Mejoramiento térmico en los hogares para un invierno digno
El pasado 13 de mayo se aprobó unánimemente un Proyecto de Resolución que elaboramos desde Valdivia y que con el apoyo de la bancada parlamentaria de Revolución Democrática, se pudo votar en la Cámara. ¿Su objetivo? Solicitar al gobierno que se implemente a la brevedad un “Plan de Emergencia para el Mejoramiento Térmico de las Viviendas Ubicadas en Zonas Declaradas Saturadas Ambientalmente”.
Si a comienzos de abril de este año era el estudio de la Universidad de Harvard titulado “A national study a long-term to air pollution and COVID-19 mortality in the United States” el que alertaba una peligrosa relación entre los altos niveles de contaminación del aire y la letalidad por COVID-19, ya a esta altura del mes de mayo se han sumado múltiples otras investigaciones -incluyendo interesantes aportes desde la comunidad científica de Chile- que confirman esta preocupante relación.
En el sur esto ha de alertarnos, sobre todo cuando queda menos de un mes para que comience el invierno, y las zonas declaradas saturadas ambientalmente ya hemos tenido los primeros episodios críticos de contaminación. A diferencia de otras zonas donde las cuarentenas y autoconfinamientos han implicado incluso una disminución de la saturación ambiental debido por ejemplo, al menor uso de automóviles, en varias comunas entre las regiones del Biobío y Aysén el efecto ha sido contrario, debido fundamentalmente al aumento del uso de leña para calefaccionar por más horas del día los hogares.
Así, una de las fórmulas para enfrentar esto -siendo muy difícil disminuir por decreto el uso de la leña para este invierno sin existir una alternativa masiva y rápida de recambio energético de los hogares- es mejorar las condiciones térmicas de estos.
La Política Energética de Chile (Energía 2050, 2015), es clara al respecto: el confort térmico de las viviendas permite que el calor en el interior se mantenga por más tiempo, disminuya el uso de combustibles, y permita reducir la humedad, la condensación y formación de hongos dentro de nuestras viviendas.
Actualmente existen los Subsidios para Acondicionamiento Térmico (ATV) pero tienen plazos de ejecución muy largos y no nos permiten tomar las medidas preventivas para esta pandemia. Es por ello, que este Proyecto lo que solicita es un Programa Especial Temporal y de Emergencia para la realización de mejoras térmicas enfocadas fundamentalmente en el sellado de infiltraciones de aire que, en zonas con altos niveles de frío, lluvia y viento, explican importante parte de la pérdida de calor de un hogar.
Ahora, -una vez más-, la última palabra la tiene el Ejecutivo, y es por ello que se torna fundamental articular acciones que nos permita mostrar la urgencia de esta medida, para que se comprenda que acá, en el sur del país, aplanar la curva del COVID-19 es también un desafío ambiental y de confort térmico; una acción contra la contaminación, el frío y la humedad.
El Gobierno tiene una pequeña ventana de oportunidad para entender la urgencia de prevenir y no lamentar.
Carla Amtmann Fecci es economista, historiadora y académica. Es presidenta regional de RD en Los Ríos y dirigenta del Movimiento Ciudadano Ciudad Defiende. En 2017 fue candidata a diputada por el distrito 24.