para crear sin la premura que genera el “medio musical chileno estándar”.
– La pregunta de rigor, ¿dónde has pasado esta cuarentena?
– Estoy en la casa, en San Antonio, con mi Mamá, mi abuela, una tía, un tío y mi pareja, somos 6 personas. Bien familiar, estábamos en Argentina con mi pareja y vinimos a buscar algunas cosas para volver a Buenos Aires, pero anunciaron la cuarentena y nos fuimos quedando acá, así que hemos ido postergando el retorno.
– ¿Qué proyecto tienes en Buenos Aires?
– El proyecto es quedarse allá un rato, tocando, ver cómo nos va. Mi pareja también se dedica a la música, así que en estos meses de encierro estamos aprovechando de hacer varias cosas con las canciones, grabaciones de discos, entre otras.
– ¿Cómo se ve afectado el proceso creativo de un compositor por la cuarentena?
– Depende de muchas variables, porque todos los días uno cambia. En verdad, algo absoluto no podría contarte, a veces estoy en búsqueda de una canción y no me sale, y en otros momentos uno se relaja y cae justo la canción. Estar encerrado me ha facilitado pasar más tiempo con la guitarra, hacer canciones, terminarlas más detalladamente e incluirlas en un disco que ya está en estudio con el productor Chino Aros. Así que ha resultado bien, porque el año pasado estuvimos en gira casi todo el año, no paramos, por lo que me quedó muy poco tiempo para poder trabajar en los temas, para grabarlos. Es azaroso el tema de la creación, pero estar confinado ayuda bastante.
– ¿Vas a tener pronto un nuevo disco?
– Tengo como siete discos de todas las canciones que no he grabado nunca (ríe), y el próximo disco se está remasterizando, está en estudio en este momento. Hay como 30 canciones que son de mi primera etapa y que nunca grabé. También tengo un disco electrónico que armé con un productor en Alemania, Rodrigo González. Hay otro que se llama Grillo. Se fueron quedando con el tiempo, más que nada por el desorden mío, de mi especie (ríe).
– ¿Estás rescatando canciones que ya habías tocado para hacer nuevos discos?
– Son canciones que ya había tocado pero nunca habían sido grabadas todas juntas. Nunca estuvieron en un disco bien grabadas, con buena calidad. La cosa es que fui demasiado bucólico para el medio chileno estándar de la música, porque la verdad es que me quedé observando el atardecer mientras todos pasaban corriendo una maratón al lado mío. Yo lo comparo con el poeta mirando el atardecer y los demás pasando con sus shorts y cintillo en la frente. Pasaban con sus guitarras, a modo de “vamos cocinando al nuevo público” y ojalá no envejecer.
– Además de la creación musical, ¿hay creación plástica, estás pintando?
– Es una mezcla de empeño nomás, voluntad de hacerlo, porque hay semanas en las que me obsequio la posibilidad de trabajar de pintor y empiezo a crear simultáneamente con las ideas o la necesidad. En realidad, lo que me pasa es que estoy todo el rato pensando, entonces me pongo minucioso y la pintura me sirve para poder llevar ese pensamiento a algún lugar, y puedo relacionar las situaciones de la vida cotidiana, un relato bíblico o una imagen que se me metió. Al fin, termino haciendo una lectura de tarot con las burbujas que se van formando, de las explosiones que se hacen con los colores cuando caen. Son cosas que me entretienen, que me sobrecogen. Entonces, después voy por la calle feliz como un recién nacido y no tengo ningún problema, no me importa nada, ni el cuadro. Quedo en estado gaseoso. Todo está en calma, es una pequeña muestra de paz que me doy. Ahora he estado pintando por unos pedidos que me han hecho y me ha salvado más que la propia música. Además por las noches escribo, a veces estoy hasta tarde escribiendo un poema que no me deja dormir y otras veces me tengo que levantar de la cama, encender el computador y poner esa palabra que le faltaba.
– ¿Cómo te pueden escuchar tus seguidores en estos días en que los conciertos virtuales vía streaming están tan en boga?
– He hecho dos streaming por Instagram, pero también he estado invitado por Santiago Cultura, la Fundación Las Rosas y por varios festivales. Igualmente, encuentro muy raro eso de que todo el mundo comenzara a hacer recitales en casa como locos, es muy extraño eso de que a alguien se le ocurrió y como por morfogénesis a todos se les ocurre la misma idea al mismo tiempo. Así que comencé a recibir invitaciones y, cuando me invitaban, tenían la misma entonación como si fuera novedad, como si fuera la primera vez (ríe).
– ¿Y tienes alguna fecha a futuro?
– Un amigo del norte me dijo que podíamos hacer algo por Zoom, o sea, que alguien que te quiera escuchar pueda pagar una entrada. Los recitales que he hecho por Instagram han sido para que el público pueda aportar, pero es escaso, cosa que se entiende por la situación en la que están muchas personas. Igualmente se busca generar unas lucas para no estar pegando en la pera todos estos meses en la casa, sería bueno aportar también (risas). Por eso le digo a la gente que participa en los streaming que hacemos que no se restrinjan si no tienen plata, y aunque sea una luca o $500, son bienvenidos. Además, mis streaming son contundentes: el último duró más de dos horas, así que les diría que no se achunchen y que todo sirve.
Este jueves 28 a las 21:00 hrs. se transmitirá un especial del cantautor en el programa "Rebelión y Delirio", conducido por el periodista Roberto Mundaca en Radio Manuel Rojas