La “nueva normalidad” sin nosotras y ¿para quiénes?

La “nueva normalidad” sin nosotras y ¿para quiénes?

Por: Estefanía Campos Figueroa | 25.04.2020
Este gobierno es anti mujeres porque no bastó con la mala gestión de Isabel Plá. Hoy se suma la incapacidad para hacerse cargo de lo que llaman “efectos colaterales de la pandemia”: El aumento exponencial de la violencia intrafamiliar durante el confinamiento. Un 70% aumentaron las denuncias efectuadas al número 1455 (para la orientación por violencia de género) dispuesto por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG). Situación que les fue advertida dado que la mayoría de las mujeres se ha visto en la obligación de permanecer en sus casas junto a sus agresores, y enfrentar el aislamiento por medidas como la cuarentena o el toque de queda, es decir, decidir entre su salud o su integridad física.

Lo sabíamos pero cada día tenemos más pruebas que lo confirman: este gobierno es ANTIMUJERES. El abandono, por parte del Estado y del actual gobierno, que han sufrido miles de trabajadoras, madres, cuidadoras, pensionadas durante el último año, solo se ha agudizado con la crisis sanitaria por COVID19. A la fecha van 14 víctimas de femicidios que deben revolcarse en sus tumbas cada vez que escuchan las excusas del gobierno.

Recientemente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el desempleo en Chile durante el trimestre diciembre 2019 y febrero 2020 subió al 7,8%, aumentando en 0,8% en los últimos 12 meses y que por razón de género también aumentaron las brechas: el femenino elevándose al 8,8%, mientras que el masculino al 7,1%. Nada que extrañarnos, las cifras ratifican los nulos esfuerzos por disminuir las brechas salariales existes desde la institucionalidad, como una de las formas de avanzar en la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres.

Somos uno de los países que registra mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), la brecha salarial es 21,1%, en tanto el promedio del bloque es de 14,3%. En su momento la ex ministra de la Mujer y Equidad Isabel Plá comprometió revisarlo pero renunció al cargo sin nunca haber mostrado voluntad política para lograrlo.

Y es que el desempeño de este Ministerio ha sido lamentable, hecho demostrado cuando desde la autocomplacencia la ex ministra Plá declaró convencida haber “liderado cambios pero estar desgastada”. ¿No se les cae la cara de vergüenza? Hoy las trabajadoras de casa particular están excluidas de la “Ley de protección al empleo” porque, como confirma la ministra del Trabajo María José Zaldívar, “no tienen cotizaciones porque no quieren perder los beneficios de ser carga del marido”. O no les da pudor saber que tenemos a la población de riesgo, mayoritariamente mujeres adultas mayores, con pensiones de hambre enfrentando esta crisis sanitaria en el abandono y desprotección absoluta, poniendo su vida en manos de un gobierno que solo prioriza el bolsillo de los súper ricos.

Este gobierno es anti mujeres porque no bastó con la mala gestión de Isabel Plá. Hoy se suma la incapacidad para hacerse cargo de lo que llaman “efectos colaterales de la pandemia”: El aumento exponencial de la violencia intrafamiliar durante el confinamiento. Un 70% aumentaron las denuncias efectuadas al número 1455 (para la orientación por violencia de género) dispuesto por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG). Situación que les fue advertida dado que la mayoría de las mujeres se ha visto en la obligación de permanecer en sus casas junto a sus agresores, y enfrentar el aislamiento por medidas como la cuarentena o el toque de queda, es decir, decidir entre su salud o su integridad física.

Es responsabilidad de todes, de nosotras las feministas, mujeres y hombres explicarle al gobierno que estos no “son efectos secundarios del confinamiento” y que el primer paso para superar esta grave situación es reconocer la centralidad del conflicto: nos matan por ser mujeres. Esperamos que no ocupen este argumento como una excusa para levantar las cuarentenas preventivas en vez de enfrentarse al problema que estamos planteando.

Estamos lejos de que Piñera y un sector importante de la clase política presten a atención para resolver el problema de fondo. ¿No se dan cuenta que en este momento es cuando más se necesita conducción para avanzar en esta materia? Es inaceptable que a más de 1 mes de la renuncia de Isabel Plá el ministerio siga acéfalo, con una subrogancia. Solo ratifican que son anti mujeres.