Cristián Galaz: “«Corazones» se aventura mucho más hacia las ideas y las visiones de lo romántico, pero obviamente tensionadas”
Director de clásicos del cine chileno como El Chacotero Sentimental y El Regalo, Cristián Galaz inició su carrera tras las cámaras en los años ochenta vinculado estrechamente a Los Prisioneros. Compañeros de generación, Galaz es responsable de las míticas fotos del trío original que sirvieron de promoción en los años de La Voz de los ’80 en las ruinas de la fábrica CCU y los videoclips de las canciones ‘Sexo’, ‘Maldito sudaca’ y ‘We are sudamerican rockers’, destacados con singulares hitos para el Chile de aquellos años, como nominaciones en la cadena MTV y el suceso de haber abierto la transmisión para Latinoamérica de la popular cadena de videos. Además, dirigió un documental sobre el grupo para Teleanálisis en 1987.
Un engranaje clave en la construcción del imaginario de Los Prisioneros en sus primeros años, que con los años contribuiría desde su cámara a grupos como La Ley, Illapu, La Sociedad y el mismo Jorge González. A 30 años de la publicación de Corazones, conversamos con el periodista y director audiovisual sobre el trabajo estético de los videoclips de ‘Tren al sur’, ‘Estrechez de corazón’ y ‘Corazones rojos’, que acompañaron la promoción del álbum más exitoso de Los Prisioneros en Chile y el extranjero.
– De la imagen mítica del trío de San Miguel, a veces más sencillos, a veces más punk, para pasar a la imagen adulta de un dúo pop cuyo epicentro temático era el amor. Como fotógrafo y director de los videoclips de Los Prisioneros prácticamente desde sus inicios, ¿cómo contribuiste a generar esa nueva estética e imaginario de Corazones?
– Es difícil comparar con otros discos, salvo que La Voz de los ’80 o Pateando Piedras eran discos de una cierta contingencia muy fuerte, muy de momento, que implicaba que los temas trataban de remecer, de golpear a las conciencias de una juventud que en ese momento se veía muy dormida. Por ahí va la experiencia de esos discos y los videos intentaron expresar eso. No tuve influencia directa en definir la estética de los discos en sí mismos, pero sí en los videos. El disco Corazones se aventura mucho más hacia las ideas y las visiones de lo romántico, pero obviamente tensionadas y eso hace que esa estética se empiece a descomponer. Es una descomposición de una estética que yo no sabría cómo definir más que a través de los contenidos que trata de expresar.
– ¿Y cuáles son esos contenidos?
– Corazones es mucho más hacia el interior, más romántico, pero tensionado con la mezcla de un romanticismo muy puro con una pasión más aguda, exaltada y llegando incluso a los confines de cierta violencia. Por eso es que ‘Estrechez de corazón’ se transforma en un video que parte de la aventura del amor hasta el drama y la tragedia, en una pareja explícita muy concreta que representaban ese viaje. El tema es profundamente dramático en ese sentido, que no tiene medias tintas y se trabaja a sí mismo desde el dolor que produce el desamor y la violencia.
– Posiblemente, un video que hoy impactaría de manera más concreta en ese mensaje, con una generación que ha reflexionado de manera más generalizada y pública sobre el amor y los límites de las relaciones de pareja. Sin embargo, el mensaje parece ser el mismo.
– En cierto sentido, es la antesala de lo que hoy estamos viviendo con mayor conciencia que es la violencia al interior de las parejas. Un romanticismo infantil, ingenuo y torpe del siglo XIX, con un romanticismo enfermo del siglo XX y XXI, que dentro de la postmodernidad no logra entenderse a sí mismo y se transforma en lo más oscuro del ser humano. Y eso, se convierte en algo que no tiene nada que ver con el amor, sino en las pasiones más bajas del ser humano.
– Todo lo contrario a ‘Tren al sur’, que evoca un sentido más nostálgico y hogareño. ¿En qué te inspiraste cuando pensaste en el video?
– Para mí ‘Tren al sur’ es un romanticismo absoluto que busca acercarse a los dominios de cierta lírica infantil, de cómo nosotros recordamos lo que es el pensamiento, la sensación, la emoción de la infancia. Eso es lo que me produjo el tema, me llevó hacia buscar en la memoria de lo infantil. Por eso es que los protagonistas del video son niños en situaciones tan sencillas, nada muy rebuscado, pero que combinaba esta estética tan fuerte y ferrosa que tienen los trenes, con juegos infantiles, con pelotas, con caminatas, con mascotas.
– En el video de ‘Corazones rojos’ también hay niños, pero en un discurso visual mucho más transgresor, con una letra muy contingente.
– ‘Corazones rojos’ se sale un poco del relato. Para mí es uno de los grandes temas de Jorge. Es una canción especialmente contingente muy ácida que busca una intensión reivindicativa de lo femenino en la sociedad actual, pero que lo hace de la manera más sarcástica y corrosiva, que es como Jorge siempre nos ha informado del gran error y daño que hemos cometido por cientos de años.
– ¿Por eso los niños?
– Despertó en mí la idea de generar unas imágenes que contaran como el conjunto de la sociedad modela a los niños y las niñas desde su más temprana edad para que absorban esta manera machista de mirar el mundo dominante y del poder. Por eso están las imágenes de los niños formados, con uniformes, haciendo el izamiento de la bandera patria, que es el símbolo mismo de lo femenino tensionado por el machismo, que en el fondo encarna también una niña que toma esos símbolos y los convierte en autoagresión. Hay una serie de imágenes que tienen que ver con cómo la sociedad se autodestruye a partir de estas formaciones de ideas dominantes que corroen nuestra convivencia y se hace desde que somos pequeños. Por eso también aparece la degradación de otras ideas, como el matrimonio o la novia convertida en cadáver desmembrado.
– Es un video con hartas curiosidades, como que la bandera no es la chilena, sino la de Texas (para evitar problemas legales) y Camila Moreno confesó hace unos años que ella aparece entre los extras.
– Es la primera vez que me informo de la presencia de Camila Moreno en el video. La verdad no tenía idea y no me acuerdo, pero me calza con que Rodrigo Moreno, que era asistente de dirección de los videos, es papá de Camila y en ese tiempo Camila debió ser muy chiquitita, como de la edad de los niños que aparecen, así que puede ser.
– A pesar de que el concepto del álbum estaba listo antes del trabajo de los videoclips, sabemos que en los años 90 la imagen tenía un papel central en la construcción estética de los artistas y sus producciones. De cierta manera, participaste en la construcción de ese imaginario de Corazones. ¿Fue un trabajo colaborativo con la banda? ¿Los Prisioneros tuvieron una actitud más bien receptiva?
– Todos los videos que yo hice desde ‘Sexo’ siempre fueron con un respeto de parte de Jorge, Miguel y Claudio hacia mis propuestas. Creo que nunca tuvimos una discordia respecto a lo que proponía hacer. Yo presentaba ideas fuerza, maneras de enfocarlo en reuniones muy sencillas. Gran respeto de la banda por mí trabajo y también de mi parte hacia ellos, para que complementara su trabajo y no lo confrontara. La idea siempre fue ir en la misma dirección. Siempre hubo una muy buena recepción del resultado.
– Han pasado 30 años desde su lanzamiento. ¿Te gusta el disco? ¿Lo escuchas?
– Creo que es un disco notable dentro de la historia de la música popular chilena, así como lo fueron los otros discos de Los Prisioneros también. Creo que cada uno tiene su mérito y obviamente Corazones por muchos sentidos destacó, como la lírica y la producción. Yo le agradezco a la vida poder trabajar con Los Prisioneros, desde el primer al último disco, con mucho respeto y admiración que aun conservo por ese trío de jóvenes que en algún momento conocí muy bien. Hicieron una enorme contribución a nuestra música y sobre todo al darle contenido y sentido. Como dijera Víctor Jara, “con sentido y razón”. Creo que hay que buscar los grandes valores que aportaron Los Prisioneros a nuestra historia.