Miércoles negro para el mundo de la música popular. La filial alemana de la multinacional Sony, dio a conocer este miércoles la noticia del fallecimiento de Florian Schneider, uno de los fundadores de los influyentes Kraftwerk, a causa de un cáncer que padecía hace un tiempo. La muerte, según se informó, se habría producido la semana pasada. Incluso, el músico ya tuvo un funeral privado.

El músico había dejado la banda pionera de la electrónica en noviembre de 2008, tras casi 40 años de carrera, y mantuvo un perfil discreto, trabajando en proyectos menos conocidos. El grupo alemán visitó tres veces Chile: el 2004 debutando en el Estadio Víctor Jara, el 2008 a Estadio Nacional lleno teloneando a Radiohead, y en 2016 en el Teatro Caupolicán.

Schneider, junto al cantante y músico Ralf Hutter, fundaron el estudio musical Kling Klang en la ciudad de Dusseldorf, donde nacería Kraftwerk, banda con la que se adelantaron al surgimiento del tecno y, en general, considerados los pioneros de la música electrónica en una época muy anterior al uso de las computadoras para hacer música. Ellos mismos construían los instrumentos con los que generaban sonidos nunca antes escuchados. En los comienzos del grupo, Schneider tocaba la flauta, pero luego se encargó de sintetizadores y el vocoder.

Kraftwerk publicó diez álbumes, pero fue recién con el cuarto, Autobahn (1974), que llamó la atención internacionalmente por el futurismo de su original sonido. Su producción continuó con obras maestras como Radio-Activity (1975), Trans-Europe Express (1977) y The Man-Machine (1978), de este último se desprende la melancólica canción 'Das Model', su mayor éxito. Su último trabajo de estudio fue el aplaudido Tour de France Soundtracks, de 2003. El cuarteto alemán combinó ritmos repetitivos de gran factura y precisión, con melodías contagiosas e instrumentación estrictamente electrónica. Las voces eran generadas en muchas ocasiones a través de un codificador de voz o un sintetizador de habla.

En las últimas décadas, la banda se dedicó a girar y seguir mostrando su música, la que ha sido un crisol tremendamente influyente para la música pop, ya que la influencia de los alemanes no solo se extendió dentro de la música electrónica, donde son una referencia inevitable, sino hacia terrenos como el rock, el pop y el rap. David Bowie, por ejemplo, fue uno de los que cayó bajo el influjo de esos sonidos que parecían producidos por robots, siendo su famosa "Trilogía de Berlin" de finales de los setenta –con los discos Low, "Heroes" y Lodger– la prueba fehaciente. Incluso, compuso el tema 'V-2 Schneider' en honor a Florian.