Borrando el gris Pinochet: Artistas urbanos hablan de sus obras en torno al plebiscito y la “Ley Sticker”

Borrando el gris Pinochet: Artistas urbanos hablan de sus obras en torno al plebiscito y la “Ley Sticker”

Por: César Tudela | 16.05.2020
Snke, Caiozzama, Juana Pérez y Kastro conversan con Babel sobre algunas de sus obras post estallido social y ligadas al proceso constituyente, además de reflexionar en torno a la polémica ley que aprobó la Cámara de Diputados en medio de la pandemia. "Pongan o no ley, la calle va a seguir diciendo lo que tenga que decir", dicen.

Tras la llegada del COVID-19 a Chile y la puesta en marcha de distintas estrategias para subsanar la crisis sanitaria, las movilizaciones populares que se autoconvocaban masivamente tras el estallido social se vieron frenadas en seco por primera vez desde el 18 de octubre. Ese fue el instante preciso que aprovechó el gobierno de Sebastián Piñera para ganar terreno en los espacios que la ciudadanía se había tomado, como Plaza Dignidad. No pasaron muchas horas desde que se hiciera efectiva la primera noche en que la comuna de Santiago entraba en su primera cuarentena, a mediados de marzo, cuando desde la Intendencia –comandada por Felipe Guevara– ya se había emitido la orden de borrar las huellas del movimiento, pintando las murallas y los monumentos del centro de la capital.

El proceso de “blanqueamiento” de Santiago había comenzado incluso antes, a mediados de febrero. Una licitación que se concretó el 14 del mismo mes, señalaba que la Intendencia de Santiago había gastado $250 millones para la “limpieza de fachadas y eliminación de rayados”. De esta manera, cientos de dibujos y mensajes colectivos estampados en las paredes fueron tapados por una pintura gris durante las madrugadas de aquellos primeros días de cuarentena. Pero, a pesar de los deseos de la autoridad por “sanear” la ciudad, algunos de los artistas urbanos vieron en esta acción una nueva oportunidad para agarrar nuevamente sus brochas. Nuevos lienzos al aire libre se habían liberado.

El medio es el mensaje

“Si bien yo pinto blanco y negro, hago un llamado a que salgan urgente a pintar las calles de colores y borrar ese gris Pinochet con que la intendencia mandó a censurar todas las manifestaciones artísticas que estaban en las calles principales de Santiago Centro sin importarle sobre qué superficie estaban pintando. Creo es el atentado visual más brutal que he visto”. El texto corresponde a una publicación que la artista visual Paula Godoy, también conocida como Snke, hizo en su Facebook, acompañado de la foto de su un nuevo mural en el que se lee “apruebo”, con su estilo geométrico y bicromático que la caracteriza, y que está en Vicuña Mackenna, entre Santa Isabel y Marín.

[caption id="attachment_368698" align="aligncenter" width="742"] @snkesnake[/caption]

“Lo hice el 26 de febrero. Por esos días se normalizó bastante estar pintando en la calle. Cuando lo terminé, dudé un poco si la gente iba a leer el mensaje, porque como eran símbolos mas que letras, pero jamás me imaginé la reacción y el feedback que hubo. Hay gente que se hizo hasta poleras”, confiesa Snke. “Solo alcance a hacer ese después de que pintaran y taparan todos los muros principales de Santiago Centro, borrando todo lo que se había pintado durante las manifestaciones. Ese gris era horrible y ahí nos motivamos mucho más en salir a pintar. En mi caso, ocupé ese fondo como parte de la composición de letras que hice”, cuenta la también autora del mural más grande pintado en suelo por una mujer en Chile, en la Galería La Curtiembre, al interior del Persa Víctor Manuel, en el barrio Franklin.

La artista además participa en una agrupación de mujeres pintoras de toda Latinoamérica llamada Graffitodas. Con ellas, según nos comenta, “el plan era ponerse full campaña «apruebo», pero no alcanzamos, aunque varias chicas alcanzaron a pintar. Yo salí con Catherine Miller y pintamos varios con mucho más color. Era necesario volver a darle color", se ríe al final del comentario.

Otro de los artistas urbanos que también ha usado la Constitución como objeto artístico es Caiozzama. Lo suyo no es el grafiti sino el paste up, técnica en donde pega grandes imágenes diseñadas previamente en digital pero que usa el mismo soporte: las paredes. Suya es una de las postales del arte urbano post estallido: «El ángel de la Constitución», ubicado en Vicuña Mackenna con la Plaza de la Dignidad. Al respecto, nos cuenta que “ese fue el segundo que hice”, para después detallarnos algunas cosas del lugar y del diseño: “ese era un lugar muy conflicivo, donde tiraban piedras porque estaban los pacos, entonces quise ponerlo allí. Es un ángel más grande que un humano, un poco para meterse en el conflicto, porque fotográficamente es muy interesante (hice varias fotos de ahí y pasaba de todo) y los lugares me importan mucho. Un ángel que te esté diciendo «nueva constitución» es súper potente, además con la bandera maùche y la bandera chilena”.

[caption id="attachment_368702" align="aligncenter" width="1024"] @caiozzama[/caption]

Al igual que Snke, la fecha del pospuesto plebiscito fue la excusa para estrenar una nueva obra, aunque en tiempos de pandemia, tuvo que ser solo a través de las redes sociales. “La del «apruebo» es digital, la hice ahora, en tiempos de COVID, por lo que no pude hacerla afuera. Lo hice para el 26 como diciendo «no fue ahora pero será en octubre», y vamos con todo igual. Vamos a aprobar igual, vamos a ganar igual. Era un poco para dar ánimo de que el plebiscito se tiene que llevar a cabo, independiente si el gobierno quiera o no, y para no decaer. Ahí sale la represión (de los Carabineros), con este ángel al centro sobre el torniquete con el letrero”,

[caption id="attachment_368705" align="aligncenter" width="1024"] @caiozzama[/caption]

Miguel Ángel Kastro es un viejo conocido en el mundo del grafiti y uno de los artistas que más se ha viralizado desde el estallido gracias a su obra “Chile/Octubre 2019”, su reinterpretación del Guernica. Inquieto, ha realizado desde entonces muchas otras obras relacionadas a las movilizaciones sociales. Sin embargo, el mural que pintó junto a HA Crew en Vicuña Mackenna con Departamental a a fines de octubre llama particularmente la atención por el impacto de su mensaje: «nueva constitución». “HA Crew es uno de los grupos grafiteros más importantes de Chile, el más antiguo activo (desde el año 96 pintando) y haciendo siempre grafitis con conciencia social”, nos recalca el también ilustrador y la importancia del dato. Luego, nos comenta sobre la obra en sí: “lo hicimos antes de que la nueva constitución fuese un hecho, sino más bien un grito común que estaba en todos lados, en todas las calles. De hecho, confirma la importancia de lo que sucedía en la calle y de lo que se estaba diciendo ahí. Tan importante fue, sintieron tanto la presión, que al final se inicio el proceso para cambiar la Constitución. Ese grito estaba ahí”. De hecho, el texto que acompaña la foto del mural expresa el mismo sentimiento: “Aun los políticos no hablaban de plebiscito, pero la gente sí, y bien fuerte”.

[caption id="attachment_368703" align="aligncenter" width="1024"] @hacru[/caption]

Quien tampoco pudo quedarse con el grito contenido es la pintora Juana Pérez. “El 26 de abril quise salir a pintar de manera simbólica, escribir «apruebo» en la calle”, cuenta sobre el que se convirtió en su primer grafiti en tiempos de cuarentena –“llevaba más de 40 días encerrada en mi casa sin salir, abasteciéndome por internet”, detalla– y en el que su intención era no olvidar lo que hubiese sido ese “añorado y luchado plebiscito”. Equipada con overol, mascarilla y antiparras, salió con sus pinturas cerca de su casa, pero tuvo un incidente. “No logré terminar porque se acercó un señor del barrio La Legua que es cerca de donde vivo y no pude nunca estar tranquila. Estuvo todo el rato ahí, merodeando, hablándome, y me sentí un poco invadida”. Al día siguiente, tampoco hubo tranquilidad, aunque mural terminado. “El lunes en la tarde volví a ir un rato y lo terminé, pero había protestas porque fue el Día del Carabinero, entonces había lacrimógenas, pasaban pacos todo el rato, el retén y estuvo bien ardua la misión, bien violenta en verdad”.

[caption id="attachment_368704" align="aligncenter" width="1024"] @juanaperez1987[/caption]

Sobre la obra en sí, la artista nos cuenta que “el muro es como un mix espontáneo, porque ya estaba pintada y todas las personas que salen en la fotografía, abarcaban como un lienzo de una marcha que iba a haber y nada, yo vi la propaganda y como había pasado ya, me pareció como un buen lugar para intervenir, así que lo designé, de manera autodidacta y solitaria. No creo que a alguien le fuese a molestar, porque el lugar está abandonado, o sea, es un consultorio que lo dejó tirado el MOP, así que me dediqué 100% a sacar la geometría cuando lo dibujé antes en mi casa tranquilamente, para que cuando estuviera pintando el trabajo fuese más espontáneo y veloz porque es bien delicado estoy al lado de una población bien vulnerable, la población la Legua, en Las Industrias con Pedro Alarcón. Estuvo bonito, parece un mural en común con otras personas, eso fue bacán”.

Silenciar las paredes

El 28 de abril, en medio de la pandemia por el COVID-19, la Cámara de Diputados aprobó en general la denominada Ley Sticker, iniciativa que busca sancionar a las personas que realicen rayados o peguen mensajes a los vehículos que presten servicios de transporte público y su infraestructura asociada. El proyecto, actualmente, está en la Comisión de Transportes tras ser objeto de indicaciones para la elaboración de un segundo informe.

Tras la polémica de una legislación poco urgente, en comparación a otros debates que urgen más en tiempos de crisis sanitarias, y de la aprobación por parte también de la oposición, los artistas urbanos sacan sus propias conclusiones.

Snke: Lxs artistas tomaron un rol fundamental post revuelta transmitiendo y compartiendo información, pensamientos sobre lo que estaba pasando. Por un lado creo que a todxs nos indigna el nivel de prioridades que tiene el gobierno, pero eso habla de que lo único que les interesa es generar leyes para castigar a los que piensan distinto. Pienso que van a aprovechar el encierro para promulgar leyes que castiguen manifestaciones y expresiones artísticas que finalmente se asocian con personas que estamos a favor de las demandas sociales.

 

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Kastro: La Ley Sticker no es más que la confirmación de lo que les duele y la importancia de tomarse las calles y de utilizar la gráfica. Es una evidencia más de cómo les molesta. Es un disparo que les llega desde miles de flancos, entonces es imparable. Ahora la circunstancia que se ha dado es más controlada porque existe un sistema de control evidente porque estamos en una pandemia, y aún así existen rayados porque igual ha salido la gente a manifestarse, es decir, ya se instaló una conciencia; es una guerra que la tienen perdida de antemano porque solamente van a generar –y esto es interesante– un cuaderno que cada cierto tiempo te blanquean, eso nos genera sino más ganas de seguir rayándolo, creo. Ese es el juego que en el fondos e instala, más allá de la lucha, porque la lucha está perdida de antes. No existe ninguna posibilidad de que la ciudad se blanquee. En concreto, y al igual que la ley de (Luciano) Cruz-Coke sobre el arte urbano (Ley Antigrafiti) va a quedar en nada, porque es como de estas leyes ridículas, porque al momento de hacerlas estaban con tanta rabia que se les olvidaron cosas fundamentales como ciertas libertades individuales que no se pueden pasar a llevar nomás, entonces es insostenible. Y si se llegara a probar, va a ser una cosa de difícil mensura. Va a ser difícil de partear, porque es mucha, mucha gente. Demás que van a partear a un par, pero no va a desincentivar la actividad, porque la herramienta panóptica no está en todos lados. Al final, son puros palos de ciego.

 

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Caiozzama: Es una ley un poco mentirosa porque intenta como mostrar de que “es por el bien de la señalética, los paraderos, que no los intervengan”, pero es mentira. En verdad quieren censurar el arte urbano. Todas las leyes que han sacado ahora se basan en querer callarnos, y vieron el potencial y la fuerza que tiene el arte urbano desde el estallido social y obviamente se cagaron de miedo, ¿y qué hacen cuando tienen miedo? Hacen leyes, y eso fue lo que pasó. La Ley Sticker yo sé que tiene que he estado de investigarla, de leerla. Todavía no he ahondado tanto, pero obviamente trae una letra chica que nos va a cagar a todos los artistas urbanos y finalmente nos censuran de una manera terrible, de la peor manera que es con una ley represiva, que a todo esto dudo que lo logren, nosotros vamos a seguir sí o sí, a lo que ya lo hacemos hace tanto tiempo… una ley más o una ley menos, con mis compañeros vamos a seguir nomás.

 

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Juana Pérez: Es otra medida más del gobierno, que no sé si busca con intención el descontento de los ciudadanos o ya lo hace intencionalmente a todas las problemáticas sociales que se plantearon a partir del estallido social. Existe una madeja bien grande en las demandas, en lo que respecta a salud, trabajo, todo lo que se relaciona con la dignidad del pueblo chileno y no sé por qué toman estas medidas, en qué momento asumen estas decisiones. Me parece insólito, más aún cuando estamos atravesando una pandemia donde no se han tomado las mejores decisiones para resguardar la salud de los chilenos, donde una vez más se ve la problemática de nuestro país de la gran brecha social que nos divide. Parece ser otra medida muy de la mano de la dictadura que se sigue viviendo en este país, que la censura de la cultura, el poco compromiso con las artes. Me parece que, si realmente quisieran tener una ciudad más limpia o más bonita, podrían invertir fácilmente en cultura, en designar espacios donde se pueda pintar, en abrir los espacios para los jóvenes para que puedan realizar sus acciones ya que la cultura urbana puede ser de ayuda para sacar de la vulnerabilidad a muchos jóvenes. La pintura tiene un poder transformador, la pintura posee alma, la pintura tiene consciencia social, la pintura embellece los espacios públicos, la pintura colabora con el buen vivir de las personas. Entonces, más que sancionar, hay que dar una mirada de educar de replantearse los proyectos, la ciudad de la que todos somos parte y cómo podemos construirla de una mejor manera. Y en participar, porque finalmente todo lo que uno ve en intervención callejera, urbana son las energías del pueblo y de la gente que se quiere expresar, del yo estoy acá. Entonces, tomar en cuenta esa energía y no hacerse los lesos.

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