La sintomatología inicial fue solo un poco de tos. Hablamos del caso destacado por el medio ABC, que aborda la situación a la que se enfrentó la terapeuta Angela Primachenko, quien comenzó a sentirse mal hace un mes, por lo que decidió hacerse el test de coronavirus que terminó arrojando positivo. Lo que le otorga otro rango a la historia es que ella se encontraba embarazada, por lo que fue hospitalizada y 17 días después se recuperó habiendo dado a luz sin siquiera enterarse.

Y es que como su condición de salud empeoró, los médicos y la familia decidieron inducir el parto para otorgarle  más posibilidades a sus pulmones. A esas alturas, Angela se encontraba en coma inducido, conectada a un ventilador mecánico en el mismo hospital en que trabaja, en Washington.

Afortunadamente todas las decisiones médicas fueron muy acertadas, el cuerpo de la mujer respondió y a través de un parto natural, su guagua nació sana luego de 34 semanas de gestación. La recién nacida fue bautizada por su orgulloso padre como Ava, que significa "un aliento de vida".

"No estaba segura dónde estaba. Estaba muy confundida. Desperté y ya no tenía barriga. No sabía de mi bebé, de mi esposo", contó Primachenko a ABC, al tiempo que subía a su cuenta de Instagram algunas imágenes de los momentos más complejos que vivió, que terminaron en una gran noticia para ella y su familia.

De hecho, fue a través de esta plataforma donde exhibió cómo el personal de salud del centro asistencial en el que también trabaja, la aplaudió de pie al sacarla de cuidados intensivos.

Actualmente, la pequeña Ava sigue en el hospital, como medida de precaución, mientras su marido y su otra hija se encuentran completamente sanos, con exámenes de Covid-19 negativos.