Una lamentable tragedia se produjo en Brasil, luego que 11 personas murieran producto de un experimento que se realizaba con ellos, probando un medicamento contra el COVID-19 y que había sido promocionado por Jair Bolsonaro.

Científicos brasileños hacían este estudio utilizando cloroquina, por sus posibles efectos contra el coronavirus, en la ciudad de Manaos, tratando a 81 personas en total, todas positivas para el contagio.

La mitad de ellos recibieron una dosis de 450 miligramos cada 12 horas durante cinco días. Con el resto, se aplicaron 600 miligramos durante diez días. El tratamiento fue suspendido cuando la cuarta parte de los pacientes que recibieron la mayor dosis del medicamento, desarrollaron problemas cardíacos.

Lamentablemente, once de ellos fallecieron a causa de las arritmias que sufrieron producto de la inoculación de este químico que se usa para combatir la malaria, y que fue promocionado en varias ocasiones por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Sin ir más lejos, la semana pasada defendió el uso de la cloroquina en una cadena nacional televisada. "Tras escuchar médicos, investigadores y jefes de Estado de otros países, pasé a divulgar, en los últimos 40 días, la posibilidad de tratar la enfermedad desde su fase inicial con esto", dijo, añadiendo que "podrá entrar para la historia por haber salvado miles de vidas en Brasil".